La Creciente imparable de los Talibanes afganos. 2ª Parte.

(CONTINUACIÓN)

Otra característica de la organización social de estas tribus fronterizas semi independientes es que impulsan una relativa endogamia. Con ella buscan aislar, proteger, mantener o fomentar su idiosincrasia, su influencia y su patrimonio. Pero, sin que sea biológicamente perjudicial su uso. Como sería entre los miembros de una misma familia o clan pequeño o cercano. En efecto, los matrimonios no sólo suponen y conllevan intercambios de individuos entre las familias de los contrayentes. Producen también intercambios y flujos de regalos, visitas, relaciones y parcelas de poder. En unas sociedades poco evolucionadas y residentes en un medio difícil y, a veces, rodeadas temporalmente de hostiles, las relaciones matrimoniales producen un “ingreso”, unos aumentos de posiciones sociales, influencias y bienes, que son muy apreciados por aquéllas.

Operatividad talibán.

Los pueblos montañeses son numerosos, pequeños y diseminados por las zonas fronterizas de Afganistán y Pakistán. En ellos se pueden camuflar un pequeño grupo de Talibanes, a la espera de que pase de largo un avance militar. Aparte, los Talibanes gozan de un sistema complicado de cuevas naturales en varios niveles, reforzado por túneles de comunicación, dotados de zonas ampliadas para la espera y el almacenaje de bienes de todas clases. Este sistema es utilizado para facilitar el tránsito entre uno y otro país, sin tener que utilizar los pasos fronterizos o desfiladeros más habituales y conocidos, como “etapas” del trayecto completo deseado. Y como refugio temporal cuando los aliados llevan a cabo operaciones de búsqueda de rebeldes o de represalia, sobre zonas pashtunes donde han sido más activos. Los Talibanes son de la etnia pashtun. Sólo los distinguen de las tribus locales su mayor proselitismo religioso y su actividad militar. Parte de los lugareños con los que se encuentran los soldados en sus patrullas y registros, son Talibanes “a tiempo parcial” y simpatizantes. Dos o tres hombres de un grupo de nativos que transitan por un camino rural, pueden ser una semi escuadra de Talibanes moviéndose de un lado a otro.

La clave operativa de los talibanes reside en sus innumerables jefecillos locales, con sus pequeñas bandas de guerrilleros. Ellos son los responsables de intimidar, aleccionar, asustar, atacar y ocupar más o menos temporalmente algunos de los numerosos poblados y caseríos. Según el grado de presión que deban ejercer sobre los lugareños para que les informen, les escondan y les ayuden. Evidentemente su elemental grado de desarrollo operativo mantiene al movimiento a la defensiva. Sin poder disputar a ultranza a ninguno de los ejércitos presentes en esas áreas ningún territorio o pueblo. Sin poder realizar otras acciones más allá de las emboscadas, los ataques a las pequeñas unidades enemigas aisladas, el hostigamiento por el fuego a media distancia, el secuestro, incursiones aisladas de corta duración y el minado de caminos y veredas. Concentrados ideológicamente en la conversión a su movimiento, a sus células semi nómadas, de los pashtunes más afines o cercanos.

Aunque están dispuestos a morir por sus ideales, con la promesa de la estancia en uno de los Siete Cielos del Islam, en el primero de los cuales reside Abrahán, al que visitan diariamente unos 50 mil ángeles, los Talibanes no dudan en retirarse ante el ataque o la resistencia decidida y tenaz de su enemigo militar.

Continúa la expansión talibán en Afganistán tras la retirada de las tropas  internacionales

Su procedimiento usual para atacar una posición débilmente defendida o sin ánimos de lucha es éste: bombardean de madrugada con fuego pesado de lanzacohetes fijos; luego se acercan para emplear los morteros; por fin, el asalto lo realizan varias escuadras independientes que convergen, avanzando y disparando ráfagas de AK y ametralladora RPD o PK y lanzagranadas RPG y RL. Las armas pesadas disparan desde los lados de las escuadras y el fuego se dirige de arriba a abajo o de abajo a arriba o a blancos comprobados. Para evitar las bajas por fuego amigo.

La lucha por las mentes y las voluntades.

Los Talibán consiguieron implantar su régimen “teocrático radical intransigente global” luchando contra los señores de la guerra regionales y unificaron Afganistán. Establecieron una estructura socio política laxa y débil, pero suficiente, para darle un poco de empaque al país. Regional y localmente, controlaban los órganos tribales de poder y, paralelamente, poseían pequeñas guarniciones de irregulares y de milicianos. Que eran suficientes para controlar y gobernar esa estructura estatal.

Desplazados del poder hace 20 años, su tenue y suficiente estructura político religiosa permanece y sus guerrillas y fuerzas semirregulares operativamente avanzan y retroceden. Adaptándose plásticamente a la lucha contra un ejército regular nacional de pacotilla. Que contaba con el apoyo de fuego pesado aéreo y terrestre de las fuerzas de los países de la OTAN desplegadas por el país. Y con las fuerzas de élite de aquéllos, para acciones puntuales de búsqueda y destrucción de las guerrillas islamistas. Operaciones que, por lo general, resultaban de eficacia mediocre, por debajo de lo planificado en los cuarteles generales.

Afghan army says it killed 100 militants in 24 hours | CNN
El Ejercito de Afganistán avanza…en parada.

En Afganistán no existen verdaderas academias de oficiales y suboficiales. En su Ejército se prospera adaptándose a los mandos inmediatos. Los sueldos de las tropas son esquilmados por sus superiores. Allí su corta paga y su rol como militar uniformado es un signo de prosperidad y poder social entre sus allegados de los clanes.

Los jefes, oficiales y suboficiales carecen de de una “moral nacional”, que les impulse a la defensa cabal de Afganistán, contra la peste negra de los Talibán. No existe un honor profesional, un “espíritu de cuerpo”, que los galvanice con sus compañeros de unidad en un afán de victoria.

En fin, no hay en toda la administración un comportamiento ejemplar, honorable, sufrido (paradójicamente, aunque la miseria se enseñorea del país) por parte de los jefes superiores y las autoridades civiles. Que les impulsen a cumplir con todos sus deberes profesionales y sociales para con sus compatriotas lejanos o para con el Afganistán demócrata. Que hoy es la cáscara de una estructura socio política vacía, agostada y estéril.

La campaña civil, ideológica y militar contra las bandas.

Aquí el enemigo es elusivo, disperso, peor armado que los militares, mal entrenado, indisciplinado. Pero es nativo, es resistente y parco, se esconde y camufla con facilidad, es un depredador nato dotado de una astucia atávica, no defiende generalmente sus posiciones. Las usa para desgastar al enemigo regular y pensando en abandonarlas al menor peligro percibido; en forma de flanqueo, ataque deliberado frontal o en la retaguardia. Las operaciones de las unidades y grandes unidades militares dejan escapar por infinidad de “intersticios” tácticos a los grupúsculos guerrilleros, en los que se puede dividir una unidad rebelde acosada. Es necesario actuar a su nivel socio militar: micro táctico y con cercanía. Al “enjambre” difuso, tenue, pero omnipresente de los talibanes es necesario interponer un “enjambre” cívico militar. Formado por militares profesionales y entrenados y elementos civiles voluntarios, más capacitados que los guerrilleros.

Es necesario crear pequeñas “unidades de acción”, para actuaciones “socio militares” combinadas. Que sean capaces de alcanzar el habitat de los talibanes y expulsarlos de él, progresiva y firmemente. Interponiéndose entre ellos y las tribus, el habitat real de los terroristas y rebeldes. Unidades que, en su modelo básico o standard, estarían formadas por un pelotón de fuerzas ligeras locales leales entrenadas, un pelotón de infantes profesionales foráneos y un grupo de técnicos civiles de fomento y educación con material adecuado. Su logística y su apoyo estarán basados en unidades y fuerzas helitransportadas, controladas centralizadamente desde 2 o 3 bases operativas regionales. Y complementadas por columnas móviles en vehículos o de caballería, formando una red de patrullas de apoyo por cada región.

