TEORÍA Y CRÍTICA DE LA «BATALLA MODERNA» Y SUS ACTUALIZACIONES.

Los proponentes de la nueva doctrina militar del U.S. Army, la AirLand Battle sucesivamente modernizada desde 1976, se dicen creadores de una doctrina científica, basada en postulados racionales. A lo largo del tiempo, realizaron aportaciones a aquella el coronel John Boyd, William Lind, famoso por sus divulgaciones militares, el general Donn Starry, desde el Tradoc, Steven Canby, Philip Karber y otros muchos teóricos. Es siempre un trabajo prolongado y colectivo, donde participan individualidades destacadas y lúcidas, que resulta siempre convergente y fructífero. El TRADOC es el mando del Ejército de los EEUU, encargado de atender sus necesidades de formación, entrenamiento y doctrina. Formulando para ello los modelos y las recomendaciones y propuestas de doctrina y de reglamentos.

Imagen relacionada CORONEL JOHN R. BOYD

Se supone que este salto teórico cualitativo, establece y perfeccciona, no sólo un modelo científico para la guerra moderna, basada en el empleo del motor de explosión y en la electrónica, como factores novedosos. Sino que el mismo puede ser adoptado y seguido por el rival menos numeroso (en hombres, medios y sistemas). Y que su superioridad conceptual le permitirá a éste superar en campaña las deficiencias cuantitativas de un ejército menor. Y ello, independientemente de la forma de lucha que se plantee en el conflicto. Además, dicha doctrina militar científica, una vez fijados correctamente sus parámetros, podrá evolucionar y adaptarse a las nuevas exigencias de la guerra en el transcurrir del tiempo. Estableciéndose las nuevas variables operativas, para las diferentes situaciones bélicas.

Resultado de imagen de william lind ANALISTA WILLIAM LIND.

Partieron para ello de la llamada Central Battle, cuyas Operaciones se recogieron en el FM 100-5 de 1976. Y que mantenían al fuego pesado como su principal “argumento” de combate y empleaban magramente las maniobras de las fuerzas. Algunas de las cuales terminaban en ataque frontales o, al menos, esperados y recibidos por el enemigo. Es la vieja idea táctica de oponer fuerza contra fuerza. Donde cualquier avance o ventaja se logra a un elevado coste en bajas, tiempo y materiales. Como sucedió durante casi cuatro años en el Frente Occidental europeo durante la I Guerra Mundial. El concepto de la Central Battle se ofrecía para un ejército encargado de defender un gran territorio de importancia vital. Que en la práctica comprendía la Europa Central y Occidental. Por lo que resultaba que la cesión de espacio, por ejemplo en una defensa móvil o, incluso, retardante, era inaceptable “a priori”. Y para ello el ejército “defensor” debía desplegarse casi en la misma “línea o faja” fronteriza de los estados que estuvieran inmediatamente amenazados, o sea, los más orientales.

El ejército “defensor” no contaría para operar con un escalonamiento en profundidad, a cargo de sus grandes unidades sucesivamente desplegadas. Sino que su despliegue sólo contaría con el escalonamiento propio (interno) de sus Grandes Unidades, que estarían desplegadas cuasi linealmente en el borde del territorio a defender. Tampoco contaría con fuerzas móviles de contraataque, desplegadas en la profundidad. Sino que se utilizarían las reservas móviles propias de esa gran línea defensiva, para realizar localmente contrachoques tácticos contra las rupturas y penetraciones en la zona de defensa del atacante enemigo.

La defensa en posición de la totalidad de un enorme territorio, tendría como Tarea la de detener todos los ataque penetrantes de un potente enemigo. Que contaría posiblemente con una supremacía de medios. La defensa actuaría así como una extensa y delgada fuerza (ĺinea) de contención “estratégica”. La idea subyacente en la doctrina es que empleando las tácticas adecuadas sucesiva y únicamente, se podrían alcanzar los objetivos estratégicos propios. Y la razón (incorrecta, por corta de vista) era que las tácticas podían resolver combates sucesivos. Pero éstos, por sí mismos, sin la estrategia operativa no podían alcanzar la trascendencia, la guía, la influencia. Necesaria para conseguir los objetivos estratégicos de otro nivel de actuación.

La mentalidad táctica existente en el U.S. Army antes de la promulgación de la “Defensa Activa” suponía y se basaba en el empleo contra el enemigo y en toda la profundidad táctica y operativa de su despliegue del fuego pesado propio. Que era, de menor a mayor alcance, la artillería de campaña y pesada, los cohetes reactivos ylos balísticos de corto y medio alcance y la aviación de apoyo a tierra.

La “Airland Battle” definida en el FM-100-5 Operaciones de 1982.

Las premisas elaboradas por el colectivo de los teóricos, que contribuían a crear el concepto de dicha nueva batalla fueron: el engaño del enemigo, en relación a nuestras capacidades e intenciones en la situación planteada; la destrucción de la sinergia conseguida por el enemigo por la colaboración táctica u operativa de sus unidades; la acción propia simultánea en todo el despliegue operativo enemigo; la dualidad sinérgica propia de una fuerza de contención del avance, ataque o despliegue enemigo y de una fuerza de maniobra, encargada de la aplicación de flanco y/o de revés de nuestro ataque en toda la profundidad enemiga; deshacer la cohesión enemiga con ello; la conmoción de la totalidad de la fuerza enemiga empeñada; desmenuzándola en unidades inconexas, quizás fragmentadas, con escasas capacidades de combate y movimiento operativo. Así, se cambiaba el pensamiento militar desde la aproximación táctica y técnica vigente hasta entonces a la concentración del esfuerzo propio, empleando las maniobras exigidas por la estrategia operativa.

Resultado de imagen de mijail tujachevski MARISCAL MIJAIL TUJACHEVSKI, UNO DE LOS PRECONIZADORES SOVIÉTICOS DE LA «BATALLA SIMULTÁNEA Y PROFUNDA». SU PURGA POR STALIN EN 1937, POR CELOS HACIA EL EJÉRCITO ROJO, AFECTÓ NO SÓLO A LOS ALTOS MANDOS EN DESGRACIA. SINO ESTERILIZÓ Y RETRASÓ LA DOCTRINA MILITAR SOVIÉTICA MODERNA. 

La fuerza de maniobra penetraría en todo el despliegue enemigo, si éste era favorable para ello, por no estar preparado para una defensa fortificada; como sería el caso de un combate de encuentro. Y, en el caso del rechazo preparado, el ataque sería avanzando rápidamente por un “corredor libre” o “free corridor” fuera del despliegue enemigo, buscando un flanco y/o una retaguardia expuestos. Desde donde y a lo largo de ese “lado”, la fuerza de maniobra móvil, dotada con gran capacidad de combate y de movimiento, debería golpear simultáneamente a todo el despliegue enemigo “descubierto”.

Análisis de la “Airland Battle” en la práctica.

En el concepto de la Airland Battle y en las diferentes actualizaciones de la doctrina militar norteamericana, aparece claramente el llamado principio de simultaneidad. La simultaneidad aconseja batir al mismo tiempo a la mayor cantidad posible de fuerzas enemigas, escalonadas en profundidad, tanto en el ataque como en la defensa. Se justifica su aplicación en el aprovechamiento máximo de la potencia de fuego propia sobre el enemigo y considerando los diferentes alcances óptimos de los diversos sistemas de armas empleados. El factor eficaz de la simultaneidad es la tecnología moderna de detección, de precisión de tiro y de potencia de fuego. Como conmilitón de ella está el principio de complementariedad, que expresa que el movimiento y/o el choque pueden ser sustituidos, indefinida y casi totalmente, por el fuego. Con ello parecen buscarse dos finalidades: el ahorro de vidas, discutible si no es correcto el planteamiento o su aplicación, y adaptar los medios militares a los recortes presupuestarios crónicos de las democracias mercaderes.

(CONTINUARÁ)

La Democracia, como Sistema Político perfectible. 2ª Parte.

(CONTINUACIÓN)

 

Funcionamiento teórico de los Regímenes modernos. Los Partidos Políticos.

El régimen político de un país es su modo de gobernarse y regir su cosa pública. Existen dos tipos de regímenes: los pluralistas o democracias liberales o democracias occidentales y los monolíticos o dictaduras, sean o no ideológicas. Los partidos políticos aparecen cuando se produce la participación popular en el proceso de las decisiones públicas. Su origen, en los países occidentales, se sitúa a finales del siglo XIX. Cuando esa actuación por delegación popular no se produce, surgen los partidos de pega o dictatoriales, aparentando unas libertades inexistentes. Estos “partidos únicos” se caracterizan por tomar por sí mismos las decisiones públicas, sin ninguna fiscalización ni cortapisa. Son también normalmente “partidos radicales intransigentes” o PRIs.

Resultado de imagen de partido totalitarios Hacia el «pueblo» y siempre sin el Pueblo.

El estado garantiza el cumplimiento de los principios básicos y hace posible las relaciones sociales de todo tipo. Y cuando éstas toman una dirección de antagonismo violento, el estado debe intervenir para corregirla y mantener la unidad funcional y armónica de su sociedad. Los estados modernos democráticos se basan en la premisa, aceptada desde hace unos pocos decenios, de que todos los ciudadanos son iguales ante la ley y tienen los mismos derechos y obligaciones. Otra virtud política, admitida desde hace menos tiempo aún, es que los bienes que la sociedad produce deben ser repartidos a todos. Cumpliendo los principios de premiar los esfuerzos, los riesgos y el conocimiento, que las cargas incidan más en los más pudientes y que a los desfavorecidos se les ayude especialmente.

La antigua división de los “poderes públicos” entre legislativo, ejecutivo y judicial, está derivando en los últimos lustros hacia un “poder del Estado”. Éste está encargado de legislar y gobernar, y es regido por el “jefe” del partido elegido. Poder público que es controlado o fiscalizado por la oposición política y los medios de comunicación. Las democracias pueden ser de dos tipos. Son presidencialistas, cuando su “jefe” es elegido directamente por el pueblo. Y son parlamentarias, cuando los electores, al votar sus “representantes a las cámaras”, saben que también lo hacen por el “jefe” de su partido, para el cargo de presidente del gobierno o primer ministro.

Resultado de imagen de partido totalitarios

Es normal y deseable en muchas ocasiones, que los ciudadanos tengan diferentes puntos de vista acerca de cómo se ha de dirigir una nación y cuál es el orden de prioridad de las necesidades a atender por el estado. Así, un partido político es mucho más que un “grupo de presión”, como un lobby o un sindicato. Es realmente un órgano público de la democracia moderna. Los partidos ofrecen a los electores que, si son elegidos, gobernarán según su ideología y aplicando su último programa.

Resultado de imagen de partidos politicos

En el gobierno por los partidos resulta fundamental la forma de adjudicarles los votos primarios que reciben de los ciudadanos. Se pueden acumular a nivel nacional los votos recibidos. Aunque generalmente se divide al país en circunscripciones electorales. Con lo que se otorga un peso determinado en los resultados, a las distintas zonas geográficas o demográficas del país. En estas “zonas electorales” se pueden adjudicar los elegidos con diferentes fórmulas, proporcionales a los votos recibidos por cada partido. Y, en áreas más pequeñas o menos pobladas, se puede nombrar representante local a la cámara al candidato del partido más votado, excluyendo a los otros. Como todas las fórmulas electorales son imperfectas, con sus beneficios y penalizaciones según las características de las circunscripciones, los partidos no se ponen fácilmente de acuerdo para cambiar o modificar las vigentes.

Los problemas de las democracias liberales.

El propio Montesquieu reconocía que las virtudes republicanas o ciudadanas sólo existían en los relatos de la Antigüedad. Así, resultaban atractivas para una minoría dirigente o pensadora. Pero su adopción por los ciudadanos no podía hacerse solamente por mandato legal. Los valores morales ciudadanos propuestos por las revoluciones liberales y ejemplificados en el grito de “Libertad, Igualdad y Fraternidad”, se veían también como algo artificial y remoto. Sin conexión real con un código moral práctico, conocido y asumido. Y, sobre todo, con ejemplos vivos que pudieran seguirse por las personas.

Sin ilusión y entusiasmo no se pueden emprender ni realizar empresas de provecho. Enfrentándose a la inercia y a las dificultades diferentes que todo proceso creativo tiene, y superándolas. El entusiasmo es una fuerza del espíritu, iluminada por una “ilusión razonable”. Que vence, específicamente, a la entropía moral e ideológica generada casi inevitablemente en todas las sociedades a lo largo de un período suficientemente largo de su historia.

El proceso natural de creación de una “moral nacional”, como sentido correcto de la vida en común, siguiendo las corrientes adecuadas de paz, progreso, satisfacción propia, servicio y justicia, es incluso desconocido por muchas sociedades occidentales. Las cuales han perdido hoy en día muchos de sus reflejos instintivos de desarrollo social y aún de pervivencia. Decía Juan Vázquez de Mella Fanjul que ningún pueblo moral (yo diría que con una sana “moral nacional”) ha soportado tiranías. Pues esta “peste de las sociedades” se alimenta y extiende y afianza sus raíces en la degeneración o el estiércol de ellas.

A ello han contribuido dos grandes desventajas morales que padecen las democracias liberales. Su inmensa y dedicada producción de bienes y servicios, que ha crecido de forma exponencial en las últimas décadas, alejan al pueblo consumidor y productor de las virtudes (los valores permanentes sociales) del esfuerzo y la sobriedad, de la espera de la recompensa. E, incluso, altera el necesario equilibrio entre los deberes y derechos personales y sociales. Ha surgido el homo economicus, como personaje definitorio de esta época. Destinado a producir y consumir bienes y servicios y a acrecentar, un poquito con cada operación económica, la riqueza de los plutócratas.

Resultado de imagen de homo economicus

La otra desventaja moral es el alejamiento social del mantenimiento y del cultivo de los valores y virtudes. Éstas últimas son las “bondades y cualidades” humanas de referencia, apreciadas y valoradas permanentemente por las sociedades. Las virtudes humanas son muy estables en el tiempo. Los valores son las “cualidades y bondades” humanas, estimadas de forma temporal y/o local por algunas sociedades o grupos humanos. Y, principalmente, en virtud de su idiosincrasia, condiciones de vida y presiones recibidas desde el exterior. Los valores culturales y sociales suelen ir evolucionando con las contingencias, los desplazamientos y las fortunas de las sociedades humanas. Por ejemplo, para los blancos de Suráfrica, la beligerancia activa fue un valor cultural y social necesario e imprescindible durante décadas. Para mantener su independencia y su dominio, frente a la mayoría negra en la que estaban embebidos.

Las virtudes son aportadas principalmente por las religiones más elaboradas, y por los discursos de Cicerón y los Diálogos de Platón, dentro de nuestra extensa cultura occidental. Hay que citar también la función esencial de “mando, gestión, impulso y ejemplo” de los dirigentes sociales de todo tipo, presentes en los hogares las escuelas, las iglesias, los partidos políticos, los cuarteles, los sindicatos, los centros de trabajo, las asociaciones en general, etc. Éstos son los núcleos de la actividad colectiva de la sociedad, donde se crean los vínculos humanos recíprocos de la sociedad superior. Donde se asentarán y florecerán después “la ilusión y el entusiasmo” imprescindibles. En épocas de cambio o difíciles, aquéllos deben acentuar más su ejemplo. Porque, los valores y las virtudes nunca son dictados desde una “supuesta cúspide moral e intelectual” de la sociedad.

