Las Interfases de Acción como Zonas del Desarrollo Táctico contra el Enemigo.

Introducción.

La interfase de acción es un concepto espacial que define la zona y el espacio donde desarrollamos la acción violenta sobre el enemigo y sus medios, siguiendo criterios tácticos adaptados al carácter de nuestros objetivos. El factor de acción eficaz en las interfases de acción es el sistema de armas combinadas o interarmas.

En el ataque penetrante, por ejemplo, la superficie de las interfases se limita cuantitativamente y se seleccionan éstas en la profundidad enemiga, según sus puntos críticos y aquéllos que estorben al avance de nuestras fuerzas, por ejemplo, observatorios y puntos de fuego antitanque. En la defensa, aumentamos cuantitativamente las potenciales interfases en nuestra profundidad y de una forma algo laminar.

La interfase es la que posibilita una acción táctica y la destrucción del enemigo, aplicándole una pura atrición elegida, selectiva y favorable. La ausencia de interfases, por el contrario da una cierta seguridad a cualquier fuerza, concretándose solamente en una amenaza la presencia, incluso cercana, de su enemigo.

La interfase no es sólo lineal o frontal y con la profundidad del alcance de las armas pesadas de infantería y de los tanques, sino que se prolonga superficial y espacialmente por la acción de la artillería indirecta, de los medios de destrucción superficial (artillería reactiva) y de la aviación de combate y de bombardeo. A menor interfase en una zona de operaciones, funcionará más el criterio de maniobra operativa y en una mayor interfase, buscaremos desde posiciones ventajosas y con medios eficaces y sinérgicos (combinadas o interarmas) aniquilar (incapacitar) al enemigo.

Desarrollo.

La velocidad de intercambio (acciones y efectos) en la interfase es cualitativamente variable y está condicionada por la transitabilidad del terreno y por el carácter de nuestra intención. En el ataque buscamos la fluidez de las acciones tácticas. En la defensa, deseamos añadir un espesamiento a las mismas, que nos ayude a romper al enemigo delante del límite anterior de la posición de defensa y en las distintas emboscadas y bolsas de fuego preparadas, tanto principales y alternativas como suplementarias, preferiblemente antes de su irrupción.

En las interfases existen ciertos puntos críticos, donde nuestra interacción táctica con el enemigo resultará especialmente eficaz. Son sus vulnerabilidades tácticas, sus vacíos de protección o de capacidad de combate o sus medios de defensa descuidados, aunque sólo lo sean durante un tiempo. La exploración de combate es imprescindible para detectarlos y es misión del jefe táctico decidir sobre cuál o cuáles actuar, buscando en la decisión táctica, la trascendencia operativa del mando superior.

La capacidad de combate se aplica sobre una interfase con una profundidad variable en función de las armas. La capacidad de combate posee un valor máximo, útil, relativamente estable para las distintas armas o sistemas de armas, que podemos medir en hombres por metro de interfase de acción.

Para el choque, por ejemplo, no es posible usar más de un hombre por 1,5 ms. de interfase de contacto. Para el fuego de tiradores, considerando una sección de 50 hombres útiles para unos 300 ms de interfase, su valor baja desde 0,6 a 0,15 hombres por m. de frente. La artillería produciría un efecto de cegamiento, de perturbación, de neutralización o de destrucción, añadido a la acción en la interfase, pero complementario de ella y nunca sustitutivo. El fuego de ametralladora no bajaría sustancialmente la proporción, ya que su fuego “equivale” al de un cierto número de infantes, según el terreno y su capacidad de adquirir blancos, en fuego rápido de 20 disparos por minuto y fusilero. Los tanques no parece que bajen tampoco ese valor por m. de interfase de acción táctica.

Sin embargo, desde las guerras de la antigüedad a las guerras de los años 80, la dispersión ha aumentado desde un valor proporcional de 1 a 5.000 en el campo de batalla o táctico. Para la defensa organizada estática moderna equivale a un batallón de 750 hombres en 3 Km2. La defensa móvil o en ambiente nuclear puede triplicar esa superficie. Esta dispersión ha vaciado el campo de batalla, cubierto ahora por el fuego directo y el fuego indirecto de apoyo, y ha permitido profundizar enormemente el terreno operativo de las grandes unidades, hasta los 50 a 75 Kms.