Una vez asentadas esas pequeñas unidades flexibles, pueden acudir fuerzas mayores y brigadas de trabajo y de enseñanza, para ir guarnicionando la zona y para impulsar su mejora social. Hace falta contar con dinero para comprar la voluntad de colaboradores y simpatizantes. Esto puede hacerse facilitándoles trabajo y distinción social. Y para realizar los planes de desarrollo necesarios.

Erradicar los cultivos de opio puede ser un fin estratégico en sí mismo para los militares occidentales. Pero, hay que valorar muy bien su oportunidad y posibilidad en cada pequeña zona. Hay que ofrecer a los nativos una alternativa de paz, progreso y bienestar, dentro de sus creencias y maneras, para que segreguen a los talibanes. Que son realmente para los pashtunes, unos mercenarios de la guerra y unos explotadores de los civiles, clanes y tribus; ajenos aL Islam popular profesado por las tribus pastunes.

Conclusión.

Los valores democráticos liberales, que se suponen que son los que sostendrán al gobierno legal de Kabul, son “convicciones ideológicas republicanas”. Que no se sienten, ni se viven por casi nadie en Afganistán. Que son extraños al pueblo afgano, al que no le aportan ni prosperidad, ni seguridad, ni más identidad deseable.

Doce de Montesquieu para empezar el año
Montesquieu insistió en que los valores democráticos debían transmitirse con el ejemplo. Para que no quedasen en meros mensajes.

Los estadounidenses y sus aliados locales han levantado y superpuesto un “edificio administrativo y político centralizado” sobre la arena identitaria y social de Afganistán. Y que al primer golpe de un contratiempo económico o social serio o del ariete militar Talibán, comenzará a desnivelarse, a resquebrajarse y a hundirse a la vista de todos.

Seven Times the Taliban Was Supposedly Defeated
Hasta siete veces se dijo que los Talibanes estaban derrotados

En las últimas semanas, los Talibanes están llevando a cabo una ocupación de puestos fronterizos en el norte de Afganistán y están realizando un cerco parcial, suelto, de algunas de las poblaciones mayores del país. Lo que les permite amedrentar a las fuerzas armadas afganas y enviar un mensaje de decisión y poderío hacia dentro y fuera del país.

En general, los analistas internacionales son pesimistas en cuanto a la capacidad del gobierno de Kabul y, más importante ahora, de sus militares, para resistir una embestida decidida y preparada, una creciente, de los Talibanes. Para tomar el poder político y social en Afganistán. La discrepancia entre esos analistas sólo está en cuándo lanzarán los Talibanes esa Creciente Imparable.

La Creciente imparable de los Talibanes afganos.

Introducción.

Tras casi veinte años de presencia militar estadounidense en Afganistán, sus últimas tropas abandonarán ya Afganistán en unos días. Su “esfuerzo de guerra y pacificación” del país se condensa en unos $800 mil millones gastados en Afganistán y más de 2400 militares muertos en actos de servicio a lo largo de este período. Alemania e Italia han retirado también en días pasados sus últimos destacamentos desplegados en el país.

Uno de los objetivos de su ataque a este país asiático fue el derrocamiento del régimen yihadista salafista de los Talibanes afganos.

Su ideología radical era estudiada en algunas madrasas o escuelas coránicas de Pakistán. Donde estudiaban jóvenes exiliados pasthunes afganos. Talibanes son los estudiantes de estas madrasas radicalizadas. Y en Pakistán existen ahora movimientos semejantes, como el Terikh e Talibán Pakistán o Movimiento de los Talibanes pakistaníes. Que tienen relaciones fraternales con los Talibanes afganos.

Estos, a su vez, habrían dado cobijo a la plana mayor de al-Qaeda, en forma de una “base guerrillera segura”, con diversas localizaciones en Afganistán. Y, con una extensa “posición de repliegue” última, situada en los montes limítrofes, por la llamada línea de Durand, entre ambos países islámicos. Cuya defensa se basaba no sólo en la forma de lucha en alturas difíciles, sino también en una red capilar de túneles. Que les servían de escondrijos a los terroristas y que les permitían una comunicación oculta y protegida por su zona de despliegue.

Desde los tiempos anteriores al ataque suicida de la Red terrorista al complejo de las Torres Gemelas newyorkinas y al Pentágono, en Washington, el 11 de setiembre de 2001. Y, singularmente, a Osama ben Laden y a Aymar al-Sawahiri, médico egipcio, que actuaba como un “consejero ejecutivo” de al-Qaeda.

La captura y neutralización de estos dos ejemplares constituían otro de los objetivos capitales de la invasión estadounidenses a Afganistán.

Y, habiendo destruído la débil, escasa y pobre estructura político social creada por los Talibanes afganos, a los estadounidenses les correspondía, como corolario de sus acciones militares, un tercer objetivo. Más lejano, pero, seguramente más importante y trascendente.

Talibanes rechazan alto el fuego ofrecido por el gobierno
Talibanes rechazan alto el fuego ofrecido por Gobierno.

Ayudar seria y comprometidamente a crear en Afganistán una “sociedad musulmana moderna”, que trascendiera el régimen de tribus y clanes regionales y locales. Y, que fuera refractaria a los hechizos radicales de los modernos yihadistas. Y, por último, con un tejido social resistente, que garantizase los derechos, deberes y libertades de todos los ciudadanos en esa “sociedad musulmana moderna”.

Caprichosa y desgraciadamente, el malogro de este último objetivo citado va a dilapidar todos los esfuerzos, en especies y sangre, dedicados anteriores. Y nos va a poner en el difícil e indeseado punto de arranque de 2001.

Idiosincrasias tribales pashtunes.

Las relaciones internas de los grupos, familias y grupos de familias locales y clanes, se caracterizan por incorporar a ellas ciertos ritos, preceptos, actitudes y tabúes. Éstos recogen, valoran y cuantifican sus necesidades vitales, sus emociones primarias y sus creencias. La religión musulmana es seguida en la amplia zona que tratamos. Son todos de la rama sunní, que acepta al Corán y a la Sunna del Profeta. Las diferencias residen en el rigor con el que se examinan y aceptan las fuentes de la Sunna. Esta asunción forma parte de la inculturación, afirmación y cohesión sociales de estos grupos.

Estas sociedades aceptan y se rigen a través de una autoridad, más o menos respetada y obedecida.

Cuanto más se perfeccione y avance hacia el exterior la sociedad, el poder de esta autoridad se afianzará y crecerá y se extenderá en ámbitos de influencia. Cuanto más pequeño y aislado sea el grupo, el poder de la autoridad será más moderadora e integradora, actuando como un “primero entre los “iguales”. En estos casos últimos, la reunión de los miembros activos (hombres, cazadores) del clan en asambleas, jurgas, etc., tienen valor supremo y es sancionador de las conductas desviadas o disolventes para el grupo. Evidentemente en estos consejos locales, el prestigio y el poder de cada individuo miembro cuentan, y en ellos unos son más “iguales” que otros. Esos jefes locales o Maliks son como negociadores privilegiados con los distintos gobiernos, que gozan de una autoridad personal más que institucional, y cuyos acuerdos pueden ser ignorados por los varones adultos, si no están revalidados por sus asambleas.

Los talibanes aseguran que controlan el 85% de Afganistán | Noticias Diario  de Ávila
Los Talibanes controlan (no es ocupar) más del 85% de Afganistán.

Su código de costumbres y honor es el Pashtunwali, que establece al individuo ciertos derechos y exige de él ciertos deberes sociales, hacia la familia, el clan y la tribu. Las disputas básicas sobre mujeres, oro o dinero válido y tierras están en el origen de las enemistades sostenidas en estas tribus. Y que deben ser mantenidas hasta vengar la afrenta percibida. La propia fragilidad y debilidad de la sociedad exige la aparición de los valores protectores.

