Terrorismo, Guerrillas y Violencia

Terroristas y guerrillas.

El Terrorismo es una compleja operación Política y Violenta de amplia Variedad de acciones. Sus acciones violentas deben ser deliberadas, Continuas o Sistemáticas y buscando Influenciar a una amplia audiencia (mucho mayor que los afectados Directamente por dichas acciones violentas) y generando miedo, hasta miedo insuperable, en dicha “población blanco u objetivo”. Para que realicen y tomen las actitudes y acciones que los terroristas buscan.

Así, una acción aislada o sin interés político no es terrorismo. Será vandalismo,odio vesánico, brote psicótico… pero no es, ni será técnica o jurídicamente terrorismo.

Otra cosa es lo que decidan las autoridades. Que al enemigo irregular armado lo consideran poco menos que al Demonio Suelto. Y le suelen privar de casi todos los derechos, incluso personales. Y legislan leyes progresivamente más duras contra ellos. Los guerrilleros o terroristas en lucha contra un país constituido son más fáciles de ilegalizar.

Las distintas convenciones internacionales sólo consideran como “beligerantes de derecho” a los irregulares que sean desplegados o apoyados por otro Estado nacional. Y tienen que estar asentados en un territorio propio, aunque sea mínimo, tener un mando claro y visible, llevar uniforme y alguna insignia identificativa (un “parche” o distintivo), con las armas a la vista y actuar de acuerdo con las leyes aceptadas de la guerra.

Estas condiciones sólo las cumplían los partisanos soviéticos en la pasada Guerra Mundial.

Y, por supuesto, no las cumplen los yihadistas apandillados en Europa, los tiradores y acuchilladores aventados y desnortados de América, de Francia o de Noruega, los denominados con poco acierto, lobos solitarios, ya que este animal es esencialmente gregario y, más para cazar sus presas.

Estos todos serían “desalmados armados”. Y el alma es el Espíritu del hombre.

Perseguirlos es una actividad Policial más, no de guerra.

PARTISANOS DE TITO

Los partisanos de Tito, bastante efectivos e implantados intermitentemente, no las cumplían. Y las “resistencias” nacionales de Francia, Italia, Polonia eran casi risibles. Un enorme riesgo e inmenso dolor para conseguir daños Aislados a sus enemigos del Eje.

Una función que se obvia, como tantas, es que una de las funciones más importantes de los rebeldes irregulares es fijar en su “territorio de influencia” a numerosas fuerzas enemigas (por ejemplo, alemanas, italianas, Aliadas). Que de otro modo serían utilizadas por el enemigo militar en otras acciones estratégicas más decisivas e importantes de la lucha armada.

Aquí también se desconoce casi todo. Uno de los casos más extensos, prolongados y duros de la lucha terrorista fue la lucha antipartisana de los nazis en la URSS ocupada por Alemania.

Contraguerrillas.

Los alemanes contaban con una amplia red de fortines, que formaban una “base de apoyo en red”, donde los nodos eran los fortines y las cuerdas «marcaban» las direcciones de actuación para los pequeños combates locales contra los partisanos.

Existían también “patrullas móviles”, fuertes en, al menos, veintitantos hombres, que perseguían continuamente a las bandas partisanas localizadas. Si era necesario, a veces se reunían varias de éstas en una región, para realizar un ataque más grande.

Las fuerzas destacadas en los fortines eran alrededor de un pelotón (entre 8 y 12 hombres). En las noches sin actividad en su zona, se Esperaba que una parte de la exigua guarnición saliera a realizar un reconocimiento de partisanos o a integrarse con otras unidades para realizar algún ataque o persecución proporcional a sus medios.

Las unidades más fuertes, empleadas en los frentes de guerra, no eran usadas normalmente en las luchas contra las bandas partisanas. Salvo en los casos de atacar o cercar a alguna unidad partisana grande y con cierta probabilidad de éxito.

Muchas veces, las operaciones de cerco y aniquilamiento de guerrilleros resultaban un fiasco. Debido a la falta de hermetismo y a la abundancia de ocultamientos temporales del cerco que se establecía. Y los partisanos se dispersaban, se escondían o se escurrían reptando por parejas.