Una obstrucción, un desfiladero, un río en el que la interfase disminuyese o alterase, limitaría las posibilidades reales del atacante y potenciaría enormemente al defensor. Así, la batalla defensiva del rey Leónidas en el desfiladero de Las Termópilas, sería un ejemplo de contención de fuerzas abrumadoramente superiores, por la limitación absoluta de la interfase de acción entre los ejércitos persa y espartano y no poder aplicarse ésta sobre los centros críticos griegos, por ejemplo, un flanco expuesto, hasta que un pastor sirvió de guía a un contingente persa para alcanzarlo.

Toda esta complicación operativa convierte simultáneamente en improductivas o no activas, a la mayoría de las fuerzas empleadas en una acción en un momento dado.

Existiendo esa limitación práctica al uso de nuestra capacidad de combate disponible, debido a la desproporción espacio táctico/interfase en el combate, surge el tema de conseguir la aplicación máxima de nuestra fuerza.

Para lograrlo debemos de:

Aumentar todo lo posible nuestras interfases favorables con el enemigo, especialmente sobre los puntos débiles y críticos de su despliegue; rotar adecuadamente las unidades en contacto táctico; mantener un espacio de maniobra adecuado en nuestra retaguardia táctica, que permita impulsar las puntas de ataque necesarias o mantener las diferentes interfases defensivas posibles ante la irrupción o la penetración enemigas.

Y emplear a cada arma en la interfase de acción más favorable posible: Así el peso del esfuerzo lo llevará la infantería en los ataques preparados contra un enemigo alistado para el rechazo (por ejemplo, un frente antitanque), en las largas distancias de avance y en los terrenos de reducido dominio por la vista, como los bosques, las zonas urbanizadas y los terrenos quebrados, con los tanques apoyándoles por el fuego y avanzando por saltos cubiertos. Los tanques pueden ir delante en los ataques de encuentro, en los terrenos ligeramente ondulados y si el enemigo tiene un peor alistamiento de combate, pero teniendo cuidado en que la infantería cierre rápidamente las distancias. Para cortas distancias empleamos el ataque conjunto en un mismo sector; ambas armas pueden avanzar desde diferentes posiciones en un ataque convergente en los combates de encuentro y en los envolventes, siendo fundamental la sincronización de ambos. Dentro de la posición enemiga los tanques atacan las posiciones de tiro con su fuego y la infantería va limpiando las posiciones desde sus flancos.

Elaboración.

También es posible aumentar estructuralmente nuestras interfases de acción favorables con el enemigo.

Esto se logra en el ataque mediante la ruptura y la penetración en sectores favorables y siempre por el envolvimiento, la inversión de frentes y el cerco y por la persecución frontal y desbordante coordinadas. Los escalones sucesivos del atacante pueden, a su vez, crear una interfase de acción favorable contra un enemigo no suficientemente defendido, por ejemplo, posiciones de artillería o centros de comunicaciones o parques logísticos, y también mediante un ataque de flanco desde su profundidad con unidades mecanizadas o blindadas, sobre un contrataque enemigo contra su penetración.

En la defensa ocurrirá a la inversa. Se evitará la ruptura de la zona de defensa, aunque sea móvil, aumentando en su “recorrido” las posibles interfases desfavorables para el enemigo.

Esto se logra por el escalonamiento en profundidad de los medios activos de defensa y por su colocación preferente en las contrapendientes, en posiciones cubiertas, ocultas, preferiblemente de flanco, alternativas y suplementarias y recibidas por una defensa local de infantería y buscando buenos y entrecruzados sectores de tiro. También por el aumento de las interceptaciones (cortaduras reforzadas, campos minados de rápida colocación, obstáculos naturales más o menos perpendiculares a sus sectores de avance) defendidas por el fuego, que canalicen el ataque hacia zonas de fuego convergente o que lo retrasen y erosionen. Y, por último, por el empleo oportuno de contrachoques locales y contraataques de las reservas móviles o, al menos, rápidas, tácticas u operativas. Éstas constituyen la fuerza extraordinaria e inesperada que actúa sobre la vulnerabilidad enemiga, que es entonces su desorganización, dispersión y moral neutra antes de la consolidación de sus ganancias del ataque.

El factor de acción eficaz en las interfases de acción es el sistema de armas combinadas o interarmas. Cada una de ellas presenta individualmente unas “características de acción” y unas transitabilidades más convenientes, que les dan un perfil de blanco preferible y unas cualidades de despliegue táctico, de cuya combinación en el sistema surge la sinergia del conjunto.

(CONTINUARÁ)

Yahya Sinwar: ¿el último Señor de la Guerra gazatí?

Introducción.

Los israelíes tenían como tareas estratégicas de su invasión a la Franja Palestina de Gaza, el domingo 8 de octubre de 2023:

Garantizar que desde dicha franja terrestre no se volverá a atacar a Israel.