Éstos podrían ser la hospitalidad, la lealtad, la amistad, el desprecio a los foráneos como desconocidos, la venganza de ultrajes y daños, el honor individual y colectivo. Cada uno de ellos protege y engrandece en alguna medida o matiz al pequeño conjunto humano. Como veremos, las relaciones son interpersonales, en los ámbitos de la familia, el clan y la región. Se proyectan por la oportunidad, la cercanía, el intercambio de bienes y la relación. Y se afianzan con la lealtad, el respeto a las normas aceptadas y el tiempo de trato. Y en función de la acumulación de estos actos elementales sucesivos. Un extraño puede así aspirar a su integración, a título particular humano. Y no por la calidad y la trascendencia de su categoría o puesto institucional.

Los pastunes contra todos: rebelión frente a los talibanes y al aparato  militar de Pakistán
Pashtunes están en contra de las acciones militares del Gobierno y los Talibanes

La hospitalidad lleva implícita la reciprocidad, cuando uno viaja, está solo y no es agresivo. Esto a veces se perfecciona con la dotación de una escolta al viajero por zonas inseguras. La violación de esta “escolta” por un ataque supone una grave afrenta para el clan que la proveyó. La lealtad entre los miembros del colectivo, por muy lábil que sea a veces, cohesiona al grupo. El honor infla la autoestima y la apariencia ante propios y extraños. La venganza, en ausencia de verdadera justicia, busca castigo y luego reparación de los daños y afrentas reales o percibidos. El desprecio a los foráneos, no adornados de buenas cualidades o amenazadores para el grupo, busca impedirles a priori su integración en él, como una forma de defensa pasiva. La amistad estrecha los lazos con los iguales y el grupo. Si alguien se integra en estos grupos elementales, es objeto de lealtad y amistad a título personal. Esos valores se incrementarían por su actuación, maneras y comportamiento personal. Sería el caso de un jefe de fuerzas nativas, tipo cipayos, aceptadas por ellos por la paga, el honor y el status que brindan y proyectan sobre los clanes regionales. La aceptación no es con el cargo, sino con la persona.

(CONTINUARÁ).

LUCHA DE LA INFANTERÍA LIGERA CONTRA ENEMIGO SUPERIOR

Introducción.

Es posible llevar la “microdirección colectiva coherente” al microterreno táctico, dando misiones y órdenes específicas a nivel de batallón o de compañía. Las unidades empleadas serán de infantería ligera reforzadas con material y expertos (ingenieros, minas, morteros, antitanques, antiaéreos). La unidad táctica inferior será el pelotón con 2 o 3 escuadras de 3 a 5 hombres y sus apoyos. Ella recibirá una misión directa y simple, aunque sea difícil, laboriosa y peligrosa. El tiempo de actuación y los equipos disponibles serán necesariamente cortos y ligeros, salvo si la equipación se puede adelantar a un depósito protegido. Desde la hora de partida o el cruce de líneas propias hasta su extracción o desempeño no deberían pasar más de 40 horas. Y, sería preferible no más de 24 horas para una misión individual.

Operaciones.

Los medios del combatiente son: el terreno, con el que se debe fundir y confundir para sus operaciones básicas: marcha, ataque y defensa; las granadas son una parte de su “fuego pesado” orgánico. Completando o sustituyendo al mortero de 60 mms., cuando el combatiente esté a la distancia de penetración subrepticia o infiltración.

Y el modo o la manera de las acciones debe guiarse con la armonía en el sistema “amigo, enemigo y medio” y la serenidad y el silencio de los combatientes. Así, por ejemplo, la armonía exige que en la infiltración de una posición enemiga se respete el efecto del camuflaje en el avance del infante. Un arbusto o matojo no puede avanzar o cambiar de posición, de tal manera que resulte chocante a uno de los elementos de la seguridad o de la avanzada de combate enemigas.

El ataque.

Más que atacar desde lejos, favoreciendo el empleo del fuego pesado enemigo (artillería, morteros, aviación), el combatiente debe deslizarse subrepticiamente a más o menos profundidad en la retaguardia táctica enemiga. Para allí atacar objetivos operativos o tácticos: centros de mando y de comunicaciones; almacenes y parque de camiones y vehículos y equipos logísticos en general; barracones, armas pesadas y observatorios de todas las ramas. Dependiendo esto del tipo y la entidad de la unidad enemiga atacada.

En un ataque importante, el pelotón puede adelantar 2 o 3 equipos o escuadras de incursión. Y, para un reconocimiento a fondo de la posición enemiga puede enviar 1 o 2 equipos o escuadras de exploración. El sector o franja de avance del pelotón puede alcanzar los 150 ms.

El enemigo, en este ataque subrepticio, puede defenderse cambiando la estructura de su zona de seguridad. Aumentando las posiciones de vigilancia, la reforzará más. Pero, su seguridad no habrá mejorado cualitativamente. La protección eficaz vendrá de superponer a esa red de pozos de tirador y nidos de defensa, una red de patrullas sin un recorrido fijo. Que estorben o detecten e impidan la labor de penetración oculta, paciente y silenciosa de los equipos de incursión del atacante.

La defensa.

En la defensa, el combatiente hará lo mismo, pero casi al revés. Se fundirá y confundirá con el micro terreno circundante. Ocultando todo lo posible sus posiciones de combate y fortificaciones al enemigo más numeroso y/o tecnológico. Disipando el rastro táctico de sus posiciones fuertes, tanto de combate como de apoyo.

Japanese in Battle. Enemy Methods

Si emplean reductos fortificados, estos deberán estar camuflados y cubiertos y excavados parcialmente en el terreno. En torno a ellos, habrá un enjambre de tiradores o parejas de ellos, cubriendo sus aproximaciones a las distancias apropiadas. Es bueno poder mantener un fuego cruzado, que despiste la atención del enemigo sobre el origen del mismo.

En los terrenos urbanos la infantería ligera creará una serie de posiciones de defensa articuladas en zonas de defensa. El empleo del alcantarillado y de los túneles será continuo para el escondite, la protección y las maniobras subrepticias. Las posiciones de fuego pesado directo (antitanques, ametralladoras, cañones ligeros) estarán incrustadas en el interior de las construcciones, controlando los rebufos.

FM 7-8 Chptr 6 URBAN OPERATIONS

En una manzana, unos edificios serán defendidos por parejas de tiradores y otros, por pelotones. El movimiento de los combatientes entre y por los pisos para la oportunidad táctica será decidido por los defensores. El acceso a los pisos inferiores desde las calles estará obstruido y protegido por trampas explosivas y/o por el fuego desde otras posiciones. Los patios y solares pueden ser aptos para el despliegue de posiciones antiaéreas y de fuego pesado indirecto.

Las minas, barricadas, cortaduras y obstáculos serán “interrupciones cubiertas por el fuego”, que rompen el impulso enemigo. Las “alturas ocultantes relativas” de cualquier área urbanizada y los giros y recovecos de las calles y vías nos ocultan y rompen las unidades enemigas. Nuestra artillería indirecta puede registrar vías de aproximación y parques y plazas, para perturbar avances, concentraciones y depósitos enemigos.

Nuestras acciones tácticas buscarán: anular el impulso enemigo; impedir que rodee y desborde a nuestras unidades; erosionar sus avances desde varios lados; destruir sus vehículos blindados y de transporte; bloquear sus entradas a edificios desde terrazas y últimos y primeros pisos; y adelantarnos ventajosamente a sus intenciones e intentos.

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Todo nuestro esfuerzo está encaminado a hacer que el enemigo, con la estructura de nuestra defensa y con las técnicas y tácticas que empleemos para hacerla efectiva, pierda todas sus ventajas numéricas, tecnológicas y de capacidades de fuego y de movimiento táctico sobre nosotros.

Si podemos contar con un “grupo móvil destacado” fuera del perímetro urbano y que no esté localizado por la exploración o las unidades enemigas aérea o terrestres. Éste podría hostigar, emboscar, erosionar o atacar, según los casos, al enemigo en su retaguardia táctica. Sus acciones ofensivas deben tener el objetivo operativo de debilitar y perturbar la capacidad táctica enemiga. Y con esta tarea en mente, surgirán las distintas oportunidades de lucha contra las pequeñas unidades enemigas y sus apoyos y soportes de todas clases. Otra premisa de su actuación es que el “grupo destacado” debe proteger su seguridad, evitando siempre un encuentro no buscado con el enemigo, su detección prematura por éste y ser cercado.

