Incursión al aeródromo de Tatsinskaya en la Navidad de 1942.
La incursión profunda a Tatsinskaya.
En la explotación del éxito de la ruptura, Vatutin lanzó el día 18 de diciembre, el 24 Cuerpo de Tanques (Badanov) para atacar y ocupar Tatsinskaya y el 25 Cuerpo de Tanques (Pavlov), contra el aeródromo de Morozovskaya. Detrás de ellos, avanzaba el 1er. Cuerpo Mecanizado de la Guardia, siguiendo sus direcciones de avance, para apoyar e impulsar éste y eliminar las resistencias de los restos de unidades enemigas en su retaguardia profunda. Badanov contaba con unos 5 mil hombres, 300 camiones, 90 tanques T-34 y 55 tanques ligeros T-70. Éstos, por sus características de fuego, blindaje, movilidad y contar con 2 tripulantes para las múltiples tareas, no eran compañeros adecuados de los primeros. La brigada de infantería de los cuerpos tenía como tarea la ocupación de los objetivos capturados por los tanques.
Infantería viajando sobre tanques.
Teniente General Nikolai Vatutin, jefe del Frente del Suroeste.
Las órdenes no fueron adecuadas y ambos cuerpos deberían ir eliminando las resistencias enemigas en sus sectores de avance. También Badanov recibió órdenes para facilitar el avance del I Ejército de la Guardia, del que dependía y que le seguía a distancia, aumentando la explotación. Las comunicaciones de radio con Vatutin y con el I Ejército eran insuficientes y espasmódicas, debido a la creciente distancia y a las características de su unico transmisor RSB-F. Que, por ejemplo, tenía en marcha 30 Km de alcance.
A partir del segundo día de marcha, el apoyo a los 2 grupos móviles por parte del 17º Ejército Aéreo soviético fue disminuyendo drásticamente. Lo cual era uno de los inconvenientes que tenían estructuralmente estas operaciones profundas. En un medio invernal duro, con una red viaria pobre, los vehículos blindados y los camiones de tropas y suministros avanzaban lenta y dificultosamente. Esto hacía que los aviones de apoyo a tierra de ambos bandos pudiesen atacar, casi a mansalva, a los vehículos enemigos y favorecía a los alemanes.
Mayor General Vasily Badanov. Llegó a comandar el 4º Ejercito de Tanques.
Ambos cuerpos de tanques fueron avanzando hacia sus objetivos con gran esfuerzo de los conductores y desdoblados en brigadas, formando 2 o 3 escalones de marcha. Buscando ahorrar combustible y mantener controlados los casi 500 vehículos de un cuerpo. Sólo había luz del día entre las 7 y las 15:30 horas. Aunque sobre el papel, Vatutin esperaba un avance de unos 50 Km. por día y calculaba unos 5 días de marcha para alcanzar ambos objetivos, situados a 240-250 Km, los resultados eran de apenas 25 Km diarios.
A unos 25 Km de Tatsinskaya y 30 Km de Morozovskaya corría el río Bystraya. Los alemanes situaron al sur de este obstáculo natural sin reforzar, varios Kampfgruppen o fuerzas de tarea, creadas ad hoc para impedir el avance enemigo y agotarlo. Von Manstein era conocedor de esta incursión y quería proteger, como fuera, los aeródromos. Así, le retiró la 6ª División Panzer a Hoth, para crear una reserva móvil del Grupo de Ejércitos Don.
Mariscal Erich von Manstein.
Con el 24 Cuerpo se enfrentaron 4 pequeños Kampfgruppen, que lo erosionaron. El Gruppe Spang, designado con el nombre de su mando, se enfrentó en una difícil lucha con el 25 Cuerpo de Tanques. Pavlov creyó que se trataba de una débil resistencia alemana y, olvidando su objetivo estratégico y en vez de flanquearlo limpiamente, lo atacó. El Gruppe recibió el apoyo aéreo de una docena de los JU-87, bombarderos en picado, que volvían rápidamente a su base a repostar, y que hicieron pedazos a los inermes tanques de Pavlov. La llegada del 1er. Cuerpo Mecanizado de la Guardia permitió a Pavlov desempeñarse del combate y continuar su marcha a Morozovskaya, aunque quedó agotado en su capacidad de combate y desgastado logísticamente.