Organizar la estructura política y administrativa de la Franja y su funcionamiento pacífico y estable.

Destruir (incapacitar) las capacidades del Mando y la Estructura y la militancia de Hamás.

Que dicha organización terrorista, en cuyos estatutos figura que los palestinos ocupen del río (el Jordán) al gran mar (el Mediterráneo) como tierra nacional suya, no vuelva a ser una amenaza vital para Israel.

Desarrollo y medios.

Israel ha matado cerca de 40 mil palestinos hasta ahora, según las fuentes de Hamás, que son las menos prestigiosas y de menos credibilidad. Y no ha conseguido aún ninguno de sus objetivos importantes o secundarios. Por ejemplo, eliminar a toda la alta jefatura de Hamás.

Las tareas de la artillería, como fuego pesado de un ejército son, en orden creciente de aniquilación del enemigo son: Cegar, Perturbar, Neutralizar y Destruir.

La última tarea es casi imposible de lograr. Porque, los mismos escombros que producen los primeros fuegos artilleros o bombas de aviación, aumentan las posibilidades de refugio y de crear emboscadas y posiciones de defensa por el atacado.

En los planes de fuego pesado de apoyo de las unidades terrestres figuran e intervienen la artillería normal y reactiva, la defensa antitanque pesada, los cohetes de corto y medio alcance y la aviación de apoyo a tierra.

YO ME ENFADO…

Normalmente es imposible matar o herir físicamente a todos los enemigos. Éste pudo ser un objetivo imposible, buscado por Israel en los primeros momentos de la guerra. En medio de la borrachera incapacitante de ira, dolor, venganza y temor. Cuando los israelíes se vieron en medio de un fuerte y selectivo ataque en su retaguardia bastante profunda (operativa). Que no fue detectado en ninguno de sus preparativos y fases operativas por el Mossad y otras agencias menores, ni repelido, una vez puesto en marcha, empezando por las pequeñas guarniciones del Tzahal del sureste y este de Israel, en torno a la Franja.

De tratarse de unos objetivos más ambiciosos y dotados de más medios, por parte de la cúpula de Hamás (presidencia y 3 vicepresidencias, con sus asesores), y admitiendo el no mantenimiento de los objetivos ocupados por Hamás, Israel hubiera estado en grave peligro militar por el daño a sus estructuras militares de retaguardia. Podrían ser atacados: aeropuertos militares; parques de transporte terrestres; carreteras obstruidas y cruces ocupados o destruidos; depósitos de combustibles; centros de mando y de transmisiones; redes de comunicaciones; arsenales…

Las funciones de la Estructura de Hamás.

La estructura central de Hamás está formada por una presidencia exterior (situada fuera de los territorios palestinos) y tres vicepresidencias. La de Gaza, al mando de Yahya Sinwar, es la de mayor influencia en el organigrama. Otra está en Cisjordania, superpuesta operativamente a la Palestina reconocida por la ONU, que es la Autoridad Nacional Palestina, con sede en Ramala. La presidencia y la otra vicepresidencia están en el Exterior.

El presidente de Hamás era Ismael Haniyeh, que acaba de ser inmolado en un ataque supuestamente israelí en Teherán. Cuando Haniyeh acudía a la toma de posesión del nuevo presidente iraní.

Como norma general, últimamente saltada, Israel tiene la costumbre de no atribuirse la autoría de algún atentado o ataque al enemigo.

A LO MÁS QUE LLEGÓ A GRITAR

La importancia que para Hamás tiene Sinwar en su organización y en la toma de decisiones, hace que seguramente sea éste el sucesor del difunto presidente de Hamás. Ocupándose de la toma de decisiones militares y políticas de Hamás. Y en el cómo llevar la guerra y sus objetivos y en las difíciles negociaciones con Israel.

El cohete liquidador entró precisamente en la habitación donde estaba Haniyeh, protegido por la Guardia Revolucionaria de la República Islámica de Irán. Ésta es el Ejército de Irán Ideologizado. Que es capaz de proteger a pocos dentro de sus fronteras. La precisión en tiempo y lugar del Dato Personal de Haniyeh confirma que los israelíes tienen acceso a información relevante de primer nivel en Irán.

Y, es la encargada de desarrollar los movimientos revolucionarios pro-iraníes en los distintos países de Asia del Suroeste. Sin importar que religiosamente fueran de otra creencia o variedad dentro del Islam. Así, apoyan a Hamás, que es sunní. En estas actividades destacó con luz propia y refulgente, el general Qassem Sulemaini, jefe de las Brigadas al-Quds de la Guardia Revolucionaria, encargadas de las acciones especiales en el exterior de Irán, donde entró a los 18 años. El líder supremo Alí Jamenei dijo, refiriéndose a él: “Él es para mí un hijo, yo soy para él un padre”.