FINAL.

La Democracia, como Sistema Político perfectible.

La democracia es el menos malo de los sistemas políticos que existen”. Esta frase de un estadista como Winston Churchill, que ya era ex-primer ministro de la Gran Bretaña y pronunciada ante la Cámara de los Comunes el día 11 de noviembre de 1947, parece corroborar la bondad y la oportunidad de la democracia, como “sistema político global” para la Humanidad.

La democracia actual lleva implantada en el mundo occidental, Europa Central y Occidental y América, desde el final de la Edad Moderna. La revolución estadounidense, la revolución francesa y la revolución industrial y el desarrollo científico, que propiciaron la especialización del trabajo, la concentración y el empleo del capital o medios de producción y la mecanización de los procesos fabriles, marcan cualitativamente el comienzo de la Edad Contemporánea. La vigencia de la democracia moderna son apenas un par de siglos o muchos decenios. Es aún corta, si la medimos en los tiempos históricos humanos.

Orígenes históricos de nuestra democracia.

Los historiadores y políticos actuales sitúan su origen en la Grecia antigua. Lo que no suelen decir casi todos, especialmente los últimos, es que la democracia griega funcionaba solamente para los ciudadanos de las polis. Todos los ilotas griegos, que eran al menos tantos como aquellos, estaban excluídos de participar en esas “democracias” o gobiernos de los pueblos.

Resultado de imagen de Jerjes Jerjes I de Persia.

Además, las urbes griegas, separadas entre sí por sus montañas y por sus identidades sociales excluyentes, fueron incapaces de idear y tener un destino único. Y se enzarzaron durante decenios en luchas entre ellas, que las debilitaron absurdamente. Apenas se aliaban, durante un tiempo, cuando los persas de Darío (490 a.C.) o de su hijo Jerjes (480 a.C.) aparecían por el Helesponto (hoy, el estrecho de los Dardanelos) y por el mar Egeo, para atacarlos y subyugarlos. Y, al final, en la batalla de Pidna (168 a.C.), Roma los venció e incorporó a su imperio. Ese combate fue sostenido sobre las irregularidades de un terreno montañoso suave, que impedía la continuidad y, con ello, la fortaleza de las falanges griegas. Y los romanos emplearon sus manípulos, al mando de sus respectivos centuriones, maniobrando individuamente y desbordando, dividiendo y batiendo a esas fortalezas semiestáticas helenas.

Como ejemplo de los valores y usos democráticos de Atenas, quizás la polis más representativa del sistema político heleno, citaremos el caso de su general Arístides (540-467 a.C.) Los ciudadanos tenían el derecho a condenar al destierro, una vez al año, al hombre de estado que consideraran conveniente. Si se pronunciaban 8 mil votos escritos en una concha, adversos al personaje en cuestión, éste era desterrado de Atenas sin más argumentos. Se cuenta que se dirigían a votar Arístides y un ciudadano iletrado, que no lo conocía personalmente. Éste le pidió a Arístides que le escribiera Arístides en su concha. El general solamente le preguntó el por qué. Y el ateniense le respondió: “es que me molesta que le llamen “el Justo”. A pesar de sus virtudes ciudadanas y militares, Arístides fue condenado al ostracismo en esa votación.

Imagen relacionada Arístides el Justo.

La evolución sociológica de las tribus al estado nacional.

Las tribus funcionaban o pueden funcionar social y políticamente como una “nación en ciernes” en situaciones de aislamiento, pobreza estructural, autoridad central precaria. Y tenderán a debilitarse cuando los beneficios de las estructuras étnicas y tribales, regionales y locales fueran o sean superados por los aportados por el sheik o emir dominador o el estado central déspotico o democrático. Y éstos tuviesen o tengan los medios de coacción, el respeto y la ascendencia populares, para mantener suficientemente unidas y cohesionadas a las tribus. Y siguiendo los estados una política general común, favorable a la mayoría de los ciudadanos. Donde no tenga lugar la acepción de clanes. Que es el cáncer que ha corroído a las uniones tribales estatales, por ejemplo, en Somalía o en Sudán del Sur. Donde, además, ha faltado la figura suficientemente ejemplar y apoyada, como para conseguir imponer una política nacional común y la paz social.

Resultado de imagen de somalia

La estructura social estatal surge cuando una tribu puede imponerse a las otras existentes. Empleando siempre para ello un grado variable de coacción o violencia. Es necesario que surjan unas características o funciones, que permitan desarrollar los nuevos lazos intraestatales y debilitar los tribales y regionales. Aquéllas podrían ser el Islam (religión sencilla y muy socializada en la Umma, como ocurrió tras la muerte de Mahoma); la educación generalizada, que genere un cambio o suave ruptura de mentalidad y modifique la cultura, sin crear traumas sociales, y especializada, como medio de vida y progreso; la inversión en infraestructuras y capitales; el establecimiento de un sistema político, que pueda guiar y realizar todo el proceso, apoyándose en un funcionariado civil y militar suficiente y probo. Buscando el desarrollo económico progresivo y repartiendo razonablemente los productos obtenidos. Y mostrando así unas posibilidades suficientes de seguridad, justicia, bienestar, prosperidad y paz para todos. Es decir, se trata de resaltar las ventajas del desarrollo integral y superior, sobre el atasco del juego social de tribus y clanes, como estructura anterior superable.

Otro de los vicios que han adquirido los miembros “civilizados” de las tribus es la codicia desmedida. Y con ella, su corolario y su modo fácil de satisfacerla, la corrupción rampante. La igualdad social en las tribus, su “republicanismo ideológico”, garantizaba el uso y disfrute razonable de los recursos por todos los miembros. Y el zakat o limosna canónica musulmana y el apoyo de su colectivo suplían los casos de orfandad, enfermedad, etc.

Las aristocracias despóticas. Su perdurabilidad y su caducidad.

Estos sistemas políticos constituyen y también fueron durante muchos siglos, regímenes sociales semi eficaces y aceptables. Ambas características están conectadas en una “ecuación social”, que medirá cualitativamente la viabilidad del régimen. Ninguna de las dos cualidades son ideales en la práctica. Siempre serán más o menos suficientes y perfectibles. Y se da una condición en su acción sinérgica: cuando el régimen en cuestión no es suficientemente aceptable (con tiranía, corrupción, despotismo, clientelismo), tampoco es eficaz en su gestión administrativa y social.

Resultado de imagen de Abderramán III al-Andalus Abderramán II de Córdoba.

Llevando entonces a la revolución y a la revuelta sociales, que, al ser conflictos civiles armados, tienden a ser dolorosos, incluso crueles, y prolongados, lo que aumenta las pérdidas en bienes y personas. Y fractura durante un tiempo largo a la sociedad que los sufrió.

Veamos un ejemplo de este tipo de régimen, regido desde arriba hacia abajo, y que ha perdurado en el tiempo mucho más que las democracias.

El entramado social de los musulmanes está enraizado en las estructuras de las viejas comunidades. Las jerarquías sucesivas de la familia, el clan o vecindario, como conjunto emparentado de familias, y la tribu, como conjunto de clanes afines y asentados en varias regiones, conforman su estructura social. Estructura que define, articula y sostiene los derechos y deberes recíprocos del individuo y de su sociedad.

Resultado de imagen de solimán el magnífico Solimán el Magnífico.

Los países musulmanes no son proclives a la rebelión contra sus autoridades. La obediencia es una cualidad arraigada en las sociedades islámicas. El Islam quiere decir sumisión a Allah. Desde el inicio del Islam, los califas, una combinación integral de las autoridades civil y religiosa de la sociedad, dirigían a la comunidad de creyentes, la Umma. Que era sostenida por la Sunna, la Tradición y la Revelación de Allah. Y no existía un contrapeso legal a su soberanía. Sólo las autoridades religiosas, singularmente los ulemas o ideólogos del Islam y los muftíes o sus jurisconsultos, podían llamarles la atención en las cosas tocantes a la Fe y a las costumbres.

Corresponde al dirigente musulmán y a su oligarquía, dar medios de vida a su pueblo. Bien, proporcionando ellos mismos empleo (administraciones, trabajos públicos y fuerzas de seguridad). Bien, protegiendo a los pequeños y medianos comerciantes piadosos, la “casta del bazar”. Que forman el núcleo urbano de las clases “medias” del Islam. Bien, fomentando otros empleos, como los relacionados con las peregrinaciones y, hoy en día, el turismo. Esto es más necesario cuanto menor sea el “tejido industrial y financiero” de la sociedad. Las autoridades deben brindar sosiego a la sociedad y controlar su coste de la vida.

Mientras esto se cumpliese razonablemente, existía un flujo de lealtades y sincero entusiasmo de las clases populares hacia sus gobernantes naturales. Que se conseguía con la identificación anímica, por apropiación, del pueblo con el esplendor y la grandeza de sus jefes. Éstos encarnaban, de modo ideal y simbólico, el “Nosotros”. Mientras esta simbiosis de dirigentes y pueblo se mantuviese, éste estaba dispuesto a defenderlos y a nutrir las fuerzas armadas. Pero nadie daría un paso por un gobernante injusto, porque es la negación y la corrupción de su esencia y sus funciones vitales.

Resultado de imagen de al assad putin ¡Cómo se quieren…! ¡Cuánto se utilizan…!

Así, en Siria, el gobierno dinástico de los Hafez y Bashar al-Assad y su aparamenta política han dejado de formar hace mucho tiempo un régimen nacional. Ya que no representan, ni defienden, ni integran los intereses particulares y colectivos de su nación. Ahora sólo abanderan y protegen a los miembros de la amplia oligarquía socio religiosa, que acapara y distribuye, en distintos grados, el poder institucional, social y económico de Siria, cada vez más deteriorado. El régimen sirio está cristalizado, sin fluidez, tanto social como ideológicamente. Y se ha convertido en la cáscara de un “fruto socio político”, agostado, estéril y vacío. Permanece en el Poder, gracias a las ayudas militares de Irán y Rusia, que son potencias regionales ambiciosas. A las que Siria les puede resultar muy onerosa, tras la guerra, para lograr su recuperación socio económica. Rusia, con afanes de gran potencia, por su arsenal nuclear, sólo encuentra aliados desestructurados y esquilmados.

LA POLÍTICA NACIONAL ESPAÑOLA.

UN INSTRUMENTO ESTÉRIL E INEFICAZ

Introducción.

La dispersión e ineficacia que demuestran las autoridades en la compleja labor de aunar las voluntades populares y en implementar políticas claras de refuerzo de la unidad nacional y de control de las trasnochadas y fallidas ideas de disolución y sustitución de aquélla, tienen varias causas originales.

Una nación no se congrega y galvaniza, se reune y avanza con normas, leyes y reglamentos. Llamados a encorsertar jurídicamente la cosa pública. Una nación no se gobierna en épocas de peligros e incipientes decadencias solamente con las ideas y políticas económicas y contables. Que sólo sirven para crear y conservar la riqueza material. Pero que ni siquiera hoy en día pueden evitar la dureza y la crueldad de las fases de crisis y decadencia de los ciclos económicos sucesivos. Que literalmente pueden triturar la colaboración entre los estratos sociales y ahondar sus diferencias. Y esas políticas son aburridas, melindrosas y meaqueditas. Porque la actuación del dinero, que es su esencia, tiene esas cualidades naturales.

Resultado de imagen de montoro

Esto crea y define una política raquítica, defensiva y sin horizontes dignos de los mejores esfuerzos. Y, también, seria y cumplidora del deber. Como serias y cumplidoras fueron las presencias de Cervera, cuando le hundieron su flota en Santiago de Cuba y de Montojo, cuando le ocurrió lo mismo en Manila a su flota española del Pacífico.

La falta de virtudes en el ejercicio y el ejemplo del poder y de los gobernantes, han drenado y agostado a la derecha cabal del país, como instrumento político nacional.

Los intentos de secesión político social.

En el caso secesionista que tenemos frente al rostro y a estas alturas de su proceso de ruptura con la nación española, se nos presentan varias incógnitas sobre lo que tendríamos que hacer o ir haciendo. ¿Una acción eficaz preventiva sería útil o contraproducente? La parsimonia e inanidad, apoyada en el cumplimiento de las normas, que exhiben las autoridades nacionales, ¿nos permitirán, al menos, tomar a cambio futuras decisiones ventajosas?

El mismísimo presidente ya le ha dicho a su partido, que ya no hay crisis económica que arreglar. Y las encuestas van descontándoles votantes, que no parecen querer premiarles indefinidamente los resultados pasados. La memoria que alimenta el agradecimiento colectivo es frágil, interesada y voluble.

Entonces, los españoles tienen que ser convencidos por las ideas y actudes del PP, que deben votar también al partido cuando las cosas van económicamente bien. Pero eso será si perciben un PP radicalmente distinto al que ha gobernado hasta ahora. Capaz de ilusionarles y de impulsarles creíblemente, en unidad y cooperación, hacia el futuro social inmediato en paz y prosperidad.

Resultado de imagen de politica nacional española

Que no se diga solamente que en estos momentos, amparándose, apoyándose Y cubriéndose en la ley y sus posibilidades, el gobierno está tomando ya medidas legales contra los secesionistas. Porque quienes están aplicando la ley son los tribunales y fiscales, como corresponde al poder judicial. Y el gobierno, como poder ejecutivo, ejecuta muy poquito, en procurar su cumplimiento y dispersar las acciones hostiles contra la ley. También el 1 de noviembre del 2014 realizaron los secesionistas catalanes acciones contra la unidad de España y la soberanía de los españoles, que fueron de igual cualidad separatista e ilegal que las de ahora. Y la actitud y la actuación de la administración contra la consulta popular catalana de ese día, fue deplorable, escasa e ineficaz. La lenidad, la tolerancia y la dilación frente a los rebeldes, por parte de los ejecutivos nacionales, les hace estos también responsables parciales y cooperadores necesarios, no suficientes, en los delitos de lesas “nación, patria y soberanía” de aquellos malvados.

La prudencia, el aplomo y la postura caracterizando la cosa pública.

El refrán “meaquedito, caga poquito”, indica que a los cuitadillos no les pidas largos, grandes o importantes haceres. A los que miran con fruición los metros y los detalles del patio, no los lleves a recorrer muchos kilómetros de viaje.

El meaqueditismo tiene a la prudencia y a la paciencia como escudo protector y supuesto estandarte de valentía. Pero pocas veces un meaquedito se lanzará o tomará la iniciativa, porque querrá cubrir todas las apuestas o posibilidades. El riesgo necesario y presente para casi todas las acciones y empresas es su aversión esencial. Y su incapacidad íntima es la ausencia de carisma y liderazgo, fundamental para los conductores o líderes en los tiempos de crisis que vivimos. Pero esto, por vergüenza, nunca lo aceptará, ni hablará de ello. El meaquedito está cómodo en el embridaje de una sociedad bien controlada por leyes y reglamentos. Que le facilita el andar por carriles seguros hacia metas definidas.

La vocación profesional pública de los meaqueditos no es la de político, aunque muchas veces lo sean. Sus aspiraciones temperamentales son la de funcionarios sin mayores responsabilidades, buenos cumplidores de lo escrito y de lo mandado por los superiores. Para defender su posición y usar sus argumentos, el meaquedito suele ser un buen hablador o locutor. Él sabe que todas las posiciones son, al menos, medianamente defendibles. Y, usando de la palabra, como su instrumento en la dialéctica de voluntades con sus competidores, puede imponérseles. En los avatares de una sociedad tan reglada y definida, que no admite salidas de tono, golpes en la mesa, acelerones o brusquedades.