Resultados.

¿Fueron útiles, necesarios o dudosos los resultados para el entonces llamado Ejército Rojo de Obreros y Campesinos, la actividad de los partisanos de la URSS?

La realidad es que la actividad principal y vital de la “línea de comunicaciones logísticas” desde el Reich con su retaguardia en la URSS fue capaz de mantener durante toda la guerra, la actividad militar, logística y social (las idas y vueltas de los soldados, a veces por enfermedad o licencias, y las unidades) de los alemanes en su esfuerzo de guerra. Por ella pasaron los suministros, armas y tropas para el avance y la ocupación de la URSS al oeste de una línea imaginaria que recorría desde Leningrado hasta Stalingrado, pasando por el oeste de Moscú.

Si los alemanes retrocedieron sin descanso hacia el oeste, después de perder la batalla de Kursk en el verano de 1943, fue por el empuje costosísimo de los «Frentes» o Grupos de Ejércitos soviéticos, dirigidos por la STAVKA o Estado Mayor General. Y “asesorados/mandados” por Georgi Zhukov o Alexander Vassilevski, como “Delegados del Stavka en los Frentes” para las distintas grandes Operaciones militares soviéticas.

Filosofía y base mental.

Cualquiera que haya llegado hasta aquí, puede pensar en el «Horror» en la lucha entre partisanos y fuerzas de seguridad alemanas en el Frente del Este. Por aquello del ascenso a los máximos, que decía Clausewitz en su primer libro, en la dureza de las acciones militares. Y que la diferencia de etnias, religión o su ausencia e intereses divergentes espoleaban también a los beligerantes.

Pues, depende del temperamento y del carácter que cada uno tenía. Y, en este caso, el sentido común y un carácter complementario llevaron a los alemanes a empezar a suavizar las “condiciones del enfrentamiento” a nivel de las personas. Se trataba de no salir perjudicados ambos. O sea, todos.

Los alemanes aprendieron por amargas experiencias que la resistencia firme y obstinada de los partisanos, se debía a sus miedos a sufrir en el cautiverio. Y que esto podía ser debilitado fácilmente por un tratamiento más humano a los partisanos prisioneros.

Así, el Manual (alemán) para la Guerra contra las Bandas de 1944 recogía todos estos principios e ideas a aplicar por las fuerzas de seguridad alemanas.

Y, los partisanos comenzaron también a comportarse como combatientes más civilizados y menos desalmados. Este procedimiento o técnica de respetar bastante la integridad y los derechos de los prisioneros, se convirtió en un principio apreciado en las campañas guerrilleras siguientes por el mundo.

(CONTINUARÁ)

LA LUCHA CONTRA EL ESTADO ISLÁMICO DE IRAK Y SIRIA IV.

(FINAL)

Ejemplares y Triunfantes Campañas Contraguerrilleras.