EL SUPREMÍSIMO

Un hándicap que tiene Sinwar es que su eficaz escondite habitual son las redes de túneles militares que recorren la Franja de Gaza. Que son una estructura definida para la defensa rígida (sin cesión de espacio al atacante, normalmente) y en profundidad contra un ejército mecanizado moderno y muy motivado. Pero, esa red no facilita las comunicaciones exteriores de los ejecutivos y militares.

Otra gran dificultad para que Sinwar sea el jefe supremo de Hamás y pueda negociar con Israel y vivir, es que fue el Principal Responsable y el Teórico (de lo que quería que se hiciese; él siempre viste de paisano) del ataque militar artero, cruel y desproporcionado al sur y sureste de Israel del sábado 7 de octubre pasado.

De Gaza partieron los milicianos entrenados hasta la suficiencia en maquetas y montajes, que igualaban y semejaban los terrenos de lucha en Israel, que encontrarían en su ataque deliberado, calculado, sabido. Que lanzarían con precisión sobre el sur y sureste de Israel.

Y, a Gaza volvieron victoriosos los irregulares de Hamás, tras matar a más de 1200 israelíes, militares de pequeños puestos, civiles de aldeas y kibutz (agrupación, en hebreo), jóvenes divirtiéndose en un concierto popular y capturar y llevar como rehenes a unos 250 israelíes y extranjeros de filiación judía, hombres, mujeres, niños y ancianos. Que reuniesen las características indicadas por la Jefatura de Hamás en Gaza; si son débiles y se les mueren pronto, los pierden.

Y, poco a poco, la cúpula político militar de Hamás es segada por la determinación, la motivación y la intensidad y permanencia de las operaciones israelíes. Especialmente, la ocupación y limpieza de los territorios y túneles de Gaza.

La Oportunidad como Instrumento del Mando militar para la victoria.

Introducción.

La oportunidad surge del juego de actuaciones dialécticas entre las unidades enfrentadas. La oportunidad es la debilidad táctica e incluso operativa, que aflora en un sector enemigo o está a punto de hacerlo. Sobre ella podemos actuar e incluso precipitarla con nuestro sistema de armas combinadas en una “interfase de acción” especialmente favorable a nosotros. En la oportunidad subyace siempre un error enemigo. Si éste resultase insuperable para él, sería por las circunstancias imprevistas, sorpresivas que concurrieran. Las oportunidades son una característica útil y ventajosa aportada por la dialéctica de acciones en el caos de la guerra.

Los objetivos intermedios previstos en los planes no son oportunidades. Son previsiones derivadas de la planificación y de la resolución fundada del mando. Cuando comienzan los contactos con el enemigo, su logro comienza a ponerse a prueba, como decía Moltke, en el juego de la dialéctica.

Funcionamiento.

De este juego en un medio caótico, independientemente de las desviaciones mayores o menores que sufran los planes, surgirán las oportunidades y los peligros. Los peligros serían las oportunidades del enemigo sobre nosotros. Ambos son imprevistos, pero asequibles y explotables durante cierto tiempo. La razón de la imprevisibilidad en el tiempo de las oportunidades está en el número cuasi infinito de variables y de acciones individuales y colectivas que concurren a definir una “situación” y los ciclos de acción sucesivos en los que ella se va desarrollando.

La oportunidad surge en un fallo del enemigo en el empeño de sus fuerzas y medios de apoyo. Puede originarse por la diferencia de calidades entre las distintas fuerzas enemigas y en la transitabilidad o buen «on going» de un sector dado, que debilitan una defensa o el impulso de un ataque. Aparece también en el descuido del enemigo en presentar un flanco expuesto, es decir, una interfase de acción favorable real o potencial con nosotros, no debidamente cuidada por él para enfrentarse a nuestro sistema interarmas disponible. La oportunidad está en un vacío de capacidad de combate, que surge en un ciclo de acción en una unidad, en un sector del combate. Que queda desprotegido y que es desatendido durante un tiempo suficiente, que permita su detección y su explotación por el contrario.

Es necesario aprovecharla rápidamente. La propia dinámica del proceso de interactuación en el medio caótico, la oculta, la esfuma, la hace inalcanzable, tras un corto tiempo. Ello es debido a la sucesión de los ciclos de acción que modifican las circunstancias que concurren.

Desarrollo.