Las marchas.

Existe una tercera de categoría de acciones que son las marchas. Éstas serían al combate, entre posiciones propias cercanas o lejanas y retrógradas, con persecución enemiga o no.

La marcha al combate, sobre todo a las distancias cercanas y medias, tiene como objetivo alcanzar las posiciones de combate de cada arma con el enemigo. Protegiendo y manteniendo las capacidades de combate y de movimiento táctico de todas las unidades. Para hacer sentir al enemigo, sin merma alguna, toda nuestra capacidad de lucha: fuego, choque, infiltración.

Aquí, es necesario también confundirse y fundirse con el terreno de marcha. Que puede ser diferente según los tramos del recorrido. La protección es la condición primordial de nuestra marcha, ya que aún no hemos iniciado el combate con el enemigo. Y, sin ella, habremos desperdiciado y dilapidado nuestras oportunidades y nuestros escasos medios militares.

Toda marcha con la posibilidad de un encuentro no deseado con el enemigo es una marcha al combate. Y esa posibilidad definirá las necesidades de seguridad y ocultación de nuestras “agrupaciones de marcha”.

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CHINDITAS AVANZANDO POR TERRENO NO HOSTIL

La exploración de nuestros recorridos debe ser adelantada suficientemente, dependiendo de nuestro conocimiento de la ruta y del enemigo y sus características. Esa exploración será apoyada por nuestra vanguardia con capacidad de lucha. Y considerando siempre que su misión incluye rehuir la lucha con el enemigo, salvo nuestro rechazo en una emboscada sufrida. Las características ocultas y silenciosas de nuestra lucha lo aconsejan totalmente.

La protección es un factor necesario de la sorpresa. Que es un multiplicador barato y eficaz de las capacidades de combate de nuestras unidades ligeras y magras. Dado que el enemigo tiende a la no “disponibilidad combativa” durante la mayor parte del tiempo. Y esto es una cosa deseable y natural: los leones descansan más de ⅔ de su tiempo disponible diario. Y como el enemigo necesita un “tiempo de detección y alerta” para disponerse a la lucha, él tiene que mantener una seguridad adelantada en un despliegue eficaz. Que le garantice poder contar con dicho “tiempo esencial”, para no resultar sorprendido por nuestra incursión atacante.

La debilidad tecnológica de nuestro despliegue la compensaremos sobradamente, con la ocultación, el mayor tiempo de marcha, la seguridad de ésta, la exploración cuidadosa y necesaria y el uso del terreno, que nos brinde esa fusión deseada con él.

Empleando el terreno más favorable para avanzar: sus pliegues, desniveles y ocultaciones; y el arrastre para cruzar por terrenos anegados, cercanos al enemigo y difíciles; y el camuflaje creativo y variado; y sirviéndonos de la ocultación que nos brinda la noche, como refuerzo natural de nuestras acciones. Para dejar la menor huella táctica posible al enemigo.

En las ciudades, son medios de ocultación, que nos brinda su trazado, sus elementos y su construcción, los parques, las cunetas y las aceras. Junto con el sistema de ferrocarril metropolitano, el alcantarillado general y los túneles de circunstancias que podamos excavar o reforzar.

Para avanzar por los desniveles, es importante utilizar nuestro lado o vertiente de las crestas militares relativas. Considerando que, el enemigo se desplegará por su lado. Y, adelantando o no alguna seguridad, observadores de las armas o fuerzas cercanas a ellas. La distancia a la cresta es importante y diferente para los tipos de lucha. Si el defensor está algo separado, puede ser atacado por granadas. Y si se despliega muy separado, para su tranquilidad, esto implica dejar al atacante el dominio del acercamiento subrepticio. Algo cercano, puede permitirle detectar al asaltante y batirlo y rechazarlo con granadas.

La Conducción.

La conducción de estas unidades debe incluir y luego inspirar y reflejar el carácter complementario y continuo que tiene su “polaridad esencial”. Y que actúa en su concepción, desarrollo, doctrina, implementación, equipo y entrenamiento, logística y apoyos, marchas y ejecución de misiones y tareas.

Recordemos, ahora, que son unidades regulares o semi regulares, que se protegen y luchan, de una manera característica y singular, con un enemigo mayor o mejor equipado tecnológicamente. Y, empleando en su dialéctica bélica cualquier forma de lucha (ataque, rechazo, defensa retardante) o maniobras. Y actuando parcialmente y en el grado apropiado, como una unidad irregular, confundiéndose y fundiéndose con el terreno táctico.

Considerando que, si insistimos en demasía en una forma, concepción y ejecución, las dinámicas de los procesos en marcha nos pueden terminar alejando del buen hacer e, incluso, del éxito. Todo esto tiene que ver con la mecánica cuántica, el principio indeterminación de Heissenberg y el principio de Hobber, en cuanto reguladores naturales y últimos de los procesos.

Así, la dirección, el modo y la realización de nuestros medios y objetivos deben guiarse como el piloto de una embarcación pequeña la guía. Con el objetivo en el horizonte y empleando pequeñas correcciones de rumbo para retomar las intenciones iniciales y sucesivas.

Flujograma y Equilibrio de procesos, acciones y hechos en la lucha de las unidades ligeras de forma diferente o extraordinaria.

Centralización // Coordinación // Delegación

Autoridad // Información

Terreno // Terreno y Micro terreno

Estrategia y Operaciones // Aplicación

Intenciones // Eventualidades

Medios // Oportunidades

Organización // Corrección y evitación de fallos

Refuerzos // Ejecución

Inteligencia // Reconocimiento e Inteligencia aplicada

LA SORPRESA MILITAR: conceptos, efectos, realización y tipos. 2ª PARTE.

(CONTINUACIÓN)

 

Los tres regimientos de caballería de la brigada contaban con 27 oficiales, 228 suboficiales y 1.740 soldados, montados en caballos alemanes. Se procuró que los oficiales y suboficiales y todos los hombres posibles portasen subfusiles o metralletas MP-38 o MP-40 de 9 mm, en vez de las carabinas K98 de 7,92 mm. Las armas pesadas de infantería eran 30 ametralladoras pesadas (MG-34 sobre trípode) y 72 ametralladoras ligeras (MG-34 con bípode). Su fuego pesado de apoyo orgánico lo proporcionaba una batería de 6 obuses ligeros de 75 mm, para cada uno de los tres regimientos hipomóviles. Como apoyo externo tendría fuego artillero, tanto centralizado, como de las divi-siones situadas en sus flancos, para lo que la acompañaban los correspondientes observadores y oficiales.

Resultado de imagen de carretas del país soviéticos Carretas del país avanzando por una llanura…

En apoyo también contaban con una compañía de ingenieros (pioneros) y una compañía sanitaria. Mediante un parque de carretas del país, arrastrada cada una por una pareja de caballos nativos, se llevarían los abastecimientos, repuestos, municiones, fuerzas médicas, etc., de la brigada en los terrenos difíciles. También contaba con otra columna de abastecimiento motorizada.

La naturaleza, la estructura de la brigada y sus soportes o apoyos constituían ele-mentos que contribuían a la simplicidad de la misión, ya que se adecuaban perfectamente a ésta. Incluso, como ya veremos, recibió el apoyo de una compañía de tanques (14 tanques) para el ataque, cuando la exploración vio que era posible que se trasladasen hasta la irrupción.

Otro de los factores esenciales que vemos actuar ya antes de la concepción de la operación es la inteligencia, como el conocimiento elaborado más completo del enemigo y de las características de la zona de operaciones, adquirido a través de todas las unidades, las agencias y los recursos disponibles en cualquier nivel jerárquico propio, continua y debidamente actualizado e informado. Ello permitirá definir la misión, adscribir los medios y unidades, fijar los entrenamientos, ajustar adaptaciones o cambios en los planes, etc.