La Nación social y política.

Una nación es una sociedad de individuos dotada de una auto conciencia socio política. Colaboran a crearla y vertebrarla la historia, la tradición y las costumbres, y la lengua y el sentido moral propios. Y contribuyen en segundo lugar a ello la etnia y el territorio propios, que no siempre existen, especialmente la primera. Así, el territorio de un país no es una nación. Ni lo es la población inarticulada de un territorio bajo un único gobierno. Cuando la nación es amada por sus componentes y existe en ellos el deseo de servirla y defenderla en comunidad, aparece el concepto de la patria. Ambas ideas están interrelacionadas esencialmente. Y, la ausencia del patriotismo o la vergüenza de profesarlo por miembros de una “comunidad socio política”, lleva a la indefensión y a la desmembración de su nación, en mayor o menor grado, formando “grupos de individuos asociados”. No es de extrañar que sean las Fuerzas de Defensa de una nación, como instituciones y en sus miembros, las que enarbolen, enseñen y profesen el patriotismo como una de sus virtudes esenciales. Las Fuerzas de Defensa de una nación son el conjunto especializado de los “nacionales o patriotas” para la Defensa beligerante y cabal de su “nación patria”.

Resultado de imagen de bandera española

Nuestras fortalezas ideológicas y sociales.

Los ataques de agentes ideológicos externos, lejos de apiñarnos en torno a la patria amenazada, nos enfrentan y, hasta, nos dividen más. Porque nuestra Política es mediocre, envidiosa y cortoplacista en objetivos. Y nuestra sociedad invertebrada es una sumatoria de seres y grupos aislados, sin un norte común y pesarosos del bien ajeno muchos de ellos.

Nuestra civilización mayoritaria convive con otras en el mismo suelo. Pero eso no quiere decir que no podamos tener unas virtudes sociales comunes. Las virtudes son los valores permanentes e indefinidos de un grupo humano. Y, junto con las creencias que se profesan, son los parámetros definitorios de una sociedad. Así, su observancia y respeto unánimes fomentan en gran parte la creación y la integración del grupo social. De todas las decadencias y problemas sociales solamente se puede salir fortaleciéndonos los valores y virtudes.

Éstas últimas son las “bondades y cualidades” humanas de referencia, apreciadas y valoradas permanentemente por las sociedades y los grupos humanos. Las virtudes humanas son muy estables en el tiempo. Los valores son las “cualidades y bondades” humanas, estimadas de forma temporal y/o local por algunas sociedades o grupos humanos. Y, principalmente, en virtud de su idiosincrasia, condiciones de vida y presiones recibidas desde el exterior. Los valores culturales y sociales suelen ir evolucionando con las contingencias, los desplazamientos y las fortunas de las sociedades humanas. Por ejemplo, para los blancos de Suráfrica, la beligerancia activa fue un valor cultural y social necesario e imprescindible durante décadas. Para mantener su independencia y su dominio, frente a la mayoría negra en la que estaban embebidos.

Las virtudes son aportadas principalmente por las religiones más elaboradas, y por los discursos de Cicerón y los Diálogos de Platón, dentro de nuestra extensa cultura occidental. Podemos citar las principales y evidentes, que están embebidas y asumidas en el alma humana, sin buscar ser exhaustivos, sino demostrativos:

Aprecio de la familia, el clan, la tribu, la nación, la amistad y los forasteros amables y curiosos que llegan a nuestro entorno. Es el “entorno vital” que nos sustenta y es soportado por todos, nuestro “humus social” fértil, rico en capacidades y matices  e imprescindible.

Necesidad de punición de las conductas que se aparten suficientemente de las normas sociales. Para evitar la venganza libre, excesiva o desordenada, disuadir a los posibles contraventores, satisfacer en justicia las injurias y los daños y reformar las conductas erradas. Cuando esta “virtud” es complaciente o deficiente, se abre inevitablemente el camino a la injuria personal o colectiva y a la necesidad imperiosa y vital de tomar venganza. Venganza que, por tender a los máximos (como diría Karl von Clausewitz) y estar alimentada por la injusticia y la cólera, se apoyará y seguirá la Ley del Talión.

Necesidad de la educación, como marchamo del buen hacer y de la ciudadanía sociales. Y de la formación, como conjunto de los conocimientos y habilidades profesionales, necesarios para el servicio a la familia y a la sociedad, con el ejercicio de un medio de vida digno y suficiente.

Aprecio del respeto y del culto a la divinidad, como reconocimiento y veneración del Ser Necesario que nos crea, nos sostiene y, en algunos casos, nos ayuda directamente. Esto se concreta, según la educación, la cultura y el ambiente social vividos, en distintos credos y religiones.

Valoración de los distintos deberes a cumplir como contrapartida necesaria, vital y social de los varios derechos a recibir. Valoración de la sobriedad, el esfuerzo, el ahorro, el compromiso, y el trabajo como factores y parámetros necesarios para la consecución progresiva y justa de los objetivos personales y colectivos humanos.

Y son nuestros valores y virtudes reconocidos, retomados y reafirmados, los que verdaderamente nos darán la fuerza y la ilusión para superar los tiempos de decadencia.

Y no olvidemos la función esencial de mando, gestión, impulso y ejemplo de las autoridades y los dirigentes sociales de todo tipo, presentes en los hogares las escuelas, las iglesias, los partidos políticos, los sindicatos, los centros de trabajo, las asociaciones en general, etc. Éstos son los núcleos de la actividad colectiva de la sociedad. En los tiempos difíciles, elos deben actuar mucho más desde el ejemplo. Los valores y las virtudes no pueden verse como algo artificial y remoto, sin conexión real con un código práctico, vivido y conocido. Tienen que ser percibidos y aceptados por los ciudadanos, para que puedan seguirlos. Y no pueden ser imposiciones de normas, códigos y reglamentos fríos, dictados desde una supuesta cúspide moral e intelectual de la sociedad.

Nuestros mandos gestionan, pero el impulso que recibimos de ellos es débil e ineficaz; mandan débilmente, decidiendo para ello todo lo colectivamente que pueden; y su ejemplo no es apreciado, ni tomado como merecedor de la emulación y el seguimiento. Sin biología no hay familia, ni mucho menos existirá sociedad. ¿Son fértiles y sólidas las familias de los jefes sociales?

Líderes ejemplares que se apartaron de sus posiciones públicas.

Hablaremos de líderes de la derecha, retirados de la vida pública por desavenencias ideológicas con sus compañeros. O por apreciar que no existían entonces las condiciones sociopolíticas que les permitieran llevar a cabo sus creencias e ideales. En la izquierda española creemos que a sus mandos solamente la enfermedad crónica o grave y la edad ineludible les han apartado de los deberes de su cargo.

Sólo recordamos el caso de Gerardo Iglesias, que fue elegido secretario general del PCE en noviembre de 1982, defendiendo entonces las ideas renovadoras de los camaradas recién purgados. Por ello, se enfrentó a los llamados eurocomunistas de Carrillo, buscando la integración de los distintos grupos comunistas existentes. Participó en la creación de Izquierda Unida en 1986, siendo elegido su Coordinador General. En 1988, renunció a todos sus cargos en el XII congreso del PCE, siendo sustituído progresivamente en ellos por Anguita. Iglesias, que estaba en excedencia, se incorporó posteriormente a su puesto de minero.

Esta selección, sacada de lo que podemos detectar y vislumbrar, es un ejemplo y resumen. Representa lo que sería un afloramiento rocoso, la parte no sumergida del iceberg, de todas las innumerables personas que en política se esfuerzan por mantener y mostrar una posición coherente con un ideario ejemplar y cabal.

Resultado de imagen de mayor oreja politico

Jaime Mayor Oreja es quizás el paradigma de todos los mandos que en la derecha se han retirado de la palestra pública. Su categoría se la dan sus características: conocimientos, bagaje ejemplar y moral, posiciones ocupadas en la vida pública, relaciones y edad. Mayor Oreja tiene una sólida formación política de raíces cristianas. Siempre señaló y condenó la estrategia disolvente, secesionista y comunista de ETA. Que actuaba, según él, acomodándose tácticamente a los cambios de poder en Madrid y usando diversas actitudes e imágenes.

Sin enfrentarse nunca al poder del PP, ha mantenido una clara y seria trayectoria política. Condenando, así, por ejemplo, el aborto, como “algo propio de los bolcheviques”, y la eutanasia, que “es una vieja receta de los totalitarismos que asolaron Europa en la primera mitad del siglo XX”. Nunca condenó al franquismo en su totalidad y con motivo de la ley de la Memoria Histórica, en la crisis de 2008, alertó de los riesgos que ya amenazaban la concordia y la unidad de España. Su ideología inspiró el ideario de María San Gil, compañera del PP vasco.

Alejo Vidal Quadras fue presidente del PP de Cataluña desde 1991. En los comicios autonómicos de 1995 su formación obtuvo 17 diputados y la mayor cifra de sufragios populares hasta hoy. Por el pacto del Majestic (el hotel del Paseo de Gracia, en Barcelona) entre Convergencia y Unión y el PP, que permitió la investidura de Aznar como Presidente del Gobierno de España (en la 6ª legislatura de la democracia actual, 1996 a 2000), fue inmolado por el PP de sus cargos en Cataluña. Vidal Quadras fue reubicado como eurodiputado del PP. Y fue vicepresidente del Parlamento Europeo. Actualmente milita en el pequeño partido regeneracionista VOX.

María San Gil inicia su actividad política en 1991 en el PP guipuzcoano. Cuando comía con Gregorio Ordóñez, primer teniente de alcalde de San Sebastían, el 23 de enero de 1995, presenció el asesinato de éste por un comando de ETA en un restaurante de esa capital. A fines de 2004 era presidenta del PP en el País Vasco.

En mayo de 2008, tras la crisis interna del PP al perder las elecciones generales, presenta su dimisión como presidenta y diputada del PP en el País Vasco. Los motivos fueron las fuertes discrepancias con el fondo y las formas del PP de Mariano Rajoy.

José Antonio Ortega Lara era un funcionario de prisiones en el centro penitenciario de Logroño. A primeros de 1996 fue secuestrado en su casa de Burgos por ETA. Y permaneció así, en condiciones deplorables, por más de 500 días. Hasta que fue liberado in extremis por la Guardia Civil. Se jubiló anticipadamente a finales de 1997, iniciando una carrera política en el PP.

Siempre mantuvo una línea de defensa de los valores democráticos de la familia, de la unidad de España y de su fortaleza y de lucha contra los terroristas de ETA. En la crisis del PP de la primavera de 2008, anunció su baja del partido por sus diferencias ideológicas con él. En 2014 se unió al partido VOX.

Las Emboscadas contra Patrullas y Unidades Militares.

Introducción.

Una de las tareas principales de los militares de las Fuerzas Internacionales de Apoyo a la Seguridad, desplegadas en el Suroeste de Asia, es el patrullaje motorizado por los caminos polvorientos que entrecruzan la zona de influencia de sus acuartelamientos. Estas zonas casi carecen de carreteras asfaltadas. Y cuando las hay, no son gran cosa. Las capas de asfalto tienen un par de dedos de espesor; y los calores las ablandan y se forman fácilmente baches y burbujas. No es aquél un patrullaje agresivo. Es un patrullaje de exhibición, rutina y enlace visual y logístico entre las posiciones militares principales y secundarias y con los núcleos de población cercanos.

Cuando los militares piensan que puede haber problemas, reciben el apoyo de la observación aérea. Son aviones de exploración no tripulados (los UAV, por sus siglas en inglés), cuyo uso se extiende en estos conflictos asimétricos. Algunos pueden detectar (en condiciones ideales) a 5 mil metros si una persona va armada. Los estadounidenses usan el modelo Predator (éste va también armado) y el Searcher (sin capacidad de ataque), pudiendo ambos operar hasta los 350 km de su base.

Resultado de imagen de Guerrillas sunníes GUERRILLAS IRAQUÍES SUNNÍES «JAISHALADL» POSANDO…

En algunos casos, los insurrectos y bandidos locales se han atrevido a atacar a alguna de las columnas militares de marcha desde posiciones fijas y espaciadas, formando una franja o luneta como una media luna, que abrazaban el camino de marcha. Su problema es que las armas rebeldes son de tiro tenso y sus posiciones se sitúan en la pendiente anterior. Por tanto, los “vehículos blindados ligeros armados” de la infantería extranjera pueden trabar combate ventajosamente con los guerrilleros en sus pozos de tirador, pequeñas trincheras y pliegues del terreno reforzados. En efecto, sus sistemas de adquisición de blancos y control de fuego les permitían la selección y la precisión de sus fuegos ametralladores contra los blancos puntuales de los rebeldes irregulares. Y les obligan a retroceder y a esconderse en las aldeas más cercanas.

Hay otros muchos más casos en que los insurrectos utilizan sus artificios explosivos artesanales (en inglés, los “improvised explosive devices”) en los caminos recorridos por los militares en patrulla. Los suelen colocar generalmente partiendo desde las aldeas cercanas, como su base improvisada operativa adelantada, y aprovechando la ocultación y el amparo de las noches. Se les tiene mucho miedo a estos artificios, famosos ya desde la posguerra de Irak en 2003. Porque son inesperados, impredecibles y difíciles de detectar (pueden estar en el camino que ayer se recorrió y examinó), enervantes (la perspectiva anímica de la posible, aunque improbable explosión, grava mucho más que la probabilidad real de los daños del ataque) y ponen a los hombres en la defensa pasiva y a la espera. Sabiendo que no se toman medidas activas para evitarlos.

Resultado de imagen de improvised explosive devices

Las cargas huecas explosivas, que forman la mayoría de esos artificios, atacan el bajo vientre de los vehículos militares extranjeros, su parte más vulnerable y menos protegida. Ahí no pueden llevar las cargas reactivas de repulsión o un blindaje múltiple con cerámicas que usan los cascos de los tanques. Se calcula que los insurrectos talibanes, de al-Qaeda y del Estado Islámico en Afganistán, pueden colocar y activar durante un año más de 10 mil de estas minas artesanales. Algunos corresponsales llaman a esos artificios, el arma más efectiva de la insurgencia. Aunque son, en su conjunto operativo, como un inmenso campo de minas, pero que no se colocan simultáneamente, y superextendido, improbable y sin estar cubierto por el fuego enemigo.

Las Tácticas y Técnicas para Eliminar el Peligro de las Emboscadas y Trampas Explosivas en los Caminos.

Hay varias, unas pasivas o reactivas y otras activas, asumiendo la iniciativa y la agresividad contra insurrectos peor preparados y entrenados que los militares. Todas son “defensivas”. Desde que el Ministerio de la Guerra pasó antaño a denominarse de las Fuerzas Armadas y, por último, más modernamente, de la Defensa, todo es “defensa”.

Entre las pasivas pueden estar el incrementar el reconocimiento visual de los caminos, en los suelos de aquéllos, observando protuberancias y cambios de color que no correspondan. Los “tiempos de recorrido” de las columnas disminuirían bastante. Hay que recorrer aquéllos más despacio, mirando al suelo y oteando el horizonte, buscando también observadores al descuido, no muy lejanos. No suelen usar activadores de cables. Estos son caros y pesan, y los rebeldes están en zonas aisladas y la logística es débil y complicada.