Para detectar las oportunidades al nivel de actividad militar que sea, es necesario la inteligencia (exploración elaborada y convertida en conocimiento útil, continuo, suficiente) y la presencia suficiente del jefe correspondiente. Para aprovecharlas es necesario una comunicación vertical simple y sencilla, apoyada por la comunicación implícita entre los jefes subalternos y movilidad, flexibilidad y capacidad de combate disponible en las unidades y mandos implicados. Si la oportunidad es trascendente, se traslada a ella por el mando el centro de gravedad táctico u operativo. Si es importante, su aprovechamiento debe contribuir concéntricamente a la creación y al desarrollo de aquél.

Las mismas características recién citadas, pero enfocadas a nosotros mismos, son las que, a su vez, nos protegerán de los peligros u oportunidades enemigas. Con ello se conseguirá evitar su aparición, compensar el peligro o mitigar su presencia y disminuir nuestro tiempo de vulnerabilidad. Si a pesar de la previsión y el cuidado, concurren en su aparición circunstancias sorpresivas o inesperadas, incluso por fallo de nuestra parte, los medios a emplear son las dos últimas acciones citadas para su detección y aprovechamiento.

¿Cuál es esa presencia suficiente del jefe? Aquélla que le permita aprovechar las oportunidades que surjan en su nivel de actividad. Todo ello está relacionado directamente con los dos estilos o formas de mando diferentes para el cumplimiento de las tareas de los distintos escalones de mando.

El mando táctico debe ejercerse Sintiendo la “interfase de acción” con el enemigo, el intercambio de acciones con él en el terreno. El límite del mando táctico está claramente en la brigada. Y, en grandes operaciones o en el ataque o en el arma blindada, probablemente alcance en mayor o menor grado a la división, cuyo jefe debe impulsar la marcha o el ataque detrás de la primera agrupación importante del grueso de la unidad.

El mando de los cuerpos de ejército es claramente un órgano de gestión operativa y debe tener una perspectiva más amplia del conjunto. Así como también un mayor alejamiento del contacto directo con el enemigo, que supere la interfase y su retaguardia inmediata. Esto le brida al mando amplitud, visión, serenidad y seguridad.

En el inmenso caos que se va creando en un combate, la previsión del mando puede imponer y perfilar su evolución en una dirección y sentido.

Al igual que el mando efectivo es capaz de “captar” y “sentir” los signos de debilidad y desánimo del enemigo. Y prepara entonces las fuerzas que usará en la persecución y los apoyo que les dará. Poniéndolos bajo el mando de un jefe enérgico, animoso, líder y lúcido.

El comandante debe ir preparando “fuerzas de disposición rápida” en las unidades a su mando. Por ejemplo, una compañía mixta en el batallón; un batallón de armas combinadas en la brigada. De tal manera que la aparición de la oportunidad, cercana y sorpresiva, le permita aprovecharse de ella. Ya que la sorpresa ayudará a que la oportunidad sea aprovechada al principio por una fuerza propia relativamente pequeña. Y que podrá ser reforzada pronto por parte del grueso.

Ejemplo de la presencia eficaz, no física, de un Alto Mando.

Erich von Manstein dirigió desde sus cuarteles en Zaporiya, Ucrania, la operación de contrataque del grupo de ejércitos Don, principalmente contra el Frente del Suroeste soviético del general Vatutin. Para mediados de marzo de 1943, los alemanes habían eliminado del orden de batalla de Vatutin a 6 cuerpos de tanques, recuperaban Kharkov y tenían un frente defensivo resistente desde Tangarov a Belgorod, apoyado en el Mius y el Donetz. También contaban en el sur de Rusia con reservas móviles suficientes para rechazar posibles rupturas operativas en la zona. Y, tras el descalabro de Stalingrado, habían recuperado la iniciativa estratégica, al menos en el teatro de operaciones sur.

HITLER, PREOCUPADO, VISITA AL MARISCAL VON MANSTEIN IN ZAPORIYA.

Un ataque contra el saliente de Kursk, terminado de perfilar por el avance de von Manstein sobre Belgorod, que se hubiese iniciado en el mes de abril, tenía entonces posibilidades de éxito por la falta de preparación soviética.

Este mismo ataque iniciado en julio de 1943 determinó que ya no tuviesen importancia más errores del alto mando alemán (Hitler): entonces, el tema de estrategia total o estrategia de estado no era ya quién ganaría la guerra, sino cuánto tardaría en hacerlo.

Fallo en la presencia eficaz del mando.