En 1.948 las guerrillas comunistas griegas, en plena posguerra mundial, estaban a punto de formar fuerzas semirregulares para combatir abiertamente al gobierno. Ellas querían extender también el telón de acero al sureste de Europa. Sus éxitos militares, no decisivos y mal interpretados, según la correlación de fuerzas y la oportunidad estratégica del proceso revolucionario comunista, las decidieron a enfrentarse ya con el ejercito nacional griego y batirlo. Como hizo Mao en el momento oportuno de la guerra civil china. Así, el Ejército Democrático de Grecia (el DSE o Dimokratikos Stratos Ellados) congregó a gran parte de sus destacamentos guerrilleros, que se extendían como un rosario de norte a sur por Grecia, desde el Peloponeso hasta Macedonia, en el este, para formar unidades “regulares” a las que llamaron “brigadas” y “divisiones”. Pero esta fuerza “regular” rebelde, del orden de los 12-15 mil militantes, era sólo la décima parte del ejército griego. Sus bases fijas o temporales les permitían realizar en golpes de mano, asaltos y emboscadas contra las autoridades, policías y militares gubernamentales. Pero, lejos de ellas, las partidas carecían de suministros suficientes y de apoyos populares para sus operaciones. Por otra parte, las bases guerrilleras principales, situadas en la zona de Vitsi y Grammos, al noroeste del país, junto a la frontera con Yugoeslavia, eran vitales para los revolucionarios para la recepción del apoyo logístico desde ese país. Pero ellas constituían unos blancos ortodoxos, tangibles y alcanzables para el fuego pesado y la fuerza militar a disposición de Grecia. Para este tiempo, la ruptura de Tito con Stalin y el Komintern era total e irreversible. Y a Tito ya no le interesaba fomentar en el país vecino una revolución que derivaría hacia posiciones no revisionistas. El grifo principal yugoeslavo se cerró y seguidamente Albania y Bulgaria también cesaron sus ayudas menores. Presentado así el enfrentamiento, en un mes de operaciones ortodoxas de marcha, ataque, cerco y aniquilamiento, las fuerzas griegas, asesoradas y apoyadas por los británicos y con la ayuda de material militar estadounidense, ocuparon la zona montañosa de aquellas bases guerrilleras esenciales en agosto de 1.949. Que constituyeron un objetivo convencional, fuerte y definido, que tuvo que ser defendido por el “ejército” popular rojo. Con ello los demócratas griegos yugularon definitivamente una insurrección comunista de “liberación nacional”, que se prolongaba, insoluble y amenazadora, en una guerra civil desde 1.945.

LOS JEFES POSAN, DESPUÉS DE UN ENCUENTRO EN LAS MONTAÑAS…

UNA PATRULLA BUSCA POR LA MONTAÑA A LAS GUERRILLAS…

Los primeros intentos de los guerrilleros malayos para crear bases y establecer en ellas la administración comunista fueron en 1.945. Los irregulares del llamado Ejército del Pueblo Malayo salieron del refugio de las selvas, donde se escondían del Ejército Imperial japonés. En 1.948 iniciaron la rebelión militar contra los británicos, instalándose en comunidades aisladas de colonos chinos asentados en Malaya. Los comunistas esperaban atraer a su causa a los trabajadores de las minas y de las plantaciones y fincas y extender así sus bases. Pero su propaganda política no estaba sintonizada con el pueblo en general y, especialmente, con la comunidad no china, que era la gran mayoría de los malayos. El general Henry Briggs aprovechó sus debilidades y atacó sus líneas de suministro, impidiéndoles crear grandes destacamentos y obligándoles a dispersarse. Briggs contaba con batallones de gurkhas, de malayos, de británicos y de chinos y pronto se dió cuenta que estas unidades eran demasiado pesadas para operar contra las partidas. Y con una parte de ellos formó secciones y compañías de cazadores de guerrilleros. Que se internaban en las selvas circundantes, vivían sobre el terreno, recolectaban información de toda clase y hostigaban, emboscaban y atacaban a las partidas comunistas.

Al final de la II guerra mundial, los británicos condecoraron a Chin Peng con la Orden del Imperio Británico, por sus acciones contra los ocupantes japoneses. Él se convirtió en el jefe del Partido Comunista de Malaya.

EL GENERAL BRIGGS.

Y su sucesor, el general Gerald Templar las atacó sistemáticamente, y no pudieron ya consolidarse en ningún sitio. Así, los comunistas chinos malayos nunca superaron la etapa primitiva de guerrilleros vagabundos acosados y sólo pudieron emplear los ataques aislados como táctica principal. La tenacidad y la paciencia de los británicos, que no se propusieron directamente impedirles crear bases, sino destruirlos metódicamente, desarraigó a los guerrilleros de las zonas habitadas y los llevó de nuevo a la jungla y, finalmente, a la rendición. La pacificación siguiente de las zonas infestadas por las partidas comunistas, realizada con firmeza y consideración, con un puño fuerte enfundado en un guante de terciopelo, consolidó el apoyo de sus habitantes al gobierno griego. La rebelión se dió por definitivamente sofocada en 1.955. Los comunistas locales querían imitar a Mao y pelear una guerra irregular prolongada. Pero carecieron de dos medios estratégicos para ellos: tener bases estables y un apoyo popular suficiente.

EL GENERAL TEMPLER.