Otro factor imprescindible en estas operaciones extraordinarias o heterodoxas, el entrenamiento y el ensayo de la misión, tampoco fue descuidado. La brigada fue entrenada entre 4 y 6 semanas, antes de su activación, en terrenos similares a los de su zona de operaciones futuras y distintos de ella, cumpliendo durante el mismo el factor seguridad.

El entrenamiento de su empleo con tanques no fue hecho, porque no estaba previsto su empleo. Y uno de los problemas que surgieron durante la operación fue que la caballería se adelantaba a los tanques en su misma agrupación de marcha y otro que la comunicación entre jinetes y tanques fue mala. En la espesura de los bosques salvajes, las radios inalámbricas no funcionaron bien y hubo que emplear la telefonía por cables existente. Pero éstos no bastaron para mantener todas las comunicaciones necesarias entre las pequeñas unidades atacantes.

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Una característica del entrenamiento en estas misiones especiales, en las que la innovación suele ser un rasgo definitorio, es que aquél debe ser lo más completo posible, de acuerdo a las peculiaridades de aquéllas. Y un ensayo general, incluyendo el tiempo total previsto, suele ser necesario, por ejemplo, para comprobar la resistencia de determinados equipos y no solamente su buen funcionamiento, como se verificaría en un ensayo parcial o incompleto.

La brigada se situó en sus posiciones de partida unos 10 días antes de iniciar la marcha hacia el contacto, integrándose en el dispositivo de la 5ª división panzer, ya presente. Los soviéticos no fueron capaces de detectar la activación de esta unidad, por lo que el factor seguridad quedó, junto con lo expuesto arriba, cumplido.

Inmediatamente sus miembros, con la ayuda de tropas de tanques, realizaron con toda precaución una exploración intensa del terreno intermedio y de las posiciones enemigas (avanzadas de combate y límite anterior). De ella se dedujo que el apoyo de tanques en el ataque era posible (en un sector estrecho), si se realizaba la necesaria adecuación en los caminos/sendas del terreno de acceso. Esta innovación más añadiría una importante capacidad de choque y de fuego pesado directo al ataque, especialmente en la irrupción y en la lucha por las posiciones y en el interior operativo de la zona de defensa soviética (artillería, unidades en desorden o en retirada, transportes, abastecimientos, etc.)

El factor sorpresa se iba a lograr por la acción táctica innovadora e inesperada en el “campo de acción” elegido para el ataque. Hemos de considerar que los soviéticos están preparados, incluso fortificados y esperan el ataque, ya que el tiempo o momento era más o menos previsible. Y los soviéticos habían demostrado desde el principio de la guerra que eran maestros en la defensa y el enmascaramiento de posiciones. Pero el ataque alemán se produce con unos medios y en un lugar totalmente inesperados, dislocando la capacidad de combate, los medios de defensa enemigos, que poco pueden hacer para reaccionar rápidamente, debido al dispositivo que habían adoptado.

Resultado de imagen de frente del este 1942

Con ello se consigue por el atacante el factor velocidad de acción. Esto permite a los alemanes superar rápidamente su principal vulnerabilidad, el contacto inicial con el enemigo en la “interfase de acción” decidida. En la que siempre se pueden producir contratiempos inesperados ante fuerzas potencialmente superiores, hasta que se impone al enemigo la ley de la acción.

Durante la irrupción concurren la incertidumbre o la fricción, como función del enorme número de acciones individuales y de unidades implicadas en toda la misión; el error, como función de los pequeños fallos que ocurren inevitablemente en esas acciones; la acción del enemigo, hasta que la supremacía de fuego y de maniobra le prive progresivamente de la iniciativa y se mantenga ésta por el atacante; la oportunidad, en forma de situaciones favorables no previstas y fugaces para los alemanes, de las que los propios mandos de las pequeñas unidades deben aprovecharse rápidamente, para el cumplimiento de la misión impartida.

Para poder actuar así, las tropas extraordinarias deben poseer el factor compromiso, que implica la aceptación y el reconocimiento por todos de la misión encomendada, de sus consecuencias importantes y de sus posibilidades reales de éxito en esas condiciones.

Un par de días antes del ataque, los ingenieros (pioneros) provistos de sierras mecánicas, fueron trazando muy rápidamente, siguiendo los linderos de los bosques y sus claros, una senda reforzada y alfombrada de troncos medios cortados in situ y dispuestos más o menos a un metro de distancia. Con ello daban suficiente consistencia a una vía de circunstancias hasta los campos de minas soviéticos, que soportaría el paso de los pocos tanques agregados a la brigada hipomóvil en subordinación táctica, que iniciaron lentamente su avance poco después. El ruido de las sierras y de los motores de los vehículos era ahogado por el vuelo de aviones de exploración a baja altura y por el fuego esporádico alemán de hostigamiento.

El ataque conjunto se inició el 2 de julio de 1.942.

La brigada hipomóvil debía cruzar unos 15 Kms de bosques y pantanos, hasta alcanzar las posiciones soviéticas. Por su derecha atacaría la 5ª división panzer, siguiendo el camino principal citado como eje de avance, que actuaba como la fuerza normal o masa de apoyo del ataque. Su flanco izquierdo, apoyado en ese terreno de tan difícil transitabilidad, era cubierto por débiles fuerzas de infantería (alrededor de una compañía), hasta que el día 3 iniciase su ataque por ese sector una división de infantería alemana.

A las 15 hs. avanzaron los tanques junto a las tropas de caballería, aprocvechando la preparación artillera general. Aquéllos iban acompañados por tropas de ingenieros. Los campos de minas fueron detectados inmediatamente y los ingenieros limpiaron el terreno en torno a las sendas de paso para ampliar su ancho. Casi de improviso, los tanques y la caballería en vanguardia alcanzaron el límite anterior de la posición de defensa soviética en ese “campo de acción” decidido para atacar.

De un solo impulso irrumpieron perfectamente en la misma, rompiendo las primeras líneas de defensa preparadas. Tras esto, los tanques fueron dejados en reserva, ya que la posición enemiga profundizaba por terreno boscoso no reconocido. La caballería alcanzó a penetrar esa mañana hasta 6,5 Km. en el interior de la posición soviética.

Durante todo el tiempo el tren de abastecimientos de carretas del país fue capaz de adelantar suministros, repuestos y municiones a los cansados hombres.

Resultado de imagen de 9º ejército alemán Rzhev Model salva el peligro para el 9º ejército alemán.

Por su parte, la 5ª división panzer, a su derecha, no podía avanzar a pesar de su superior capacidad de choque y medios, sufriendo graves pérdidas ante el rechazo en profundidad muy bien camuflado establecido por los soviéticos.

Hacia el mediodía un regimiento hipomóvil giró para atacar las posiciones principales enemigas desde el este. Para alcanzarlas tuvo que cruzar una zona de bosques pantanosos, donde el agua alcanzaba hasta la rodilla de los alemanes. Al anochecer la brigada controlaba un sector del camino principal, en el interior de la posición soviética, rompiendo su cohesión táctica y volviéndola insostenible.

A primera hora del día 4, la resistencia soviética colapsaba en todo el sector de ataque de la 5ª división panzer y la brigada hipomóvil. Ésta, por su parte, cruzó otro trozo de terreno de bosques pantanosos de unos 10 Km y emergió en la retaguardia operativa enemiga. Ésta estaba atestada de vehículos aislados, columnas de tropas y soldados deambulando, que se movían por todo lo que alcanzaba la vista en el mayor desorden. También la llegada de las fuerzas panzer permitió acelerar la descomposición del 39º ejército de infantería soviético como fuerza organizada y eficaz.

Ese mismo día, todo el sector de ese ejército se hundía y las divisiones de infantería alemanas del 9º ejército de Walter Model convergían en su interior por todos sus sectores de ataque.