Veamos un ejemplo de una presencia inadecuada del jefe, en relación con el escalón que se supone que manda. Lo protagonizó Rommel en el norte de África en noviembre de 1941.

PUESTO AVANZADO DE MANDO DE ROMMEL EN EL DESIERTO.

Creyendo erróneamente que los blindados ingleses estaban dispersos tras algunos combates, Rommel ordenó concentrar los suyos en la frontera libio egipcia. Dedicado directamente a ello, como un jefe de regimiento más, se vio envuelto en el rechazo de un ataque británico. Incluso estuvo aislado con su vehículo de mando, por un problema mecánico, durante medio día en el frente.

Esto le privó temporalmente del control de las operaciones en Tobruk. Su toma era su principal objetivo operativo y resistir al asedio alemán era el de los ingleses. Debido a esta distracción injustificada, Rommel tuvo que abandonar el intento de tomar aquel puerto fortificado, situado en su retaguardia operativa, la cual hubiera podido consolidar para su defensa de su territorio ganado.

En menos de un mes, los avances de los tanques y la infantería ingleses forzaron a Rommel una larga retirada hacia Túnez. Tuvo que ceder casi todo el terreno que había ganado desde el mes de marzo, cuando su llegada a África, hasta que logró reponerse y pudo contraatacar, al aliviarse la presión británica.

La Campaña por la Cuenca industrial del Donbass.

Introducción.

Cuando los rusos han atacado la amplia zona del Donbass, como Centro de Gravedad de sus esfuerzos militares en el Este de Ucrania, lo han hecho empleando otras tácticas, más primitivas, si cabe.

Los intentos rusos de emplear sus modernas unidades de armas combinadas, los Grupos Móviles de Batallón, una especie de demi brigadas o brigadas ligeras móviles, contra los ecumenes de Kyev, en el oeste de Ucrania, o de Kharkov, en el este del país, se saldaron con derrotas inesperadas. Gracias a las tácticas de rechazo efectivas de las unidades ucranianas, empleando una defensa móvil con cesión de espacio y un terreno favorable para la defensa, casi siempre.

Tras la toma de Mariupol, con su puerto al Mar de Azov y su gigantesca siderúrgica Azovstal, llegaba el momento de atender y ocupar la cuenca del Donbass, con el oblast de Lugansk. Al norte, junto a la frontera rusa y el oblast de Donetz, al sur, hacia la península ocupada ya en 2014 de Crimea.

En este nuevo desempeño del Ejército ruso, el fuego pesado “de apoyo”, ya no es tal. Sino que tiene, como Arma del Ejército, un Uso Propio, “per se”. Que es «quirúrgico invasivo» y de destrucción cuasi total de las posiciones ucranianas. Esto les garantiza una supervivencia mayor a sus soldados en el asalto a esas posiciones. Operación, por otro lado, que pocas veces ya será importante.

No son tácticas brillantes, ni ejemplares las que usan.

SwashVillage | Cómo Ulysses S. Grant ganó el sobrenombre de Subvención de  rendición incondicional
GENERAL ULYSSES GRANT

Son parecidas a las tácticas de Atrición y Desgaste, empleadas por Grant al final de la Guerra Civil estadounidense. Que perseguía sistemáticamente a Lee y lo atacaba, sin importarle demasiado el coste. Pero, que lo desgastaba inexorablemente. Y lo llevó a su rendición en Appomattox, en abril de 1865.

Como ganó y como en la guerra es discutible casi todo, a Grant se le encomió su perseverancia, la definición y concentración en un objetivo decisivo y otras cosas…

O, las usadas por Foch, Generalísimo de los Aliados en el teatro occidental europeo en 1918.

Que martilleaba ininterrumpidamente las posiciones alemanas en unos sectores. Hasta romperlas e irrumpir tras las líneas e intentar una somera explotación. Que siempre quebraba el oportuno contraataque operativo alemán. Y, que sólo cambiaba su esfuerzo a otros sectores, cuando la resistencia alemana era fuerte o se endurecía en ellos.

Ferdinand Foch, general francés y comandante supr...
GENERAL FOCH, COMANDANTE SUPREMO ALIADO EN 1918

Pero, esto agotaba indefectiblemente los medios disponibles de un adversario inferior a los Aliados. Y, llevó a Alemania a una rendición humillante ante ellos. Y a la desmembración del Segundo Reich y el establecimiento de la República de Weimar. Que no canalizó positivamente los anhelos y deseos del pueblo alemán.

Son las tácticas de la gran maza o el martillo sobre el yunque. Frente a las acciones indirectas y las maniobras de otros generales y teatros de operaciones y épocas. Que tienen la elegancia, la limpieza, la rapidez y la eficacia de la esgrima del Florete.