Los artefactos se activan generalmente por la presión del vehículo o por un emisor de frecuencia y alcance dados; puede servir hasta un dispositivo de apertura de puertas. Con sus inhibidores de frecuencia, los militares intentan contrarrestar las ondas de radio de las frecuencias probables usadas en la zona. Siendo los emisores más caros y complicados, cuanto más alcance, potencia y gama de frecuencias usen. Es el juego del gato y el ratón. El problema es que los guerrilleros de un área reciban un emisor activador que use una frecuencia imprevista.

También las columnas podrían ser hostilizadas con fuego de mortero registrado durante los altos que hicieran para confirmar o eliminar algún posible artificio, ya que algunos podrían ser simulados.

Resultado de imagen GENERAL VALERIANO WEYLER.

Otro medio sería trasladarse por fuera de los caminos, campo a través. Para los vehículos a rueda, esto no siempre es posible. Y, además, el desgaste de las piezas y el consumo de combustible aumentan mucho, como también los horarios de marcha. Al mismo tiempo, disminuye la comodidad y aumenta el cansancio de los viajeros en misiones de patrullaje largas y/o rutinarias.

Que no se diga que es imposible o muy difícil. Ya que esto fue lo que hizo el general Valeriano Weyler, para espantar a los “mambises” cubanos de las cercanías de los caminos y veredas tropicales. El 10 de febrero de 1896, el general se hacía cargo del gobierno de Cuba y de la jefatura del ejército español estacionado en ella. El presidente del Consejo de Ministros, Antonio Cánovas del Castillo, restaurador de la monarquía borbónica, propugnaba la política de mantener la dominación colonial en Cuba, hasta “sacrificar el último hombre y la última peseta”. Y nombró a Weyler para los cargos citados, en sustitución del general Arsenio Martínez Campos, el pacificador de la guerra de 1968 a 1978. Que fracasó esta vez en acercar posiciones con los rebeldes en armas.

Imagen relacionada GENERAL ARSENIO MARTÍNEZ CAMPOS.

Los guerrilleros cubanos, en esta nueva guerra, aprovechaban la ocultación de la “manigua” y su cercanía a los caminos, para hostilizar con fuego de fusilería a la columnas y causarles algunas bajas, sin empeñarse en la lucha. Weyler pronto diseñó la técnica de rechazo del enemigo. Una exploración con capacidad de combate se adelantaba convenientemente a las columnas españolas en marcha. Se trasladaba por las maniguas (matorrales autóctonos) que circundaban a las vías de marcha, sin alejarse excesivamente del camino. Los mambises o rebeldes, formando fuerzas de hostigamiento variables y escasas, eran así levantados de sus posiciones y ahuyentados de las fuerzas principales españolas.

Particularidades de las zonas montañosas y sus habitantes.

Las áreas montañosas de la región geopolítica del Suroeste de Asia son especialmente peligrosas para las unidades extranjeras en maniobra de cualquier tamaño. Las estribaciones de las alturas están cruzadas frecuentemente por wadis o cauces estacionalmente secos de arroyuelos y veneros. En ellos puede ocultarse un grupo de hombres. Que no se harán visibles hasta que surja su oportunidad de hostigamiento por el fuego, desde posiciones rápidamente reforzadas y camufladas, de las unidades militares. O tengan una escaramuza de encuentro con algún grupo que se asome a la hondonada sin precauciones.

También es fácil acercarse a algún afloramiento rocoso, adornado o no por un pequeño matorral espinoso, sin detectar tras él algunos enemigos agazapados y pacientes. Que atacarán al descuido a los soldados, usando sus cuchillos o alfanjes. Incluso, cuando los hombres regresan al camino principal, tras establecer y mantener una posición de defensa para proteger la marcha de su columna principal, dándoles la espalda.

Las tribus que las habitan tienen como características en su identidad y costumbres, la belicosidad y las reyertas intertribales. Las más importantes y extendidas son la etnia pashtún y los baluchis.

La sorpresa, que es un multiplicador eficaz de la “capacidad de combate” específica de una unidad dada, es empleada continua y sistemáticamente por los combatientes irregulares. Así, ocurre que, “por este valle amplio, ocre y árido, nunca nos han atacado”, porque las montañas que lo enmarcan están a 300 o 400 m. en el horizonte. Bueno, pues hoy te van a atacar con ráfagas cortas (2 a 6 disparos) de ametralladora con bípode, cuando avances confiado y desparramado por aquel valle anodino y conocido. Sin molestarte por establecer la seguridad de marcha con piquetes, que protejan a la columna principal. Y ofreciéndole múltiples pequeños blancos al enemigo tenaz, curtido y venenoso.

Tácticas militares en la lucha contrainsurgencia.

Por fin, existen tácticas y técnicas específicas para la lucha contra rebeldes irregulares, que pueden ser empleadas aquí. Ellas buscan mantener la iniciativa, la creatividad y la ley de la acción de nuestra parte. Se trata del empleo independiente de pequeñas unidades de infantería ligera (en principio, tipo pelotón o escuadra) en tareas de exploración y de ataque a las bandas enemigas. Para la defensa de las comunicaciones propias, pueden emplearse agresivamente contra las bandas que las hostigan o que las obstaculizan (los artificios son como minas más dispersas y selectivas).

Por ejemplo, se pueden internar y ocultar en un sector donde las bandas islamistas o de bandidos locales estén activas. En la noche, cuando aquéllas suelen colocar en los caminos sus artificios explosivos, las atacarán desconsideradamente (con la máxima sorpresa y para el mayor efecto). Esto exige de todos los hombres de las patrullas: formación, motivación, compromiso con la misión, entrenamiento específico, iniciativa, creatividad, autosuficiencia, sobriedad, paciencia, serenidad, alerta de los sentidos, silencio y quietud.

Una ventaja que multiplicará la capacidad de combate de la patrulla militar, reside en que estas bandas descuidan su seguridad en lo que creen que es su retaguardia. Una vez que se ha producido un combate con los insurrectos, la patrulla debe ser extraída o volver a sus cuarteles. Para descansar, informar, volver a entrenarse, ser equipada y trasladarse a otro sector, cuando proceda, en otra misión.

Epílogo.

Toda emboscada que resulta efectiva implica un fallo, una deficiencia, un descuido en la seguridad del atacado. La rutina de las acciones; la molicie de los hombres; la suficiencia y el engreimiento de los mandos directos y superiores; la escasa formación de los soldados; la insuficiente motivación de todos los militares y su falta de compromiso con las tareas o misiones. Ellos constituyen graves defectos de partida para la creación y el mantenimiento de una seguridad de marcha eficaz. En las patrullas de reconocimiento y de combate y en los movimientos de las unidades y pequeñas unidades.

Y, aunque la seguridad no figure frecuentemente en las “listas” de los principios de la guerra, especialmente en las más cortas, la seguridad ha llegado para quedarse. Y el incumplimiento de este principio afectará en mayor o menor grado y extensión a la eficacia de los demás “principios compañeros o socios”. Ya que el conjunto de los principios forma un grupo holístico, sinérgico, concurrente y convergente sobre las acciones militares. Definiendo todos simultáneamente el “qué hacer” en la guerra o en el conflicto armado.

EN BUSCA DE LA EXCELENCIA MILITAR.

UNA TEORÍA INCOMPLETA Y SESGADA.

El autor, citado abajo, realiza una crítica metódica y profunda de las distintas formas de lucha en cada una de las épocas históricas.

Es especialmente duro y mordaz con la forma de lucha de los alemanes durante la II guerra mundial. Su objetivo es degradarla y empequeñecerla, para restarle enjundia y validez en la historia de las operaciones terrestres. Privando así a la evolución de la teoría estadounidense sobre dichas operaciones, de cualquier influencia o deuda intelectuales con la doctrina de la guerra alemana.

A la que el autor considera más oportunista y táctica, que cabal y científica. Y opina que fue favorecida en sus resultados por las carencias y los errores de sus enemigos. Es posible que un análisis académico de la forma de lucha alemana, se acerque a rendir ese veredicto.

Pero, la evidencia es la piedra de toque de la realidad sin apariencias. Y el caso es que los alemanes triunfaron amplia y extensamente con aquella, durante la primera etapa de la II guerra mundial en Europa: 1939 a 1942. Durante la cual, sus enemigos pudieron aprender de las tácticas, técnicas y de la estrategia operativa alemana. Ya que se prolongó demasiado en el tiempo, al multiplicarse los teatros de la guerra.

Imagen relacionada

Y que, en la última fase de la guerra: 1943-1945, los alemanes fueron sobrepasados, abrumados y, finalmente, derrotados. A lo que contribuyeron las diferencias cualitativas y cuantitativas en los flujos logísticos, que apoyaron a los dos bandos; la enorme sangría de los mandos y cuadros alemanes, que resultó irrecuperable y mermó las cualidades de sus unidades; y la demografía cuantitativa de los Aliados.

Shimon Naveh concede amplia calidad y estima a la doctrina militar de los soviéticos. Que considera científica, porque seguía un proceso lineal de argumentos, lógica y resultados (que durante mucho tiempo, fueron sólo ansiados o previstos). Y que se adaptaba y guiaba específica y realmente, a un ejército de masas, poco instruido y nutrido por una demografía apabullante. Que siempre tuvo un apoyo logístico insuficiente, cuando no era precario. La mecanización de la infantería para colaborar con los tanques, fue siempre un anhelo y una esperanza, más que una capacidad media real.

Resultado de imagen de germany military power ww2

En los primeros tiempos tras la revolución bolchevique, incluso dirigidos por el joven teórico de la maniobra profunda, general Mijail Tujachevski, los ejércitos rusos recordaban en sus marchas, a “hordas lentas y esquilmadoras”. Que vivían para el sustento del territorio por el que avanzaban, propio o extraño. Los hombres más instruídos relativamente, siempre escasos, eran alistados en las armas técnicas, artillería, ingenieros, aviación. O en las más eficaces y necesarias para la penetración y la explotación de la retaguardia operativa enemiga, tanques, infantería de la Guardia.

Por último, Shimon Naveh concentra sus esfuerzos, resumen y alabanzas en el largo proceso de desarrollo de la doctrina estadounidense Air Land Battle y sus siguientes actualizaciones. Cuyas bondades y eficacia se materializaron en la ofensiva aérea y terrestre contra el régimen iraquí en la guerra del golfo de 1991, buscando la liberación de Kuwait del poder de Saddam Hussein. Guerra que fue la piedra de toque de aquella doctrina supuestamente culminada.

Iniciada la ofensiva terrestre, las fuerzas estadounidensesy sus aliados se enfrentaron con rapidez con prácticamente todas las fuerzas iraquíes que ocupaban y defendían Kuwait. Desde el golfo Pérsico actuaron las fuerzas navales, amenazando con un desembarco anfibio en las estrechas costas del emirato. Por el sur, los marines se encargaron de fijar a las fuerzas iraquíes del flanco sur de la defensa. Confirmando así, para los iraquíes que el frente de ataque de los aliados serían el sur y el este.

Resultado de imagen de soviet polish war LA GUERRA RUSO POLACA DE 1920.

Pero, al sur de Irak/Kuwait, el grueso mecanizado de los aliados penetró en tromba a lo largo del frente occidental del despliegue iraquí. Para seguidamente dividirse este despliegue aliado en varias puntas de avance, sobre todas las unidades iraquíes de ese flanco.

La campaña era una gran operación de atrición del más fuerte contra el fuerte, por los mayores medios tecnológicos y capacidades de los aliados. Donde se buscó, al estilo soviético, un ataque simultáneo a todos los escalones del orden de batalla enemigo y en la profundidad de su despliegue defensivo rígido. En el sur de éste existían divisiones blindadas o motorizadas iraquíes, dispuestas a contraatacar cualquier penetración aliada. Hacia el centro y norte, estaba el grueso de la Guardia Republicana, dispuesta a contraatacar cualquier acción operativa aliada.

Las concentraciones, las maniobras, las acciones no buscaban, ni tenían, un centro de gravedad del esfuerzo. Que fuera definido sucesivamente y aplicado conforme se desarrollaba la campaña. Sino que, sirviéndose de las ventajas ya citadas, las fuerzas aliadas buscaban enmpeñar, fijar y arrollar a las unidades enemigas a su alcance, de una forma directa y casi conjunta. Creando realmente así, una batalla de cerco y aniquilación, de la familia de Cannas y Tannenberg, donde la liquidación del cerco se hacía por partes y era uniformemente acelerada en el tiempo.

Resultado de imagen de soviet polish war ARROLLANDO LAS HORDAS SOVIÉTICAS.

Las divisiones iraquíes al este estaban sometidas al control central y directo de Saddam Hussein y su Estado Mayor. Que las privaban de iniciativa, flexibilidad y libertad de acción. Si no, algunos cuerpos o divisiones de los Aliados hubieran podido ser puestos en dificultades por la actuación de alguna gran unidad iraquí. Tras iniciarse el ataque terrestre y gozando los aliados de la supremacía aérea, solamente se ocultó a los iraquíes, privados de la exploración operativa, la maniobra envolvente de los aliados por el oeste, hacia su retaguardia.

La Estrategia operativa en la Guerra Irregular.

Naveh, sin embargo, no se acerca, ni mucho menos se interna y analiza, un tipo de guerra que ya existía desde mucho tiempo atrás. Antes de la génesis y maduración de la estrategia operativa estadounidense. Y que es la guerra de guerrillas, palabra tomada del español por todos los idiomas. A la que, pomposamente, le llaman guerra de IV generación los anglosajones. Aunque es casi tan antigua como el conflicto humano. Los ejército modernos tecnológicos encuentran dificultades para enfrentarse a esa forma de lucha. Empleando los medios, la doctrina y sus reglamentos, el orden de batalla y los entrenamientos de que están dotados.

La guerra de guerrillas es sinónimo de conflicto prolongado y enraizado en la sociedad civil, donde aparece y se desarrolla. Es de baja intensidad militar, salvo en su última etapa (si la alcanza) y de gran politización y polarización ideológicas de los rivales. Estas características hacen que inevitablemente los civiles estén involucrados en ella y que el conflicto militar sea arbitrario, duro y cruel. Se enfrentan posiciones e intereses antagónicos, que, en el uso de la violencia, derivan hacia los límites de ella y del sufrimiento de quienes la padecen y protagonizan.

Naveh podría hablar de la aplicación de la estrategia operativa en la guerra de guerrillas. O empleada en la dirección y las operaciones de las unidades de élite (marines, rangers, SEALs, cazadores, etc.) que realizan misiones de contrainsurgencia. Aquí, los centros de gravedad de los esfuerzos, coordinados globalmente, abarcan los ámbitos económico, militar, político y social. Y existirán en estos campos y serán aplicados de una manera armónica, conjunta y coordinada. Trabajando para un esfuerzo común y convergente, empleando distintas combinaciones de medios en los distintos casos que se presenten.

Existirá un mando central anti insurgencia que debe conjugar y dirigir los esfuerzos, medios y actuaciones. De acuerdo con la especialización de los medios que actúen, las acciones y los objetivos que se busquen en cada uno de los citados niveles o campos de acción. Una característica de los actos y sus efectos es que deben ser convergentes. Buscando la multiplicación e incremento de éstos y la sinergia de los primeros. Así, en cualquier acción, a partir de un nivel de efectivos, de presupuesto o de resultados buscados, intervendrá el Mando Contrainsurgencia.