Pavlov llegó hasta Uryupin, situada a unos 25 Km de Morozovskaya. Pero, los bombarderos situados en este aeródromo lo sometieron a duros ataques, que redujeron su capacidad de combate a unos 25 tanques y escasísimo combustible. El Cuerpo Mecanizado, tras un día de combate con el Gruppe Spang, estaba también muy mermado y no estaba en condiciones de apoyarlo. Con lo cual, desaparecieron las posibilidades de un ataque a Morozovskaya.
Karl Spang, ya general.
Uno de los grandes inconvenientes de estas operaciones de incursión profunda era la ausencia también del apoyo logístico a las unidades operativas. Esto les exigía avanzar, atacar y ocupar hasta la extenuación de sus recursos disponibles. Pero, no tenían otra opción.
La Defensa de Tatsinskaya.
El jefe del aeródromo era el teniente general Fiebig, comandante del VIII Cuerpo aéreo de la Luftwaffe. El 30 de noviembre fue nombrado Jefe del Suministro aéreo a Stalingrado. Y estableció su cuartel en Tatsinskaya, que había sido ocupado por los alemanes el 21 de julio. Fiebig era un buen organizador, con lo que su nombramiento estaba justificado, pero no estuvo a la altura, como mando conductor, en la defensa, ni en la evacuación del aeródromo ante el ataque soviético.
Desde la seguridad de Berlín y ya fallando el rescate por tierra, Goering ordenó a Fiebig que sus hombres resistieran en Tatsinskaya y que sólo lo evacuaran cuando los soviéticos ya estuviesen disparando por su pista. Esto hizo que Fiebig tardase más allá de lo prudente en dar la orden de evacuación. Y sólo las nieblas, el cansancio enemigo, y las exiguas fuerzas soviéticas, 20 tanques y 55 infantes, que asaltaron Tatsinskaya, permitieron evacuar a la mayoría de los aviones estacionados.
Teniente General Martin Fiebig.
La fuerza de la base eran unos 1800 hombres, sin contar las tripulaciones y mecánicos de los aviones. Contaban, al momento del ataque, con 2 cañones de 88 mm y 4 cañones de tiro rápido de 20 mm, ya que gran parte de la artillería fue entregada a los Kampgruppen encargados de bloquear los avances soviéticos. Los alemanes no organizaron ninguna defensa en Tatsinskaya. Cuando los exploradores del 24 Cuerpo se acercaron al aerodromo en la noche del 23, observaron que las posiciones antiaéreas no estaban ocupadas y que no existían defensas terrestres.
El ataque a Tatsinskaya.
Por fin, a las 8:30 horas del 24 de diciembre, tanques de su 130 brigada de tanques (Nestorov) asaltaron desde el este el aeródromo de Tatsinskaya y algunos tanques de la 54 brigada de tanques (en reserva) penetraron por el noroeste al final de la operación.
Hasta esa tarde, Badanov no dió por concluída la toma de Tatsinskaya y sus alrededores. Cerca de 125 aviones de la Luftwaffe escaparon y llegaron a otros aeródromos del Eje. El mediocre fuego soviético y los choques entre aparatos al despegue destruyeron 50 aviones. Pero, la Lufwaffe ya había perdido 250 aparatos entre noviembre y diciembre de 1942 durante el abastecimiento de Stalingrado, debido a averías, el tiempo y la acción enemiga. Los alemanes tuvieron 100 caídos, entre muertos y heridos, y fueron capturados 350 hombres.
Le quedaban al 24 Cuerpo 39 T-34 y 19 T-70 y cada tanque tenía menos de 40 proyectiles para el arma principal y el combustible restante le permitía andar unos 50 Km. Badanov transmitió a Vatutin que asumía la defensa de sus posiciones.
Tanque ligero T-70.
Parecido a lo ocurrido con el VI Ejército de la Wehrmatch, a las 7:30 horas del día 26, Badanov recibió un mensaje de Vatutin: “Su Cuerpo ha sido transformado en una unidad de la Guardia. A Ud. se le ha concedido la Orden de Suvorov de 2º grado”. Pero, nunca dura mucho la alegría en casa del pobre. La situación era insostenible y, cuatro días después, Badanov rompió, escurriéndose, el cerco funcional, no físico, al que le sometían las distintas unidades alemanas que se le echaban encima al 24 Cuerpo de Tanques de la Guardia. Al final de la operación Pequeño Saturno y por indicación de Stalin, Badanov fue nombrado comandante de los restos de los tres Cuerpos Mecanizado y de Tanques que participaron en esa incursión profunda. Pero, contando cada uno con menos de 20 tanques, estaban demasiado débiles para llevar a cabo una acción conjunta operativa.
FIN.