Estas tácticas rusas son más costosas, largas y sangrientas. Y, son aplicables cuando:

Los medios propios son muy superiores a los del enemigo.

La estructura de Mando y Control propia no responde eficazmente a las necesidades de la guerra moderna. En cuanto al empleo complementario de la maniobra y el combate, según las necesidades del mando y el aprovechamiento de las oportunidades que surjan.

Los Políticos Solamente les piden la victoria a los militares.

Los mandos propios son mediocres y sujetos a un control de “cero fallos” por sus superiores. Y, sobre todo, dichos mandos carecen de imaginación y de libertad de acción.

Veremos malos, costosos y dolorosos resultados.

Desarrollo general.

Los batallones móviles tácticos atacan en un sector de entre uno y tres km, según la intensidad del esfuerzo que los jefes de brigada quieran aplicar en el área. El batallón móvil, que es la unidad táctica autónoma eficaz del Ejército ruso, posee su propia artillería orgánica. Pero, para determinadas misiones buscando el desgaste del enemigo, la división les puede asignar hasta un grupo de artillería más en apoyo directo, procedente de la reserva de ella.

Los posibles escenarios militares para una invasión rusa de Ucrania -  Infobae
IMAGEN MUY PARCIAL DE UN BATALLÓN MÓVIL RUSO EN PARADA

El avance por una faja de ataque lo efectúan una compañía de infantería mecanizada o motorizada y una compañía de tanques, con los servicios correspondientes del batallón.

Como se lucha en terreno urbano enemigo, las aldeas y barrios de poblaciones, el mando lo ejerce el jefe de infantería. A la que los tanques apoyan desde posiciones más atrás. Empleando sus poderosos cañones de tiro directo y cargas explosivas tipo HE, contra los “puntos de apoyo” y “nidos de resistencia” de infantería enemigos y posiciones antitanques en la zona de infantería. Ante la presencia de tanques y vehículos de combate de infantería ucranianos, los tanques o una parte, según decida el jefe de tanques, cambiarían rápidamente a munición antitanque y/o cargas de humo, si procediera.

Rusia tendrá en órbita 150 satélites para 2025
SATÉLITE RUSO

No se realiza aquí una exploración operativa por partes de las fuerzas terrestres rusas. Esa función la cumplen los múltiples satélites de vigilancia desplegados por el espacio. Y, los “vehículos aéreos no tripulados de exploración” o drones, lanzados desde tierra por el Ejército. Se supone que toda esta información recolectada por varios medios y mandos diferentes, se centraliza en un Centro de Inteligencia común.

Guerra en Ucrania: Rusia tiene drones con tecnología española, según  investigadores británicos – FayerWayer
Drones rusos.

Encargado de dicha recepción y su análisis y proyección para varios tiempos, días, semanas, meses. Creando una Inteligencia razonablemente fiable, actualizada, continua y oportuna. Que se facilitaría a los mandos terrestres de las brigadas o grupos móviles, encargados de las operaciones.

Los batallones móviles en contacto solamente adelantan una somera exploración de combate por sus distintas Armas. Para acotar y perfilar los distintos blancos inmediatos que les corresponden.

Si la Artillería, los Cohetes y la Aviación táctica se empleasen a fondo en alguna de las batallas de la Campaña, las tropas terrestres tendrían como misión en ella la ocupación y consolidación del objetivo a «asaltar». En el que ya no quedarían soldados enemigos, porque, probablemente se hubiesen retirado con antelación al avance terrestre ruso.

El Mando Gerencial de la Institución militar

Introducción.

El mando gerencial se basa en el manejo de la organización y de los procesos y tiende a excluir el liderazgo creativo. Se enfrenta a los problemas en procesos y de un modo sucesivo mediante métodos establecidos. Practica la política o intercambio de parcelas de poder y de mutuos favores compensados, en su traslación al conjunto. Evita la emotividad personal en sus relaciones institucionales, porque se considera “poco controlable”.

Desarrollo.

La persona cumple su papel de funciones dentro del organigrama, para lo cual se le persuade mediante el reconocimiento y los recursos disponibles. Esto no quiere decir que no existan problemas personales, sino que se solapan por el juego de estímulos y se liberan en la frustración personal (como estrés), que es tanto mayor cuanto menor es el reconocimiento (como elemento subjetivo y de acción personal) y la capacidad de poder (un factor más objetivo) de su papel institucional. Mediante ese mecanismo compensador de la autoestima, se procura que la mayor parte de los intereses personales exhibidos caigan en el área de indiferencia, dentro de la institución o de una empresa.