Durante los 11 días que duró la operación, los alemanes capturaron unos 50 mil militares soviéticos, unos 230 tanques y 760 piezas de artillería.

(FINAL)

LA CAZA Y CAPTURA DE ABU BAKR AL-BAGHDADI.

Introducción.

Las “pequeñas unidades” atacando con objetivo limitado (una incursión profunda, la toma de una posición crítica, el rescate de una personalidad, una emboscada) constituyen un “sistema” militar cerrado. Esta condición impone unas características específicas en sus “interfases de acción” con el enemigo. Que no siempre son idénticas a las de la lucha de unidades y grandes unidades, sobre todo en la limitación de los medios y del tiempo de actuación disponible.

Las unidades así empeñadas deben imponer rápidamente y mantener una superioridad combativa sobre el enemigo. Para poder conseguir la supremacía local y temporal, que les permita conseguir dichos objetivos limitados.

Resultado de imagen de abu bakr al-baghdadi EN LOS COMIENZOS DE SU ACTIVIDAD YIHADISTA, TRAS LA INVASIÓN DE LOS EE.UU. A IRAK.

La característica o el factor de la concepción de su misión es la simplicidad. Las características de su preparación son la inteligencia, la seguridad y el entrenamiento. Las características de su acción son la sorpresa, la velocidad de acción y el compromiso de los participantes en la misión.

El caso “The Hunt for Abu Bakr al-Baghdadi” está tratado con profusión y difusión suficientes, en cuanto a sus características publicitarias, políticas, legales, humanas y técnicas. Ahora analizaremos las particularidades tácticas y operativas que lo caracterizaron.

¿Cómo se detectó la presencia de Abu Bakr y sus parientes en esa localización? Evidentemente, una vez destruídas y liberadas las bases de apoyo y refugio del califato sunní en Irak y Siria, los EE. UU. y los otros países presentes en la zona de guerra estaban interesados en al-Baghdadi y procuraban su captura. Al parecer, un miembro arrepentido del Estado Islámico, que conocía la red de mensajeros de Abu Bakr, se pasó a las filas de las Fuerzas Democráticas Sirias, coalición opositora a al-Assad, controlada por los kurdos del Y.P.G. y apoyada por los EE. UU. Este “arrepentido” se convirtió en agente doble de esa coalición. Y, por sus antecedentes, consiguió acceder al círculo íntimo de al-Baghdadi y sustrajo una prenda íntima de éste (al parecer, un calzoncillo). La cual sirvió para identificarlo con casi el 100% de seguridad. Otros medios de la inteligencia estadounidense confirmaron o no desmintieron esta identificación por el ADN. Lo cual confirmó la investigación y estableció el objetivo.

Desde mayo de 2019, al-Baghdadi se encontraba en Barisha. Y, ya estaba a punto de trasladarse a otra ubicación escondite, ya que cada 6 meses solía mudarse de refugio. Era ya un huido, un insurrecto errante, sin bases estables refugio, desde donde adoctrinar y expandir su territorio. E incapaz de realizar una defensa coherente de sus escondites. Su única técnica defensiva disponible era la ocultación, buscando que fuera eficaz e impermeable a la detección humana y electrónica enemiga.

Desarrollo de la Operación de Caza y Captura de Abu Bakr al-Baghdadi.

La unidad militar elegida para llevar a cabo la “Operación Kayla Mueller” fue la US Navy Seal. Ésta es la unidad de su Marina de Guerra encargada de las acciones puntuales especiales por mar (sea), aire, (a) y tierra (l). Los Seals se crearon al final de la década de los 50 del siglo XX. Al apreciarse por el Pentágono la necesidad de contar con militares polivalentes, extremadamente preparados y capaces de actuar en cualquier ámbito en condiciones exigentes.

 

A primeros de los 60 y por deseo del presidente Kennedy, comenzaron a actuar en Vietnam. La formación general de un Seal se prolonga durante años de duro trabajo. El Seal cobra entre 42 mil y más de 65 mil euros al año. Su trabajo duro, minucioso, preciso y peligroso, no se compensa económicamente. Satisfacer su amor a la milicia, su vocación de servicio (éste se le enseña), su amor a la patria y su compromiso con sus colegas y la unidad son su paga principal. La “unidad 6” de los Seals, un grupo de élite de una veintena de hombres, participó en esta misión, encargándose de los objetivos principales. Es posible que el almirante jefe dirigiera la operación, pero no hay confirmación oficial. La naturaleza de los Seals, la estructura de las subunidades aerotransportables participantes y de los transportes y apoyos eran elementos que contribuían a la simplicidad de la misión, ya que se adecuaban perfectamente a ella.

Resultado de imagen de abu bakr al-baghdadi EN MOSUL, A FINALES DE JUNIO DE 2014, PROCLAMÁNDOSE CALIFA DE TODOS LOS MUSULMANES.

El entrenamiento y el ensayo de la misión no fueron descuidados, a pesar de la enorme experiencia general de los hombres. Antes de la activación de la unidad en la Base al-Asad, en Irak, aquélla fue entrenada en un “modelo” que reproducía fielmente las instalaciones, la extensión y las características del complejo urbano de Abu Bakr al-Baghdadi y los terrenos aledaños. Éste estaba a las afueras de la pequeña población de Barisha, al norte de la provincia siria de Idlib y a unos 6 Km. o 4 millas de la frontera con Turquía. El “essay model” fue levantado probablemente en una de las bases de entrenamiento más o menos protegidas de los Seals. Y éste se prolongó por unas 6 semanas, con intervalos. Durante esta fase se mantuvo el factor seguridad de la misión, ya que los ensayos y prácticas que realizan los Seals son variados y cambiantes.

La unidad atacante, formada por un centenar de efectvos, se desplegó en su base de partida principal al menos unos 10 días antes de la operación, para no incrementar su tensión y facilitar su adaptación final. El factor seguridad se mantuvo incólume durante toda la gran fase de preparación de la misión.

En la madrugada del domingo 27 de octubre de 2019, el jefe de vuelo de la “fuerza de transporte” tomó el mando de la operación y ordenó el despegue de los helicópteros de su base de partida al-Asad. La fuerza de transporte procedía de alguna de las divisiones 82 0 101 aerotransportadas del US Army. El vuelo al objetivo se realizó siguiendo hasta 3 o 4 direcciones diferentes, para no llamar la atención de observadores o curiosos en tierra. Las trayectorias se orientaron al oeste-noroeste, evitando el cercano eje de poblaciones arracimadas en la gran cuenca del Eufrates. Con ello se protegían los factores de seguridad y de sorpresa de la misión, durante la fase de acercamiento.

La fuerza de operaciones utilizó entre 6 y 8 helicópteros. Entre 4 y 6 eran Chinook CH-47, bimotores, para carga pesada, que transportaban a los Seals, los equipos y a la unidad canina de apoyo. Y los otros eran su escolta: 2 Apache AH-64 de ataque y protección. Ésas aeronaves fueron suficientes para trasladar de vuelta a todos los hombres y perros, con su botín de información para la inteligencia, prisioneros y el cadáver de Abu Bakr.

Al llegar la expedición aérea a las inmediaciones del complejo yihadista, un grupo de hombres armados salieron de éste. Y se dispusieron a situarse en sus posiciones previstas, en torno a las edificaciones. No eran más de una veintena. Los helicópteros en vuelo abrieron fuego sobre ellos. Y la zona de su despliegue fue saturada de proyectiles de las armas pesadas de abordo.

Resultado de imagen de abu bakr al-baghdadi  DERROTADO, ESCONDIDO Y PERSEGUIDO.

Ya en el objetivo, el coronel jefe de la fuerza de ataque tomó el mando de la operación. Antes del asalto, los altavoces de los helicópteros conminaron a al-Baghdadi a rendirse. Pero, éste corrió a esconderse. En su lugar, salieron 2 adultos y 11 niños.