Como ejemplos, en el ámbito militar serán centros de gravedad las bases semipermanentes, las comunicaciones entre las bandas y con los paisanos, incluyendo las logísticas, y los movimientos de las partidas rebeldes. La defensa estática se mantendrá en los centros y medios necesarios para el esfuerzo de guerra. Los otros deberán defenderse por un sistema de guarniciones de defensa del territorio. Que será apoyado por un sistema militar de patrullas móviles y de la aviación de reconocimiento y de ataque a tierra. Las unidades especiales realizarán incursiones profundas de ataque, exploración y hostigamiento en las áreas en disputa con las guerrillas o en poder de éstas.

LA GUERRA DE MANIOBRAS. EL CONCEPTO DE LA BATALLA AÉREO TERRESTRE MODERNA. SEGUNDA PARTE.

UNA INTERPRETACIÓN DEL MARISCAL ERICH VON MANSTEIN.

 

(CONTINUACIÓN)

 

Resultados del contraataque alemán y su trascendencia.

El botín fue, sin embargo, escaso. Von Manstein declara unos 23.000 soldados soviéticos muertos y unos 9.000 capturados. En material fue bastante mejor: se capturaron unos 615 tanques (probablemente en gran parte por recuperación), 354 cañones de campaña, 69 piezas antiaéreas y más de 600 ametralladoras y morteros. Recordemos que no se podía conseguir un cerco (por más que von Manstein se disculpe de ello, aludiendo a que, debido al frío, sus soldados se agrupaban en los núcleos de población para pernoctar, dejando amplios espacios y líneas sin cubrir) y que los soldados soviéticos abandonaban el equipo pesado y se retiraban. Esto ocurría en parte porque eran tropas escogidas y, en parte, porque la guerra era sin cuartel.

CORONEL JOHN BOYD, UN TEÓRICO ESTADOUNIDENSE DE LA GUERRA DE MANIOBRAS.

A primeros de marzo el 48 cuerpo panzer presionó al este de Kharkov y el cuerpo panzer de las SS (general Halder) se encargó de recuperar la sufrida ciudad para los alemanes.

Para mediados de mes, los alemanes tenían un frente defensivo resistente desde Tangarov a Belgorod, apoyado en el Mius y el Donetz. Y contaban en el sur de Rusia con reservas móviles suficientes para rechazar posibles rupturas operativas en la zona.

Podemos indicar ahora que en 1.944 los soviéticos tenían 26 cuerpos de tanques y 11 cuerpos mecanizados. Parte de ellos se integraban formando hasta 6 ejércitos de tanques: integrado cada uno por dos cuerpos de tanques y un cuerpo mecanizado (mayor y más equilibrado en infantería y artillería), generalmente. Algunos cuerpos mecanizados eran unidos a un cuerpo de caballería, resultando una gran unidad parecida en capacidad al ejército de tanques, pero con menos blindados y más movilidad en terrenos de difícil transitabilidad (pantanos, montañas). Éstos fueron empleados principalmente para explotar la ruptura en los terrenos pantanosos del sur de la URSS, aunque nunca coexistieron más de dos o tres en el orden de batalla del ejército soviético.

WILLIAM LIND, UN TEÓRICO CIVIL.

Por ello, la destrucción de los 6 cuerpos de tanques del frente del suroeste (especialmente equipado en fuerzas móviles para esta operación), al desarticularlos de sus masas de apoyo, fue una operación especialmente destacable, trascendente, provechosa y muy poco costosa para los alemanes.

Además, en su avance hacia Kharkov, los cuerpos panzer de las SS y 48 aplastaron sobre la marcha al 3er. Ejército de tanques del teniente general Ribalko entre los días 1 y 5 de marzo. Éste había sido insertado buscando aliviar a las fuerzas del 6º ejército de infantería y había continuado avanzando en la profundidad hacia dicha ciudad, que atraía entonces todos los esfuerzos de ambos bandos.

Ante todos estos resultados de las fuerzas móviles soviéticas y sus proporcionalmente gravísimas pérdidas, no son de extrañar el brusco pesimismo y el cambio de actitud de Stalin, buscando temporalmente la mediación de Suecia en la guerra.

Sin embargo, el avance sobre Belgorod, perfilando el saliente de Kursk dentro del territorio ocupado por Alemania, selló el objetivo de la campaña estratégica de verano del ejército alemán. Era el momento en el que los acontecimientos precitados le habían devuelto la iniciativa estratégica a éste, al nivel casi del teatro de operaciones.

Pero el inicio el 5 de Julio de dicha campaña, por retrasada con relación a los triunfos de von Manstein y por evidente, concedió tiempo a los soviéticos a que se fortificaran extensamente, estableciendo regiones fortificadas al nivel de frente, y a reunir y organizar una potente fuerza de contraataque, al norte y al sur de dicho saliente, integrada por varios frentes o grupos de ejércitos. El desembarco aliado en Sicilia el día 10 del mismo mes abortó el ya desastroso resultado de la operación Ciudadela para la Wehrmatch. Nunca recuperarían más los alemanes la iniciativa estratégica en el frente oriental.

GENERAL DONN STARRY, JEFE DEL TRADOC DEL EJÉRCITO ESTADOUNIDENSE.

¿Es posible evitar lo que le ocurrió al grupo Popov y con él a los planes estratégicos soviéticos de la campaña de invierno de 1.942 y a la iniciativa estratégica soviética, al menos en el teatro del sur de la U.R.S.S.?

Es posible.

Hemos observado, en paralelo y en muy segundo plano con los hechos clave, el engolfamiento (meterse mucho en…), el regodeo (deleitarse con…) y la fijación (el prescindir de otros argumentos sensatos) de Stalin, en relación con los resultados que se prometía con las operaciones impulsadas por los cuerpos móviles del frente del suroeste del general Vatutin.

Probablemente el general Vatutin, uno de los mejores jefes de campo del ejército soviético, malogrado a manos de guerrilleros ucranianos libres (antisoviéticos), participaba en mucho menor grado de ese encantamiento. Pero también probablemente el delegado de la Stavka para esas cruciales operaciones (¿Zhukov, Vasilevsky?) se encargaba eficazmente de recordarle la trascendencia que para el Comandante Supremo y para el pueblo soviético tenían aquéllas.

Hitler con poco espacio de tiempo de separación, tuvo también una gran fijación en Stalingrado, que le llevó a dilapidar la capacidad de su mejor Gran Unidad (el 6º ejército) en una lucha callejera de empujes compensados, en una confrontación de fuerza contra fuerza. Con sus enemigos dispuestos a la defensa estática, para lo que estaban mucho mejor dotados que los alemanes, en la gigantesca fortaleza que supone una ciudad. Lucha en la que no contaba para nada la excelente capacidad de movimiento operativo alemana y su virtuosismo en la maniobra operativa dislocante. Lo que reducía el esfuerzo a una terrible atrición de hombre por hombre y máquina por máquina. Donde la búsqueda de la decisión, como un espejismo siniestro, se tragaba toda la capacidad de combate que sucesivamente se iba empeñando.

Si la línea de comunicaciones (ramificada) es tan crucial, es necesario protegerla adecuadamente. Pero esta verdad de perogrullo, la opacan y la difuminan los deseos de los hombres de más mando.

Veamos posibilidades de defensa del sector de avance que contiene dicha línea.

Independientemente de los dispositivos de avance que adopten los grupos móviles y su masa de apoyo (el grueso de las fuerzas), que deben incluir los elementos de seguridad adecuados para las marchas en terreno enemigo, todos deben adelantar “destacamentos avanzados”. La misión general de un destacamento avanzado es vencer pequeñas resistencias tácticas, ocupar por adelantado posiciones clave de cruces, puertos de montaña, desfiladeros, garantizando a todo su “grupo” el pleno empleo de su capacidad de movimiento operativo.

Éstos estarán integrados por un 15-30% de las fuerzas que los destacan y contarán con capacidades de movimiento operativo y de combate suficientes. Su distancia al grupo que lo destaca será función de la transitabilidad del terreno y de las capacidades e intenciones del enemigo en la zona de operaciones.

Su misión específica en la defensa citada es la de servir de “goznes estables” entre los despliegues de las grandes unidades, facilitando y protegiendo los movimientos de fuerzas y los abastecimientos entre ellas.

Si la masa de apoyo es demasiado lenta para seguir razonablemente al paso del “grupo móvil”, se terminará alargando peligrosamente el espacio y la distancia del sector de avance de aquél, donde el destacamento avanzado actúa. Éste sería entonces muy vulnerable a un ataque móvil del enemigo desde la profundidad de su zona operativa y también el sector de avance estaría muy amenazado de un corte más o menos duradero y estable, ocurriendo estas operaciones en función de los medios e intenciones del enemigo.

Esta probabilidad exigiría interponer, además, un “grupo mecanizado” entre dicha masa de apoyo y el grupo móvil, que reduzca la distancia entre los tres despliegues en función de sus distancias operativas o tiempos de reacción y que estabilice razonablemente el sector de avance tras el grupo móvil.

La misión del grupo que llamamos mecanizado, menor en medios con capacidad de movimiento operativo que el grupo móvil, será la defensa móvil de dicho sector de avance y durará hasta que las fuerzas de la “masa de apoyo” le alcancen y se organicen para sustituirle. El plan de defensa antitanque y antiaéreo, la centralización de reservas y la defensa de puntos clave del terreno, mediante posiciones de retardo, junto con el necesario apoyo artillero, serán las características de su lucha por la estabilización del sector de avance.

Es decir, se debe explotar sacrificando velocidad por seguridad suficiente, en forma, si no de consolidación, sí de estabilidad del sector de avance en territorio enemigo, que no necesita ser ocupado en fuerza, como hemos visto. Un riesgo desproporcionado y aceptado, sugerido por los cantos de sirena de la insensatez, llevaría al aventurerismo y a la temeridad, poniendo en peligro hombres y medios de muy alta calificación y toda la operación.

Aunque vemos que los hombres (en este caso Hitler y Stalin son dos ejemplos) tendemos a caer en errores parecidos cuando las circunstancias que vivimos son sensiblemente similares…

FINAL.

LA GUERRA EN LA ERA DE LA INFORMACIÓN

Introducción.

La aparición del tratamiento informático de los datos o información supuso una revolución en la captación, elaboración y transmisión de la información existente o captada. Cuyas posibilidades y trascendencia están aún lejos de conocerse, incluso en su alcance y sus límites. La información generada en un campo de batalla o un teatro de operaciones es enorme, efímera en diversos tiempos, casi inconmensurable y fluída. Esta última cualidad es fundamental para la elaboración de la inteligencia. Que es la información captada por las unidades y sensores de toda clase y que es digerida o preparada por los órganos específicos (G2, S2 y agencias de inteligencia), para crear una información o inteligencia suficiente, eficaz, oportuna y continua. Que es empleada por los “usuarios adelantados” o mandos en los distintos niveles de actuación militar (táctico, operativo y estratégico).

Como no podía ser de otra manera, a la vista del breve esquema expuesto, la industria informática encontró pronto un enorme área de actividad y posibilidades en el campo militar. Y los altos mandos militares, muchas veces en reuniones y cócteles preparados “ad hoc”, recibieron de los consejeros delegados y presidentes de las corporaciones del ramo, una animada, breve e ilusionante presentación de las enormes prestaciones que les podrían brindar a sus unidades de todas las ramas, los softwares y hardwares diseñados, elaborados e instalados por esas compañías técnicas de vanguardia. ¡El campo de batalla o la zona de operaciones (el terreno, el enemigo y yo), conocido, comunicado y controlado por mis hombres en tiempo real!

La Ayuda de los Sistemas de Información militares.

No se trata de que esas nuevas tecnologías permitan elaborar un complejo e integrado sistema de armas. Esto ya existía antes de la era de la información y los avances electrónicos existentes permitieron su creación. Por ejemplo, el sistema de defensa para buques AEGIS contra aeronaves, buques, misiles y submarinos fue diseñado, creado e instalado por primera vez en 1973. Lo equipan destructores e incluso fragatas (en un modelo más sencillo) de los EEUU y de sus naciones aliadas. Y así se los llama los “escudos o defensores de la Flota”. En efecto, cada “grupo naval” centrado y escoltando un portaaviones y cada “fuerza combinada de proyección estratégica”, cuentan con varios buques dotados del sistema AEGIS. Éste consiste en un potente radar de varios megavatios de potencia, capaz de captar y seguir hasta unos 200 blancos potenciales, situados a distancias de hasta unos 350 Km. de distancia del sistema instalado.

La información captada va a un centro de cálculo que informa a un centro de decisión. El cual ordena los lanzamientos de misiles en función de la misión del grupo o fuerza naval y del peligro generado para él por el objetivo apreciado por el sistema. El sistema va instalado delante del centro de mando blindado del buque. Que da el permiso final para el lanzamiento de los misiles. Estos van dispuestos en hileras de silos verticales (habitualmente son cuatro con 4 misiles cada una) colocados en la cubierta delantera, en la parte que ocupaba la artillería convencional. Los silos son realimentados desde el interior del buque por otros misiles después de los lanzamientos. Los misiles van propulsados por combustible sólido, que permite que sean más pequeños que los empleados en tierra. Y se está estudiando la adaptación del sistema a la destrucción de los misiles balísticos enemigos.

Resultado de imagen de warfare in information age

Las actividades que los militares realizan en acción ante el enemigo son numerosas, variadas y algunas son complejas. Y todas ellas demandan una suficiente atención de los mandos y los hombres. Veamos algunas de las más significativas. En cuanto al movimiento en el terreno: avanzar, detenerse y retroceder; tanto corriendo como caminando, arrastrándose o incorporados, y haciéndolo por saltos o en zig zag. En cuanto a situarse y valorar el entorno, hostil o no: observar, detectar, procesar, decidir, transmitir o no los resultados y actuar. En cuanto a la forma de lucha (rechazo o ataque): esconderse, cubrirse y protegerse, cambiar de posición, definir bien los elusivos blancos detectados, recibir las órdenes del jefe inmediato, atacarlos con fuego deliberado, rápido, etc. (si se trata de un infante). En cuanto a la comunicación con su grupo o equipo (escuadra, pieza, pelotón, sección): recibir órdenes e información, enviar información y órdenes, difundir información. Y todo ello lo llevan a cabo bajo la incertidumbre, la falta de confort, la tensión, la soledad, incluso de su compañero o buddy, y el miedo… ¿Puede aliviar esta carga física y psíquica de los combatientes, la información audiovisual continua y reiterada a veces, que es comunicada por los sistemas modernos digitales? Pues lograr eso, verdaderamente sería de gran ayuda.

Resultado de imagen de warfare in information age ¿ESTÁN MIRANDO, DECIDIENDO O PELEANDO?

Resultado de imagen de warfare in information age ¿ES ÚTIL AQUÍ?

A todo eso se le pude unir un chorreo de información, prescindible en ese momento para su misión o su actuación inmediata. Esto puede generar un incremento de las necesidades de sus capacidades de atención de los militares. A través de los sentidos más importante, la vista y el oído. Y originar una desviación de su atención efectiva disponible (si la hay) hacia estímulos externos no fundamentales o neutros de las imágenes y las conversaciones. El sistema les va a transmitir una información más clara y detallada de los blancos, incluso definiendo algunos más efímeros u ocultos. Pero no les dará datos sobre las intenciones y los estados anímicos de los distintos enemigos localizados y su colectivo. Aunque el sistema se sirva de probabilidades, experiencias anteriores, alogaritmos y estimaciones fiables.