Así, fuera del rol o puesto, la identidad individual desaparece. Por ejemplo, a un jubilado, al que se le puede despedir aparentemente con frialdad, realmente no se le desprecia, sino que nunca se le identificó personalmente, sino por su rol en el organigrama. Tiene que existir una conmoción emocional derivada de una tragedia, por ejemplo, el suicidio repentino de un hijo de un empleado o colaborador, para que, por una vez, los sentimientos emocionales personales de todos afloren libremente.

Esta conducta, además, tiende a cristalizar y a mantenerse por el carácter perdurable de la institución (Iglesia, fuerzas armadas, etc.) y por el mecanismo de repetición que se genera al haber dado “resultado” sucesivamente.

En el caso de las empresas, más temporales y menos formales, un gerente nuevo aborda con grandes posibilidades de éxito una empresa con problemas. Suele existir algún experto con una solución no considerada, con el que se puede llegar a un acuerdo, mediante la política. Esto se impulsa por el manejo de los procesos. En estas situaciones es imprescindible respetar (relativamente) las alianzas y las parcelas de poder ajenas.

Existe toda una simbología y una cultura institucionales, cuya aceptación vincula entre sí a sus miembros, les define pautas y guías (reglamentos, ordenanzas, código canónigo, teología moral, misión de la empresa) y su cumplimiento les preserva o alivia del estrés: se está haciendo lo debido y como es debido.

De ahí que sea la desvinculación a la cultura de la institución o empresa, la idea de que lo que se realiza no es importante (más subjetiva) o que se ha dejado de efectuar (inicio de vacaciones, enfermedades, jubilaciones), lo que dispara el estrés. Esto ocurre por la suspensión de la vinculación y de la cooperación, como satisfacciones naturales e imprescindibles del hombre.

Esto se puede compensar, al menos en parte, con actividades personales, en las que el sentido de lo que uno hace y hace bien, compense anímicamente la despersonalización de la empresa y la ausencia de una misión común asumida por todos. Y que es independiente del nivel técnico o especializado en el que cooperemos.

Dentro de la cultura institucional existen muchas veces pensamientos “deformados”. Suelen ser ideas que con el tiempo y en su inevitable evolución se vuelven tal. Esto ocurre en otras colectividades humanas y aún a las personas. Básicamente son pautas o actitudes no contrastadas suficientemente con su realidad contemporánea. Puede ser la doctrina de la guerra anterior, que nos dio resultado y para la cual tenemos un gran arsenal fabricado y distribuido; puede ser la aversión o el desagrado de los altos ejecutivos a determinados avances tecnológicos, como la informática. Estas fijaciones pueden llegar a llevar al desastre; el mando que más confianza pone en esa parte de su cultura, como vehículo principal que es de ella, es el más alejado de las necesidades de la nueva realidad y sin sensores adecuados en ella.

En esto contrastan con los niveles medios y más bajos del mando, que perciben mejor los fallos y las desviaciones de la realidad y su evolución.

La frialdad y la lejanía que se atribuyen a la dirección de gestión son percepciones negativas que no se corresponden necesariamente con las realidades personales de los mandos. Las formas de gestión, su expresión práctica, son diferentes y no se puede pedir a la institución que actúe como la parroquia o el fraile.

Por ejemplo, a veces se achaca a la curia vaticana la falta de sensibilidad hacia determinados problemas humanos. Independientemente de que en el nivel personal dicha sensibilidad exista y aún esté mejor informada que en una parroquia del tercer mundo, la misión de la curia es la gestión de la iglesia como institución ideológica. Cuidando de la ortodoxia religiosa (una religión no puede mercadear con su credo o deja de serlo o, al menos, pierde credibilidad) y de la administración de una sociedad con más de 1.000 millones de afiliados. Esto solamente se puede hacer con procedimientos de gestión, independientemente de la santidad, que siempre es un esfuerzo hacia y un encuentro personal con Dios, de sus miembros.

Flujograma de Funciones

Los factores operativos que definen la dirección gerencial o institucional son:

Principales P Derivados D

Control Presupuestario P

Dirección por Objetivos P

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Control de Procesos P Limitación de la Variabilidad D

Saturación de Normas escritas D

Procesos, Operaciones y Funciones totalmente delimitadas PyD

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Cultura y Simbología propias P Defensa contra la Tensión D

Autoidentidad convencional D

Papeles identificativos estructurales P

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Áreas de Indiferencia D

Despersonalización P Incentivos y Penalizaciones, reactivas D

Control Emocional convencional D