Las tripulaciones de los helicópteros, dotadas de medios de fuegos pesados, se encargaron de sellar el complejo de viviendas del exterior. Los Seals de asalto avanzaron sobre aquél por dos lados. Una fracción de ellos, formaron un “anillo” defensivo exterior, para aislar el complejo desde tierra. La entrada en el interior de la casa principal se realizó por una abertura practicada en una pared lateral. Por miedo a que en las puertas y ventanas existieran booby traps o trampas para ingenuos explosivas. La mayor parte de los hombres se encargó de neutralizar a los escasos escoltas yihadistas que quedaban y capturar a los civiles (mujeres y niños) de las viviendas. Todos los Seals estaban comunicados entre sí mediante una Intranet sofisticada.

Un grupo especial, el “hunting team”, a cargo del coronel, fue a por Abu Bakr. En él se integró la unidad canina de detección, neutralización y ataque. El equipo de identificación también formaba parte de este mini grupo de armas combinadas. Otro grupo, el “inteligence collect team” se encargó de recoger toda la información sensible existente en las varias instalaciones o casuchas. Ambos “grupos de misión” se dividían en subgrupos, para completar rápidamente sus misiones por el complejo. Asimismo, en las detecciones indicadas colaboraban todos los hombres dentro del perímetro.

Golpeada por el fuego pesado, toda la familia quedó aturdida y conmocionada. Al-Baghdadi escapó con dos o tres de sus hijos siguiendo un laberinto de túneles excavado bajo la casa. Que le permitirían, tras un recorrido de unos cientos de ms., alcanzar la superficie por una disimulada y protegida salida lejana.

En un momento dado del avance del “hunting team” por el laberinto, el coronel dio órdenes de adelantar a la unidad canina de los Seals. Su idea era preservar la vida de sus hombres de élite. Uno de los miembros de la unidad, una perra pastor belga malinois con identidad encriptada, por pertenecer a una unidad clasificada, se adelantó a los demás teams o grupos caninos y fue acercándose a Abu Bakr. Su nombre sería K-9, que responde a la nomenclatura usada en otras ocasiones en operaciones especiales. Sin embargo, la profusión de noticias dudosas, filtradas gota a gota, le atribuye el nombre de Conan, recogido en la revista Newsweek.

Cuando Abu Baker se vió atrapado, ya con los nervios rotos y derrotado, explotó su chaleco explosivo. Matándose él y sus hijos e hiriendo a la perra. El equipo de identificación se adelantó, buscó ADN entre los esparcidos restos y confirmó al 100% la identidad de al-Baghdadi.

La operación culminó en unos 60 minutos, pero los hombres estuvieron unas 2 horas más en la zona. Luego, ocuparon sus helicópteros y éstos partieron de regreso. El cadáver del jefe del EI fue depositado en el mar, dentro de las 24 hs. siguientes, siguiendo el rito islámico.

A continuación, aviones estadounidenses de ataque a tierra lanzaron 6 cohetes de HE, probablemente del tipo Maverick, a la zona de operaciones desalojada, convirtiéndola en “zona de destrucción”. El último refugio de Abu Bakr quedó convertido en un área de color gris claro laminada hasta las cenizas y con los escombros triturados.

LA SORPRESA MILITAR: conceptos, efectos, realización y tipos.

La sorpresa táctica común o general es aquélla normal o frecuentemente usada y que es conocida y esperable. Hay un caso del que tomamos ejemplo, que consiste en emboscar u hostilizar a las fuerzas enemigas que acuden en socorro o rescate de un grupo propio inmovilizado y/o asediado por nosotros. Este ataque nuestro es lógico hacerlo, porque las fuerzas en movimiento, y más cuando la urgencia les acicatea, son especialmente vulnerables: por la debilidad de sus flancos, por su escasa exploración y mayor desconocimiento de su terreno de marcha al combate, por su despliegue o encolumnamiento de avance más o menos deshilachado.

El ataque de hacerse empleando secuencial o simultáneamente distintas técnicas: emboscadas, incluso empleando pequeñas unidades; líneas de tiradores libres; cerrojos de las vías de avance y sus laterales por minas; bombardeos por la artillería y los morteros orgánicos, empleando fuego registrado sobre las vías o puntos singulares del trayecto de aproximación; ataques de la aviación propia o aliada; apariciones y ataques de un “grupo de combate” (¿de armas combinadas?) nuestro en su retaguardia más o menos inmediata o cubriéndose en un flanco del trayecto que sea favorable a nuestra protección (línea de alturas, borde de bosques, polígonos industriales y edificaciones urbanas).

De esta sorpresa común hay que echar mano necesariamente. Pero, el atacante no debe repetir su juego de tácticas y técnicas militares en cortos períodos de tiempo. Para que nuestro ataque no sea tan predecible, también en los detalles y modos, que facilite al enemigo su rechazo. Ya que con nuestra rutina estamos anunciando al enemigo cuál es nuestro juego, mostrándole las cartas. Y, sepamos que, incluso con estas precauciones, se le está enseñando a luchar.

Con la variedad mencionada, sus combinaciones y la oportunidad de uso, el enemigo no podrá tomar suficientes medidas para el rechazo. Ya que las variantes de acción que podemos utilizar son suficientemente diferentes y numerosas.

Ésta es una sorpresa táctica, en el mismo nivel en el que estamos desenvolviéndonos. Que nos permitirá aumentar la atrición (sobre los medios) y el desgaste (de los hombre) del enemigo. E, incluso, situarnos y movernos más favorablemente respecto a él. Pero los resultados totales dependerán del desenvolvimiento del conjunto de las operaciones planteadas. Basados en las formas de lucha, los movimientos y los hombres y medios involucrados.

Así, esta sorpresa menos elaborada conceptualmente rinde menos frutos que tengan trascendencia operativa o decisiva. Todo indica que, para que se produzca y aumente cualitativamente la eficacia trascendente en nuestras acciones, es necesario que la calidad de la sorpresa alcance otra dimensión en su acción.

 Resultado de imagen de walther model Coronel General Walther Model.

Es necesario, pues, en el nivel operativo de la sorpresa, que ésta sea una “sorpresa ingrata” para el enemigo. Que tenga efectos catastróficos, aunque sean locales, sobre él. Y que las “ondas de conmoción” en el área o las secciones afectadas, se propaguen por el sistema militar enemigo atacado. Dañando sus capacidades, su moral general y grupal (una sección, los servidores de un arma) y sus intenciones y perspectivas. Ello equivaldría, en el escenario planteado, a una “explotación del éxito” de las acciones propias. Que son animadas y perfeccionadas por la sorpresa operativa conseguida.

Veamos un ejemplo de cómo el empleo de un “campo de acción” inesperado para el enemigo y el uso apropiado de las fuerzas ordinarias y heterodoxas, con sus respectivas características de actuación, permitió al general Walther Model, tomar la iniciativa, crear una sorpresa ingrata y destruir un ejército soviético insertado en su retaguardia operativa.

En el invierno de 1941-1942, durante su contraofensiva general de invierno, los soviéticos habían penetrado en la retaguardia operativa del 9º ejército alemán del coronel general Model. Éste se integraba en el Grupo de Ejércitos Centro, al mando del mariscal von Kluge. El repliegue de los alemanes a posiciones centradas en poblaciones, hilvanadas entre sí por el fuego de su artillería y el mantenimiento de unas líneas de comunicaciones suficientes, aunque precarias, entre ellas, mantenía, sin embargo, la estabilidad operativa de dicho ejército en la defensiva.

 Los soviéticos habían cruzado las “líneas” del frente semi continuo alemán, arrollado a su paso las posiciones débiles alemanas e insertado al 39º ejército de infantería y al XI cuerpo de caballería (fuerzas móviles para terrenos de difícil transitabilidad), que sumaban hasta 60 mil hombres, en dicha retaguardia. Su despliegue se protegía en los bosques semi salvajes y los pantanos situados entre Boly y Rzhev, la principal ciudad regional, y era abastecido siguiendo un camino que orillaba Boly y seguía por Nelidovo, al norte de la zona. Esas fuerzas sovié-ticas se hallaban también en hibernación operativa, a la espera de que pasase el tardío deshielo de la primavera rusa.