Una Aplicación práctica.

En el nuevo modelo de lucha, la fuerza atacante se mantendría simultáneamente dispersa, comunicada e informada en tiempo real y buscando y atacando al enemigo. Serían las supuestas ventajas del enjambre y su ataque concéntrico y simultáneo, que contarían ahora con el conocimiento del terreno y del enemigo, gracias a los sensores múltiples y la información (no la inteligencia) real, captada y transmitida a los “zánganos” (las unidades de la fuerza).

¿Son semejantes en capacidad todas las unidades de la fuerza? Entonces estamos exigiéndoles que cada una actúe como una fracción “polivalente” de la unidad, sin especializarlas. Con lo que tendrán probablemente algunas capacidades específicas insuficientes cuantitativamente. ¿Están especializadas las unidades de la fuerza? Entonces tendrán que contar con la concurrencia simultánea, en la defensa y el ataque, de varios “zánganos”, que complementen entre todos las funciones necesarias de ese “grupo” de tareas. ¿Y si funcionan las contramedidas electromagnéticas contra las comunicaciones inalámbricas y se establece un “silencio” de comunicaciones? ¿Y si ya no tenemos la red circular de telefonía de la unidad y no contamos con dobles estafetas para la transmición de partes y órdenes al jefe y del jefe?

¿Y si el enemigo se despliega de la misma forma que nosotros? Pues llegaríamos a un enfrentamiento general de fuerzas débiles individuales contra fuerzas débiles enemigas individuales. Tal como se desplegaron las grandes unidades para su forma de lucha. Enfrentamiento que se resolvería por múltiples combates parciales y aislados, mediante la atrición. Serían como los combates singulares de campeones y adalides que ocurrieron en otros tiempos. Y ganarían los que mantuviesen finalmente un mayor número de unidades válidas. Sería un enfrentamiento ganado por puro desgaste material de medios: hombres, medios militares y material informático caro y sofisticado casi sin aplicación trascendente.

LA GUERRA DE MANIOBRAS. EL CONCEPTO DE LA BATALLA AÉREO TERRESTRE MODERNA.

UNA INTERPRETACIÓN DEL MARISCAL ERICH VON MANSTEIN.

 

 

Un ejemplo poco conocido de la trascendencia omnipresente de la logística y de su línea de comunicación (más o menos ramificada) en las operaciones y muy importante por sus resultados finales, es la operación denominada DONBASS (la gran zona operativa) por los soviéticos, desarrollada entre el 29 de enero y mediados de marzo de 1943, al sudoeste del río Donetz. Ella forma parte de lo que los alemanes llamaron la batalla del DONETZ: el último éxito estratégico de Von Manstein, que fue malogrado por Hitler en Kursk.

El general Vatutin, jefe del frente del sudoeste, creó un cuerpo móvil a nivel de frente soviético (el grupo quedaba a las órdenes del general Markian Popov) para la explotación de la ruptura conseguida por los soviéticos al sudeste de Kharkov. En medios era como un ejército de tanques (los soviéticos tenían entonces cinco ejércitos de tanques en el orden de batalla de sus fuerzas terrestres). Lo integraban 4 cuerpos de tanques de capacidad reducida (el 3º, el 10º, el 18º y el 4º de la Guardia), cada uno reforzado por una división motorizada (sobre camiones) de infantes. En su apoyo estaba la reserva móvil del frente, los cuerpos de tanques (al completo) 25º y 1º de la Guardia. Reserva que luego seguiría a primeros de febrero una dirección de explotación diferente a la del grupo Popov. Aquellas subordinaciones tácticas pretendían compensar la falta de infantería y de artillería específica de los cuerpos de tanques, intentando asimilarlos a los cuerpos mecanizados, mucho más fuertes en hombres y equipo pesado y que resistían mucho mejor los contraataques alemanes.

GENERAL NIKOLAI VATUTIN.

El grupo Popov cruzó inicialmente el Donetz en dirección sudoeste. Su 4º Cuerpo de tanques de la Guardia alcanzó en la mañana del 12 de febrero la localidad de Krasnoarmeiskaia, tras una marcha nocturna de 60 Km. desde Kramatorsk. En esta marcha, el cuerpo utilizó a una de sus brigadas de tanques, la 14ª de la Guardia, como destacamento avanzado, para eliminar el rozamiento táctico en su sector de avance. Y así poder avanzar el 4º Cuerpo a la máxima velocidad operativa.

GENERAL MARKIAN MIKHAYLOVICH POPOV.

El 15 de febrero el general Vatutin empeñó sus dos cuerpos de reserva en la dirección Pavlograd-Zaporozhe, hacia la desembocadura del río Dnieper en el Mar Negro. Zaporozhe era el cuartel general del Grupo de Ejércitos Don (antes Sur, hasta primeros de febrero de 1943) y de la 4ª Flota Aérea alemanes (mariscal Manstein y general von Richtofen, respectivamente) y se localizaba en el bajo Dnieper.

Con todos estos esfuerzos los rusos buscaban, alcanzando la costa, cortar las comunicaciones terrestres de todo el Grupo de Ejércitos alemán citado.

Pero realmente estaban faroleando torpemente. Sus fuerzas de apoyo (el resto de los ejércitos del Frente del Sudoeste, especialmente el 6º de infantería y el 1º de infantería de la Guardia) no defendían los sectores de avance de sus fuerzas móviles. Y éstas avanzaban todo lo que podían hacia su soñado objetivo operativo-estratégico. Estirando así sus líneas de comunicaciones al máximo. Y volviéndolas más y más vulnerables por su longitud y su desprotección, especialmente antitanque y antiaérea, a un contraataque alemán.

Los soviéticos actuaban como si la velocidad de recorrido y el punto alcanzado, sin más, pudiesen “per se” desencajar el despliegue del Grupo de Ejércitos Don, cercenándolo del orden de batalla de la Wehrmacht y de sus líneas de comunicaciones hacia el oeste. Realmente menospreciaban temerariamente a su enemigo, con sus recursos de capacidad de maniobra, de creación y de improvisación y sus aún relativamente poderosas capacidades de combate, especialmente móviles y veteranas, en la zona operativa teóricamente amenazada.

EL COMANDANTE SUPREMO.

Y el mismo Stalin creía esto. Y probablemente, a través de la Stavka (Estado Mayor General soviético), era quien incitaba a Vatutin a espolear a Popov y a los otros cuerpos móviles independientes. Y de ahí su desencanto, hasta el punto de llevarle a solicitar una paz, que aún era interesante para ambos contendientes, a través de diplomáticos suecos, cuando surgió el desenlace de las operaciones planteadas por ambos rivales. Véase Gerhard L. Weinburg. A World al Arms. Cambridge, 1944.

Los alemanes por su parte pasaban serios apuros para contener la ofensiva de invierno soviética, concentrada al sur de Belgorod. En la zona estratégico-operativa del Grupo de Ejércitos Don las fuerzas soviéticas superaban a las alemanas en la proporción de 8 a 1, mientras que en caso de los Grupos de Ejército alemanes Centro y Norte dicha relación bajaba a 4 y 1.

Von Manstein mantenía un frente de 750 Km con 30 divisiones. Esto hacía que pudiese ser envuelto por el flanco norte, en una maniobra de frentes invertidos contra su retaguardia operativa o estratégica. O roto por una acción contundente en cualquier zona, sin que existiesen suficientes fuerzas móviles disponibles en esos momentos para un contraataque estratégico-operativo. Era necesario reajustar el frente, apoyándose en obstáculos naturales, y rechazar las ofensivas soviéticas en dirección a Kiev (en su flanco norte) y en dirección al Mar Negro o al de Azov, creando para ello las reservas móviles necesarias. Hitler, probablemente afectado por la caída a fines de enero del 6º ejército en Stalingrado, transigió en contra de su costumbre e ideas, con las solicitudes de Manstein de ceder terreno para ganar seguridad y movilidad.

EN LA PORTADA DE LA REVISTA ESTADOUNIDENSE «TIMES».

Así, en la primera quincena de febrero el ejército Hollidt retrocedió combatiendo del bajo Donetz, siguiendo la ruta Rostov y Tangarov y se hizo fuerte a lo largo del río Mius, a unos 80 Kms al oeste de Rostov. El 48 Cuerpo de Ejército panzer, que actuaba al este de Rostov, se trasladó al norte de Stalino para integrarse en el 4º Ejército panzer del general Hoth, como parte de la fuerza móvil de contraataque.

A mediados de febrero, a pesar de las órdenes de resistir a toda costa de Hitler, el ejército SS Kempf (antes Lanz) evacuó Kharkov, cuando su flanco norte era envuelto por los soviéticos desde la dirección Belgorod. Mientras, el 4º Ejército panzer retrocedía desde el bajo Don hacia posiciones al noroeste de Stalino, en una difícil marcha de más de quince días, considerando el estado de las carreteras y vías férreas disponibles. Por su parte, el 1er. Ejército panzer, antes parte del Grupo de Ejércitos A, que había podido retroceder vía Rostov desde el Cáucaso, gracias al sostenimiento del frente en el bajo Donetz, tomaba posiciones en un frente que discurría desde el noreste de Stalino hasta el norte del río Mius.

EL BASTÓN DE MANDO DE MARISCAL DE CAMPO DEL III RIECH.

Con estas maniobras los alemanes abandonaban el saliente en su frente formado por los ríos Don y Donetz, reajustando su frente defensivo y logrando crear una importante fuerza de maniobra operativa, formada por los tres Ejércitos citados. Es extraordinariamente importante destacar que los alemanes no “reaccionaban” ante los rusos, sino que estaban adaptándose a las condiciones generales y correlaciones de fuerzas de la situación. Y esperando actuar positivamente, cuando surgiera su oportunidad. Éste es quizás el secreto que subyace en su golpe operativo y en las ondas de conmoción operativas y estratégicas que van a desencadenar sobre los Ejércitos soviéticos y que alcanzarán al propio Comandante Supremo enemigo.

El 22 de febrero los dos Cuerpos de Ejército blindados (el 48º, a la derecha y el panzer de las SS, a la izquierda) del 4º Ejército panzer de Hoth, iniciaron un movimiento ofensivo en dirección noroeste, contra las líneas de comunicaciones del grupo Popov y de los dos cuerpos de tanques soviéticos independientes del Frente del Sudoeste del general Vatutin. El terreno era muy favorable para el empleo de blindados. Poseía un buen firme, era ligeramente ondulado y permitía un extenso dominio de la vista. Los estrechos arroyos que lo entrecruzaban estaban aún helados.

Simultáneamente atacó convergentemente una parte del Ejército SS Kempf desde el oeste, completando la operación de las otras cinco divisiones panzer (reducidas). Dicho Ejército debía también impedir el avance sobre el Dnieper de fuerzas de otros frentes soviéticos, bien en dirección a Krasnograd y Dnepropetrovsk o bien en dirección a Poltava y Kremenchug. Este posible ataque soviético, con objetivo en Kiev, era de mucho más alcance y, por tanto, de escasas posibilidades de éxito antes del deshielo de primavera. El Ejército SS Kempf tenía una capacidad limitada de rechazo para oponérsele.

Es de destacar que la 4ª flota aérea del general Richtofen gozaba de supremacía aérea en esos momentos sobre la zona de operaciones y que sus aparatos pudieron apoyar la operación de corte de comunicaciones enemigas con hasta 1000 salidas diarias.

EL FÜHRER ADOLFO LE VISITA EN ZAPOROZHE, PARA CALMARSE…

Las columnas rusas de blindados y de camiones retirándose hacia el norte y el nordeste eran visibles a distancias entre 15 y 20 Km. de los alemanes, siendo presas de las artillerías divisionarias y de cuerpos de ejército y de la aviación alemanas.

No se trataba ya de un embolsamiento del estilo al que los alemanes habían realizado en 1941. El terreno a cubrir era mucho mayor, la capacidad de combate alemana (en su mayoría eran fuerzas de infantería apoyadas por artillería y antitanques) era escasísima y las fuerzas soviéticas eran unidades móviles de élite, con gran capacidad de fuego y de choque, que conocían el peligro de la pérdida de su apoyo logístico, al menos los jefes de las unidades operativas.

El 23 de febrero los 2 Cuerpos de Ejército acorazados (el SS y el 48º) del 4º Ejército panzer convergían en Pavlograd. Cortaban así las comunicaciones del grupo Popov, que se hallaba en torno a Grishino, y de los cuerpos de tanques 25 y 1 de la guardia (la reserva móvil del frente del suroeste), que se acercaba ya a Zaporozhe, aunque aún no en suficiente fuerza. Asimismo, golpeaban severamente al 6º Ejército de infantería (al oeste de Isyum), tras la reserva móvil citada, y al 1º de infantería de la Guardia, tras el grupo Popov, antes de que pudiesen cruzar el Donetz, retrocediendo hacia su retaguardia

Con ello la capacidad de combate del Frente del Sudoeste (general Vatutin) quedaba temporalmente liquidada, hasta que fuese reorganizado, reequipado y cubiertas las bajas. Y se rehabilitase su moral de combate mediante las medidas de cohesión y reentrenamiento de unidades y pequeñas unidades.

(CONTINUARÁ)

EL COMBATE DE LAS PEQUEÑAS UNIDADES MILITARES.

Introducción.

Cada pequeña unidad militar, cada “unidad de acción” es una subunidad que es capaz de realizar una función en la unidad superior a la que pertenece o apoya. De su integración táctica con otras, surgirán unidades de acción mayores, capaces de actuar en “campos de acción” mayores y de importancia y trascendencia superiores.

Las unidades de acción pueden ser de mando, de combate (de fuego, de choque y mixtas), organizativas (secciones del EE. MM.), sustentadoras (logísticas), de comunicaciones y de inteligencia (de exploración, de inteligencia y de contrainteligencia y propaganda y guerra sicológica). Las más pequeñas de combate serían el apoyo de fuego de pelotón (ametralladora ligera y servidores) y las 2 o 3 escuadras de aquél, capaces de maniobrar o de mantener una línea de fuego, para ganar el tiroteo en el combate.

Las mantiene unidas y posibilita el cumplimiento de sus funciones, su interés (estima, autoestima y objetivo compartido de la unidad, frente al desgaste y al peligro cierto o aparente, pero asumido como tal), el dispositivo (que provee de una estructura organizativa y que alimenta sus funciones, para garantizar la unión y la acción), el mando (que brinda guía, cohesión, ejemplo y sentido) y la situación (que es acogedora, neutral o amenazante, en orden creciente de dilución de la unión y de pérdida de la eficacia). Éstas originan a su vez los despliegues y los combates y las maniobras, que son la “forma” decidida por el mando para aplicar la capacidad de combate y un tempo o velocidad de acción, gracias a la libertad de acción que se posee; aquéllos brindan, junto con la evolución de la situación, las oportunidades y los peligros.

BASE DE APOYO DE FUEGO CON OBUSES DE 105 MM.

Se aprecia una rica multiplicidad de interacciones entre las subunidades, en base a sus funciones y a la dependencia entre ellas, en relación con su integración en la unidad, el mantenimiento de la cohesión de ésta y el cumplimiento de su función superior.

Los despliegues posibilitan el éxito o e fracaso; el dispositivo garantiza el orden frente al caos del medio o a interacciones negativas, siempre impredecibles e improductivas; la situación da intrínsecamente a la unidad el valor o la cobardía; el mando y el interés impulsan la acción positiva o eficaz de la unidad, en orden a su cohesión y a su función u objetivo en el conjunto.

Proceso de la Actuación combinada. Medios de Control.

Las unidades de acción se enfrentan al enemigo empleando un sistema interarmas o de armas combinadas. Se dirigen al enemigo manteniendo una dirección (maniobra y choque) y con un apoyo de fuego. Y ello aunque se trate de una unidad tan pequeña como el pelotón, con sus escuadras de tiradores o fusileros y de apoyo, como subunidades especializadas en el concepto interarmas.

ARTILLERÍA REACTIVA.

Procuran alcanzar la distancia eficaz de combate, creando una interfase favorable, una enfilada de tiro o una posición de fuego rasante o una distancia de asalto, sin perder su capacidad de combate. Empleando, por ejemplo, la fijación del enemigo el fuego ametrallador, sus pérdidas importantes o que afecten a su cohesión o al mando, y por desgaste. Y protegidos por el ocultamiento natural (transitabilidad favorable) o artificial (nieblas, fuego neutralizador).

La supuesta línea continua del frente es desmenuzada. Surgen una multitud de inesperados nuevos frentes “internos”, posibles interfases de acción favorables para nosotros. No se trata de una infiltración, porque el frente moderno es difuso (unos 0,15 hombres/m.) y vacío (unos 4.000m2/hombre), sino de la creación activa de “campos de acción” adecuados en sucesivas etapas de acción, para el empleo de la unidad en interfases favorables sobre el enemigo. Las características de actuación son la coordinación y/o el esfuerzo convergente de las distintas armas en los “campos de acción” donde actúan. Que son diferentes y pueden estar superpuestos, según se trate de tiradores, morteros ligeros y medios, ametralladoras, lanzagranadas, cañones de tiro directo, etc. De nuestra aparición en fuerza eficaz, donde menos nos desean y sin haber sido detectados, surge el concepto erróneamente expresivo de que nos “infiltramos”. Que es realmente una mera consecuencia espacial del verdadero concepto operativo seguido.

Evolución de las Actuaciones en su Sector. La Retro información a los Mandos.

Como consecuencia de las interfases de acción con el enemigo, van surgiendo en la zona táctica las múltiples actuaciones de las unidades de acción. Con ellas se tiende a saturar la retroinformación debida al mando, a arracimarse en las vías de comunicación de todo tipo y a afectar las interrelaciones funcionales de la unidad. A estorbar, así, su sinergia, y a demandar el refuerzo y/o la decisión del jefe, si éste no ha delegado suficientemente o no se mantiene observando los cambios de la situación.

LOS LAV’s ATACARON SIN APOYO ALGUNO EN UN ESTRECHO SECTOR, UN PUENTE.

Esta “plétora indebida” informativa es estructuralmente una generadora de rozamiento, una dilapidadora de esfuerzos y medios y es la medida de la tendencia a la pérdida de la cohesión, del sentido principal y del objetivo, que sufre una unidad táctica interarmas.

La clave para gestionar esta “plétora indebida”, conteniéndola razonablemente, reside en que cada cual debe observar, controlar e impulsar lo necesario para el cumplimiento de su misión, por debajo de su nivel en la jerarquía. Para ello el jefe debe compartir su intención y objetivos (órdenes tipo misión), establecer un centro de gravedad de su esfuerzo combinado en cada situación y garantizar la cooperación y el apoyo a sus unidades. Todo ello contando con la orden de operaciones y con la inteligencia actualizada recibidas.

Como partes de un sistema complejo (jerarquía, especialización y objetivos e intenciones), las unidades de acción pueden ser todo lo autónomas (órdenes tipo misión, centro de gravedad, sectores diferentes o compartidos con refuerzos) y todo lo especializadas (ingenieros, antitanques, antiaéreos, exploración, química, etc.) que se necesite. Para poder así cumplir con flexibilidad, rapidez y eficacia sus funciones en las interfases de acción con el enemigo. Se mantiene con todo ello la jerarquía estructural (integración y de soporte en una unidad mayor) y funcional (en el ámbito de la intención y de apoyo en ésta).

La actuación eficaz de las unidades de acción reside en su capacidad de actuar flexible y semi independientemente a partir del nivel de escuadra o sección (section o plattoon anglo-sajones) en el cómo cumplir la misión recibida. Para ello también deberán conocer y consi-derar las capacidades y necesidades de las otras armas y apoyos. Y actuar los hombres velando por sí mismos y por los demás compañeros de la unidad. Sus jefes deben ser capaces de tomar e impulsar decisiones, basadas en la misión y en la evolución de la situación.

Evidentemente, el desideratum es trabajar así. Y ésta debe ser la tendencia a seguir en la selección, formación, entrenamiento y utilización de los hombres y las unidades.

En la práctica el grado de eficacia general conseguida, estará condicionado por la idio-sincracia de una nación, el carácter más o menos gregario o independiente de sus gentes, su doctrina y tradición militares, los presupuestos de defensa, la moral nacional, la situación política nacional e internacional, la integración de instituciones y organismos nacionales en el ámbito internacional o internacional, etc.

El ataque de una unidad de armas combinadas.

Veamos un ejemplo. Frente a una posición de infantería más o menos preparada, con medios antitanques adelantados, una típica zona defensiva, podemos emplear en la ruptura o en su destrucción, si no es franqueable, a la infantería desmontada, seguida por saltos cubiertos por los tanques para la protección y el apoyo de fuego directo de ella.

El antitanque defensor buscará un blanco puntual, relativamente grande y protegido, preferiblemente desde posiciones cubiertas o, al menos, bien camufladas y enfiladas. Y actuará por baterías, con las piezas dispersas para que un mismo fuego pesado no los incapacite. Las armas pesadas de infantería (ametralladoras en trípodes) neutralizan, “barriendo y buscando”, una zona más o menos estrecha del frente, ocupada por un blanco disperso, pequeño y blando, una sección de tiradores enemiga.

Los tanques atacantes batirán con proyectiles H.E. y H.E.S.H. las posiciones pesadas de infantería y las escuadras de la infantería atacarán con sus ametralladoras ligeras a los servidores de las piezas antitanques, estorbándoles adquirir un blanco puntual con tiro filante. Toda esta labor de destrucción y neutralización se va extendiendo, una vez lograda la irrupción, como los movimientos de una oruga, en la profundidad de la zona táctica del sector de ataque de la unidad interarmas propia. Otras partes de la posición enemiga que pudiesen colaborar en el rechazo son cegadas por el humo y/o neutralizadas por el fuego indirecto.

DESCIENDEN PARA COMBATIR A LAS DISTANCIAS CORTAS.

Además, los observadores de artillería y de aviación adelantados irán definiendo a estas armas de apoyo los nuevos objetivos que el propio ataque vaya descubriendo en la profundidad y en los flancos (exploración de combate) en el sector de avance. El criterio del centro de gravedad del fuego de apoyo será el de, al menos, neutralizar todos los objetivos que se opongan al avance hacia la posición enemiga, a la irrupción y a la lucha en el interior de la posición de defensa en el sector asignado. Facilitando así el fuego directo y el choque de los atacantes terrestres. Y ello, mediante golpes concentrados y puntuales de su fuego pesado.

Con ello, la acción efectiva en el medio dado, característica esencial de las “interfases de acción”, se optimizan al nivel de los grupos de acción tácticos o pequeños sistemas interarmas, cuya complementariedad hemos resaltado.

En terrenos de tipo quebrado, muy ondulado, boscoso o urbanizado (viviendas y fábricas), no necesariamente montañosos, de escaso dominio por la vista y con abundantes alturas ocultantes relativas, las interfases de acción reducen el ancho de su sector. El elemento de acción eficaz sigue siendo el sistema interarmas dimensionado adecuadamente. La acción se realiza por compañías, secciones o pelotones reforzados interarmas, con el apoyo de fuego pesado, incluso proporcionado por el batallón (morteros). Salvo en los trozos más llanos y de escasas obstrucciones a la vista, la transitabilidad, que limita físicamente las interfases de acción posibles, impide la lucha empleando medios concentrados más allá de la compañía. El papel del batallón será el de reforzar los esfuerzos y canalizar los apoyos en los sectores o calles asignados a las compañías.

En estos casos son críticas en la acción las vías terrestres de comunicación existentes, sobre todo las más o menos perpendiculares al frente. El bloqueo de dichas vías afecta enormemente al tempo, a la velocidad total de la operación, por la dificultad del terreno más o menos pendiente u obstruido que las rodea (bosques, quebradas, construcciones, vados no reforzados). El avance se ralentiza o se tiene que dispersar por las rutas disponibles paralelamente a las afectadas, obligando a entrar en otros terrenos difíciles limítrofes.

Planes y Previsiones generales del Mando.

El plan de contingencias de las unidades debe contemplar esencialmente el superar cuatro tipos de situaciones no previstas, que se interponen en el cumplimiento de la misión y que pueden llegar a comprometerla. Éstas serían:

a) Posible acción directa del enemigo, en uso de la iniciativa o pretendiendo recuperarla. Podría ser un bombardeo de interdicción, un contraataque. La solución es neutralizar tácticamente su acción, sin comprometer la misión.

b) Posible encuentro con el enemigo. Se trataría de patrullas y centinelas, de avanzadas de combate y destacamentos avanzados y patrullas de exploración. Es necesario someterlos o rechazarlos y cambiar rápidamente de posiciones e incluso de dirección temporalmente, para no comprometer la misión.

c) Posible obstáculo imprevisto. Serían una zanja, una pendiente de suelo más difícil, la voladura de un puente, una riada, una tormenta, que afecten la transitabilidad del terreno. Se trataría de superarlo lo más rápidamente posible, manteniendo la seguridad y aún extendiendo la exploración.

d) Posible acción defensiva/pasiva del enemigo. Son los casos de entrar en una emboscada, en un campo de minas, en una cortadura reforzada defendida por el fuego, en los fuegos de rechazo de una posición de defensa, en un obstáculo antitanque. Se debe superar lo más pronto posible, como el obstáculo natural. Evitando además ser canalizado por el enemigo en una dirección deseada por él, como alternativa, que sería favorable a un contrataque o a una zona batida por la artillería o de fuegos convergentes.

En líneas generales, dentro del plan del jefe, debe estar previsto siempre:

1) El superar o repeler al enemigo y/o al obstáculo, que estorben y que se presentarán sin poder ser previstos, evitando facilitar información propia al enemigo.

2) Medios perdidos o destacados para superar, neutralizar o repeler son medios privados al cumplimiento de la misión. El enemigo preso puede facilitar información comprometedora, que tardará un plazo en ser inteligencia eficaz.

3) Es necesario continuar la ejecución de la misión, con los medios necesarios para cumplirla. Es un factor multiplicador de la eficacia, tras el revuelo y las pérdidas del incidente, el mantener un alto “momento” de ejecución: Es el producto de la “capacidad de combate” por su velocidad media de movimiento en un período, con una dirección y un sentido dados.

El ejemplo de la preparación y la actuación del 3er. Ejército norteamericano del general Patton contraatacando la penetración alemana en las Ardenas, es significativo de las dificultades (su “incidente” fue un cambio súbito de misión y de dirección y sentido de actuación) y de las posibilidades de ese “momento” de ejecución.

Todo esto no se improvisa. Resulta en la práctica solamente como fruto del entrenamiento frecuente y del trabajo de organización y de coordinación del EE.MM. y de todos los mandos. Recordemos los dichos, “se actúa como se entrena” y “el hombre es un animal de costumbres”.

Las Unidades de Élite.

Estas unidades reciben un entrenamiento más completo y eficaz en los tiempos modernos. Que es aplicable a un personal que claramente disfruta con el ejercicio de su profesión. Y no sólo se alista para cumplir un deber cívico, colaborar con los conmilitones (hasta el nivel de batallón), aunque los inmediatos son los compañeros de pieza o de pelotón, y volver a casa. En general, actúan rápido y fuerte, incluso desconsideradamente, contra su objetivo.

Resultado de imagen de texas rangers EL TEXAS RANGER WILLIAM WALLACE «Bigfoot».

Se trata de un “sistema” militar cerrado, que es vulnerable al cerco y la emboscada y cuyos medios limitados son sólo los asignados para la misión. Les es difícil recibir refuerzos, aunque operen en las cercanías del grueso propio o de grandes unidades. La inteligencia para la misión debe elaborarse a partir de informaciones contrastadas, continuas, suficientes y actualizadas. Ya que ella les protegerá de las sorpresas y los contratiempos en destino, que son la “dificultad crítica” que pueden encontrar y el mayor peligro para todos.

Su experiencia de combate les ha aconsejado no rendir nunca las armas y continuar siempre el esfuerzo, la lucha. Lo que les ha salvado de más de un fracaso, ya que el enemigo cedía antes que ellos. Por no pagar el elevado coste de vencerlos. La disciplina la aceptan en gran parte como una cualidad necesaria para la cohesión y eficacia de su unidad. Aquí, más que en otras armas o ramas, los jefes tienen que ser auténticos líderes, dirigiendo con el ejemplo. Y de formación probada, para que sus hombres reconozcan que su “seguro de vida” es el cumplimiento de las órdenes de sus mandos conductores y con el grado de flexibilidad que conceda la orden para la misión.

LA MOTIVACIÓN DE LOS MILITARES.

Introducción.

A primeros de junio de 2014 unos 30 mil soldados iraquíes, acantonados en la provincia de Niniveh, capital Mosúl (2 millones de habitantes), abandonaron sus posiciones y pusieron pies en polvorosa hacia Bagdad. Para poder realizar rápidamente esa “marcha retrógrada” no prevista por el mando, hacia el refugio seguro de la gran urbe iraquí, abandonaron atrás su equipo pesado, tanques y artillería de diversos usos. ¿Qué amenaza real o supuesta sufrieron esos soldados profesionales uniformados, para espantarse de esa manera? Pues el avance al combate sobre la provincia de varios cientos de muyahidines yihadistas salafistas del Estado Islámico de Irak y Levante. Que se trasladaban en vehículos Toyota tipo pick up, sin blindaje y ligeramente artillados con ametralladoras pesadas y algunos cañones de tiro rápido (20 mm). Si bien es cierto que los muyahidines se acercaban al millar…

ENTRENAMIENTO DE LOS MUYAHIDINES DEL EIIL…

Los soldados iraquíes estaban entrenados por los estadounidenses y sus métodos e iban equipados con armas modernas. Los yihadistas se habían casi autoentrenado desde primeros de 2013 y sus armas eran las de una infantería ligera irregular, singularmente los AK, ametralladoras y fusiles de asalto, y los lanzagranadas ligeros RPG-7V, casualmente de diseño patentado ruso. Los muyahidines integraban entonces una fuerza útil inferior a 20 mil hombres en Irak y Siria.

Los iraquíes estaban uniformados, más o menos entrenados en el campo de maniobras y de tiro de infantería, alimentados y pagados. Según el duque de Wellington, esto era suficiente para exigir a los hombres dedicación y entrega: “Soldados, estáis bien alimentados y mantenidos, cumplid ahora con vuestro deber”. Aunque parte de sus pagas fuesen esquilmadas por sus mandos directos, suboficiales, oficiales y jefes. Por ejemplo, como “mordida” para que no ocupasen puestos peligrosos. Además, muchos enrolados sólo lo eran nominalmente, sobre el papel, y las pagas de estos fantasmas se las repartían los mandos. Así, en noviembre de 2014 hubo una reunión especial del Parlamento iraquí para estudiar esta plaga que continua asolando a sus fuerzas armadas: la del “alistado absentista”.

CHIÍES ENTRENANDO…

Pero el resultado de ese mix de formación y equipamiento militares era una apariencia, una entelequia. El ejército iraquí era un simulacro de ejército nacional. Que servía para patrullar por zonas benévolas; desfilar; mantener el orden público frente a delicuentes y bandidos, sobre los que actuaba empleando una abrumadora superioridad de medios; y apoltronarse en los acuartelamientos, mucho mejores que la mayoría de las casas familiares iraquíes de adobe y mampostería. El número de sus efectivos era el mesmérico, infalible y omnipresente de unos 200 mil, en el organigrama del orden de batalla del ejército. Que son los mismos recetados por los altos mandos militares estadounidenses y ratificados por el presidente, para integrar y servir eficazmente en el Ejército Nacional Afgano.

Pero, ni el entrenamiento, ni el equipamiento, ni la soldada son suficienes para convertir a unos hombres en soldados cabales. Su cuerpo de oficiales no se nutre de la universidad, de una escuela oficial acreditada y con cierta solera o de un ascenso meritorio de la excelencia de los suboficiales. Y su cuerpo de suboficiales se nutre de entre los mejores de una recluta general poco formada, torpe y desganada y de los más afines al clan local. Así, la vertebración de los soldados en torno a sus mandos naturales, para realizar las misiones y soportar el esfuerzo, las penurias, la incertidumbre y los peligros del ejercicio de su profesión, es imposible de lograr. Los soldados y los suboficiales no están convencidos de que no van a ser “dilapidados” por sus jefes, ante los peligros y según sus conveniencias, frente a enemigos armados brutales y dispuestos a morir. NI confían en la profesionalidad de sus respectivos mandos. Para tener la seguridad de que, obedeciéndoles y siguiéndoles es como asegurarían sus vidas en los trances bélicos y podrían triunfar.

El que esto es un mal crónico, de muy difícil desarraigo y corrección, lo podemos corroborar en el ejemplo de la ocupación de la capital de la provincia de Anbar en mayo de 2015 por el Estado Islámico. Aquí también, en una acción de asalto rápida y contundente, los muyahidines de Allah ocuparon la ciudad de al-Ramadi en unas horas de tiroteos esporádicos. Ganando en ellos la supremacía del fuego y escurriéndose por los flancos de las posiciones hilvanadas de los militares iraquíes. Por fin, una tormenta de arena, de efectos semejantes a los humos y nieblas de la lucha moderna, los ocultó de las vistas de los soldados. Y debió de convertir a los irregulares yihadistas en “fieras fantasmagóricas” para ellos. Así, todos los soldados salieron también, como en Mosúl, pies en polvorosa de al-Ramadi, buscando el refugio y la salvacioón en la cercana Bagdad. La primera petición de ayuda del gobierno chií de Irak a los estadounidenses fue que les enviaran 1500 lanzadores individuales antitanques. Pero, no sabemos bien para qué, puesto que el Estado Islámico carece de fuerzas blindadas como tales. Y sus Toyotas pick up son vulnerables al simple fuego de las ametralladoras, que tienen un mayor alcance efectivo que dichos lanzadores de carga hueca manuales. Este nuevo saliente o proyección del Estado Islámico al oeste de Bagdad tuvo que ser contenido por una nueva fuerza enviada por los estadounidenses, de 400 marines al general de 4 estrellas James Terry. Que formó una posición de defensa, un cerrojo perpendicular al posible avance de los muyahidines, en Taqaddum, a unos 25 Km. al este de al-Ramadi. Donde el ejército iraquí dice estar entrenándose y concentrando efectivos para recuperar esa capital desde entonces.

MARINES U.S.A ENTRENANDO…

Como parte de un ejército aficionado a medir todo (lo que no se puede medir, no existe), los militares estadounidenses observan y controlan (monitoring), miden y registran el “progreso” de los soldados iraquíes en formación. Existen más de 75 habilidades individuales desmenuzadas, precisas e identificadas, que son necesarias para que los soldados desempeñen correctamente sus funciones y puedan sobrevivir a los peligros, imprudencias y condiciones de combate. Utilizan para ello los “check list” y las comprobaciones y verificaciones adaptadas al caso, que han ido desarrollando y perfeccionando con sus propios reclutas. El problema es que estos reglajes pueden determinar el comportamiento mecánico de un hombre como parte del colectivo militar y su “marksmanship in the range” o eficacia en el campo de tiro. Pero no reflejarán nunca cómo se comportarán en combate, ante la presión del enemigo, la evolución inesperada, la incertidumbre, el miedo, el aislamiento y la pérdida de confort. Ni cuál es su lealtad a sus jefes y a la pequeña unidad o cuánto están motivados anímicamente para cumplir sus nuevos deberes militares.

(CONTINUARÁ)

De la Personalidad del Mando Militar.

El “sentido correcto del mando” lo conforman una serie de cualidades personales y anímicas que, perfiladas y compuestas por la educación, el estudio voluntario y el entrenamiento y el empleo específicos, van a producir un mando capaz de conocer, decidir e impulsar las acciones más adecuadas en los distintos niveles de la actividad militar.

Este “sentido correcto” corona, perfecciona, gobierna, dirige e impulsa la actividad de todos los otros sistemas operativos de maniobra, de todos los órganos de la actividad militar hacia la consecución de los objetivos. Y lo hace de la manera más adecuada posible, según sus medios y la situación militar concreta.

GENERAL PAUL EMIL VON LETTOW-VORBECK.

La sabiduría es la primera cualidad para un mando. La sabiduría es un hábito por el cual juzgamos rectamente de las cosas militares y humanas, bajo un instinto especial, que nos las hace conocer y saborear con cierta connaturalidad. Aquí sabiduría significa, a la vez, saber y sabor.

La sabiduría comprende el entendimiento militar, que es una penetrante y profunda intuición de las cosas militares en forma de “aprehensión”, es decir, sin emitir juicios o disquisiciones sobre ellas. La intuición es una forma de conocimiento directo, que se caracteriza por la inmediatez y la contemporaneidad de aquél sobre el tema que sea.

A la sabiduría se oponen la estulticia o necedad, el no saber lo que era posible y debido, como cosa contraria y la fatuidad, como la pura negación de ella.

GRAN MAESTRE JEAN PARISOT DE LA VALETTE, DE LA ORDEN DE MALTA.

La serenidad es otra cualidad imprescindible para el jefe conductor. La serenidad permite al mando mantenerse tranquilo, sin turbación física o moral que le afecte, aunque estén presentes la tensión y los problemas.

La serenidad protege y mantiene lúcidos los reflejos y la potencia mentales, en los que se apoya la sabiduría.

Dos de los fallos más graves y ridículos en los que puede caer el mando son la soberbia y la vanidad.

La soberbia es la plena satisfacción de sí mismo.

GENERAL DANIEL MORGAN.

La vanidad es creer que somos objetos merecedores de la admiración ajena. El vanidoso es como un estilita, que se satisface pensando en la acción que cree despertar a los demás. Cualquier signo de aprobación que reciba le sirve como reafirmación en su idea.

En algunos de nuestros artículos se ven situaciones que ejemplifican lo útil que resulta tener un enemigo especialmente soberbio o vanidoso.

La humildad, ajustándose en un equilibrio difícil, a la real y relativa valía es el mejor antídoto para estas vulnerabilidades anímicas. La humildad incluye la moderación. Recordemos que la falsa humildad es una forma alotrópica de la soberbia.

GENERAL HERMANN BALCK. 

El coraje moral, como bravura y entereza espiritual, que le permita contrarrestar la incertidumbre, el cansancio, el esfuerzo y la frustración o diferencia entre los planes y los medios y las realidades sucesivas de la situación, es otra característica del sentido correcto del mando. Y no sólo se trata de vencer a sus demonios, de tal manera que su serenidad no se debilite. Sino impulsar también a los demás para que superen sus propias aprensiones y debilidades en las pruebas.

Con lo que se convierte también en un factor eficaz de la capacidad de liderazgo, que supone conectar, motivar y dirigir desde cualidades anímicas a su colectivo y no sólo desde la autoridad de su puesto.

JAN ZIZKA.

Otro factor es la empatía como participación afectiva, no necesariamente emocional, en las necesidades personales ajenas. En ese puente encontrará el mando un enriquecimiento personal humano. Que será otro resorte más para conseguir entusiasmar a sus hombres. El entusiasmo es la energía humana capaz de vencer la entropía del cansancio, la caída de la moral, la falta de confort, los miedos y el desinterés en los momentos importantes y decisivos de la actividad militar.

La voluntad es la potencia del espíritu. Está enraizada en el coraje moral, se informa de la sabiduría e interactúa con la serenidad, alimentándola y apoyándose en ella. La voluntad permite al mando superar los demonios de la incertidumbre, los miedos, el esfuerzo y el cansancio, la falta de confort y las frustraciones. La voluntad se lanza tras las oportunidades, apreciadas por la sabiduría y decididas por el coraje moral, que disipa las dudas tácticas y operativas o estratégicas, según el nivel del mando.

La disciplina y la voluntad están enraizadas en la educación personal, a través del cumplimiento del deber hacia la sociedad, la institución militar y los hombres mandados. La disciplina nutre la moderación y la humildad del mando, dándoles un sentido humano y militante, alejado de connotaciones místicas.

CHARLES FLANDREAU.

La autoridad institucional viene por la delegación recibida del mando. Se manda para cumplir las ordenanzas y los objetivos que se vayan asignando. Pero la conducta personal y la capacidad profesional del mando generan su prestigio y su ejemplo entre los hombres, que dan a la autoridad recibida su calidad personal y concreta.

La educación militar es el dominio del oficio. Su conocimiento lo da el estudio en escuelas y academias y en la actualización permanente a través de los cursos y las lecturas posteriores. Su aplicación está en la doctrina y los reglamentos. La maestría viene de la aplicación del conocimiento en los juegos de guerra o simulaciones, en los seminarios de discusión y divulgación, en las maniobras y ejercicios de campo y en las situaciones reales a las que se tenga que enfrentar. Recordemos que el oficio militar específico tiende a no practicarse en la vida…

No son todo los que están, ni están todos los que son…

Teoría Militar: libros favoritos.

Os presento una lista de libros de teoría militar cuya lectura os resultara muy provechosa y que considero fundamental para conocer mejor los temas militares y no simplemente leer una historia más o menos repetida.

Incluyo un libro mío, fruto de mis años de dedicación a este tema, cuyo contenido podéis examinar en www.amazon.com.

«Maneuver Warfare Handbook» por William Lind.

Es un clásico sobre la guerra de maniobras. Utilizado por el Cuerpo de Marines. Se basa en la experiencia alemana de la II guerra mundial. Que a su vez es una extrapolación a la guerra mecanizada, de las experiencias desarrolladas por los Stormtroops (fuerzas de asalto de infantería) de la I guerra mundial.

«El Arte de la Guerra» por Sun Tzu. La más rica y provechosa es la vieja traducción de Samuel Griffth.

La holística teoría militar china, siempre vigente, sintetizada por un autor clásico.Sus características de estilo y de contenido parece que avalan a un único autor. Con cada lectura aprovechada, se captan más matices y perspectivas. Que fructifican en mayores riqueza, agilidad y profundidad de pensamiento.

Otros libros “chinos” te dan un número de estrategias (las 36, las 100, etc.). Su aprovechamiento se basa en una memorización continua o en su aplicación permanente. Los considero poco prácticos, por el carácter profuso, difuso y aún confuso de muchos autores antiguos de esta etnia Han. Parece como si quisiesen ocultar su sabiduría a los no iniciados.

«The Soviet Conduct of Tactical Maneuver» por David Glantz.

Una brillante exposición de las teorías militares operativas soviéticas. Con ellas ganaron la II guerra mundial. Y trasladaron su sistema económico social a media Europa «liberada».

«De la Guerra» de Clausewitz.

Es una obra extensa, como corresponde a su época, en la que escribir poco era señal de inconsistencia, poca importancia del tema y escasa reflexión. Los libros o partes que la componen fueron terminados en grado variable por el autor, cuya muerte prematura no permitió su conclusión. Nos interesan los primeros capítulos sobre la teoría y la filosofía de la guerra.

Los otros libros tratan sobre la táctica de un período en el que el despliegue enemigo quedaba a las vistas del mando y su estado mayor y auxiliares, situados en un altozano cercano. Preconiza lo contrario de Liddell Hart: la batalla decisiva a cargo de la máxima concentración propia sobre el ejército enemigo. En una época de ejércitos de masas, inaugurada por Napoleón, pronto se vió que no se podía ganar en una sola gran batalla una guerra entre naciones en armas. Era necesario una campaña de operaciones sucesivas victoriosas, diigidas al logro de los objetivos militares de campaña (teatro de operaciones, Europa, Pacífico, África) o estatégicos. Además, ya no existía un genio militar adelantado a su época como Napoleón.

«Forward into Battle» por Paddy Griffith.

Las tácticas militares desde Napoleón discutidas y extensamente presentadas. Tiene detractores por su visión a veces rupturista.

«Maneuver Warfare: An Anthology», compilado por Richard D. Hooker.

Recopila artículos de algunos de los mejores escritores sobre la teoría militar de maniobras. Hay trabajos de Rommel, Leonhard, John Antal, etc.

«The Art of Maneuver» por Robert Leonhard.

Es uno de los primeros y más lúcidos autores sobre la guerra de maniobras. Y destaca con fuerza propia, expandiendo el torrente de ideas de esa teoría en desarrollo.

«Race to the Swift» por Richard Simpkin.

Es el mejor libro de este autor militar inglés. Desarrolla teóricamente la guerra moderna. Es de lectura algo difícil.

«Manual de Táctica», dos tomos, por Eike Middeldorf.

Es el más completo y actual manual de táctica moderna que he encontrado. Tiene capítulos dedicados a la guerra terrestre empleando ingenios atómicos tácticos y a las condiciones particulares de lucha: de noche, en bosques, con frío extremo, etc.

«Estrategia» por Basil Liddell Hart.

Es la mejor teoría militar de este prolífico autor.

«The Foundations of the Science of War» por John Frederick Charles Fuller.

Es un libro no superado sobre los principios de la guerra y su aplicación práctica. Casi 65 años después de su edición en 1926 fue reeditado por el Cuerpo de Marines. Es de lectura difícil. Yo conseguí una fotocopia de la edición original a través de la biblioteca de una universidad americana (Lancaster, Pa.).

«On the Nature of War» por Enrique Alonso.

Igual que los principios señalan el «qué hacer» en la guerra, este libro, basado en 10 «sistemas operativos» indica el «cómo actuar» operativa y tácticamente.

«La Comprensión de la Guerra» por Trevor N. Dupuy.

Es una teoría del combate, basada en la Historia militar y determinados factores militares y sus valores cuantitativos. Encuentro que su desarrollo del concepto de «fricción», derivado de Clausewitz, está desviado. Y expone otra cosa distinta a Clausewitz.