Este potente núcleo enemigo, en acción coordinada con las fuerzas soviéticas del frente, podía comprometer la ofensiva de verano (1942) alemana en el sector del 9º ejército, actuando contra las líneas de abastecimiento del mismo. Por ello era necesario liquidarlo antes de emprender una nueva campaña.

Con instrucciones expresas del general Model se constituyó una brigada hipomóvil con las fuerzas de exploración (un batallón reducido) de cada una de las ocho divisiones de infantería del 9º ejército, que tuviera capacidad de tránsito por cualquier terreno.

La misión de esta brigada era deslizarse por sectores no observados (por la seguridad y las posiciones principales) de la zona enemiga insertada. E irrumpir en ella, por donde menos era esperado un ataque importante, luchando en su interior e incluso ocupando núcleos de defensa. Con ello buscaban los alemanes desequilibrar severamente el despliegue y la conducción sistemática del plan de defensa soviético.

Resultado de imagen de batalla Rzhev El saliente de Rzhev se formó tras la contraofensiva soviética frente a Moscú.

Empleaban para ello sus fuerzas en un “campo de acción” adecuado e inesperado, que les permitiera recuperar la libertad de acción para imponerse al enemigo. Se trataba de un objetivo cuya simplicidad, que no dificultad, permitía su consecución.

Con esta acción de la brigada como fuerza extraordinaria se facilitaba la penetración en la bolsa soviética de las fuerzas principales interarmas o fuerzas normales, la 5ª división panzer del mayor general Gustav Fehn, a la que estaba subordinada la brigada. Esta últimas estaban sujetas en su tránsito a vías permanentes y avanzarían siguiendo el camino de firme reforzado principal de la zona, el cual transcurría desde Olenino, al norte, siguiendo la vertiente oeste del río Luchesa.

Las tropas soviéticas (39º ejército de infantería), dentro de su zona de defensa, se abrazaban a este camino principal, con un dispositivo antitanque (obstáculos y piezas) en profundidad. Los flancos estaban menos ocupados, pero se protegían con extensos campos de minas a derecha e izquierda, apenas cruzados por unas sendas. Su flanco derecho se apoyaba en las inhóspitas e intransitables tierras boscosas y pantanosas del valle profundo del Luchesa, que los soviéticos estimaban que les aseguraban contra cualquier ataque de importancia. Como vemos, el mando soviético previó con acierto por donde debía discurrir el esfuerzo principal alemán contra ellos, fuera de originalidades e inventivas, y desplegó sus fuerzas en consecuencia.

Solamente soldados sanos, fuertes y veteranos, que poseyeran la experiencia del trabajo en común, que cohesiona íntimamente a las unidades, en la confianza y el respeto entre los hombres, y con una clara afición por la naturaleza, podían ser empleados en esta misión. No era un trabajo para tropas de guarnición, traídas ex profeso de la retaguardia alemana o de los países ocupados. Por eso Walther Model no dudó en privar a sus divisiones de infantería de las únicas unidades móviles de maniobra, que tenían en esos momentos.

(CONTINUARÁ)

El Resurgimiento de la Insurrección sunní en Irak y Siria. 2ª Parte.

CONTINUACIÓN.

El Corán, fuente religiosa común de los chiíes y sunníes, no es muy revelador acerca de las disputas internas armadas (DIA) dentro de la comunidad universal de creyentes o Umma. En la época del Profeta este problema ni se contemplaba. Y si aquéllas hubiesen existido, al juntarse con el acoso externo que sufrían los musulmanes, probablemente llevasen juntos a la dispersión y a la desaparición del grupo de los fieles. En la Sura (capítulo) 49, aleya (versículo) 9 se les ordena a los musulmanes: “Cuando se hacen la guerra dos naciones de creyentes, procurad reconciliarlas… Los creyentes son tus hermanos (es la máxima relación de consanguinidad). Arreglad, pues, las diferencias de vuestros hermanos y temed a Dios, a fin de que tenga piedad de vosotros.” Y en 4, 33: “Oh, creyentes,… no os matéis entre vosotros…(o, no os matéis a vosotros mismos)”. El inicio del versículo va dirigido contra la codicia y la apropiación ilícita. Y el Legislador ha podido extenderlo al asesinato (muerte del inocente) y sus variantes (por ejemplo, el suicidio).

Sunníes contra chiíes, la lucha interna del Islam.

El cisma chií pretendía arrebatar a la mayoría de los musulmanes, seguidores de la Tradición, la legitimidad del legado de Mahoma. En él iban incluidos los conceptos del legítimo origen, del mando o dirección social y militar, del control y desarrollo religiosos y de las perspectivas organizativas y sociales del Islam. Los sunníes tienen el mando político religioso de la Umma en el califato y sus emires y jeques delegados, asesorados, prevenidos y apoyados por los ulemas y muftíes piadosos. Los chiíes, para lograr y mantener la supervivencia, descansaron el poder político, la dirección de su gran estrategia o estrategia nacional y la conducción religiosa, en la “casta clerical”, como intermediarios privilegiados entre los fieles y Allah. Esto mantiene firmemente unidos a los creyentes en torno a su interpretación única y vigilada del Corán. Aunque los chiíes también tienen una proyección ideológica y social hacia el futuro: el retorno liberador, justiciero y hacedor del Mahdi, encarnado en su decimosegundo imán desaparecido (en el año 874), que no ha muerto. Esta creencia refleja la necesidad social y psicológica de la recuperación, consolidación y exaltación del orden establecido original, que fue perturbado por los sunníes. Y, también, será un premio, la paz y la ventura para los creyentes ortodoxos (ellos) antes del Resurgimiento y del Juicio Final de Allah.

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EL GENERAL IRANÍ QASSEM SOLEIMANI Y ALÍ JAMENEI, JEFE SUPREMO DE LOS CHIÍES IRANÍES.
«ÉL SERÁ PARA TI UN HIJO. YO SERÉ PARA ÉL UN PADRE».

Un problema fundamental para un acercamiento fraternal de los “hermanos separados enfrentados” lo constituyen los conceptos del legítimo origen del mando, del control y desarrollo del “dogma y la moral” y de las inmensas estructuras económico político religiosas, con vida e intereses propios, creadas por ambas expresiones del Islam, casi desde el inicio del mismo.

Otro grave origen de agravios y distanciamientos irreconciliables, sobre todo a nivel nacional, son las formas de luchas violentas entre ambas creencias. Cuando se atacan entre sí, se procura hacer el mayor daño posible, llegando hasta la intimidad del parentesco. Y así se buscan los objetivos en las mezquitas, mercados, peregrinaciones, concentraciones y en los tránsitos frecuentes o en masa de las gentes. Sitios donde siempre están miembros de una misma familia. Es la violencia incontrolada y llevada a sus extremos innecesarios, impúdicos, vesánicos y paradójicos (¿no profesan la misma religión?). Entre los clanes y tribus, hablando sólo étnicamente, esta ola de asesinatos, atropellos y daños en los bienes, genera siempre una cadena intergeneracional de vindicaciones ineludibles para los ataques, las represalias y los agravios de sangre sufridos. Este nudo gordiano esencial e indestructible, por lo que parece, sólo se puede cortar con la espada de la generosidad, del altruismo (buscando no lo que nos “falta”, sino mirando adelante) y del perdón, que debería ser más asequible entre hermanos de confesión.

El Conflicto civil de Iraq.

En Iraq, la gran estrategia de los sunníes no pretende ganar una guerra civil a los rgímenes democráticos imperfectos de al-Maliki y de sus varios sucesores, de la mayoría chiíta. Los sunníes luchan en Irak por garantizar regionalmente el poder de sus tribus, basado en sus jefes aceptados, en sus “asambleas de iguales” entre los destacados de aquéllas y en el “código de honor”, que regula, con sabiduría secular, su comportamiento y sus derechos y deberes individuales y colectivos. La estructura de tribus, clanes regionales y locales y familias, que estructura y soporta a las sociedades árabes, da el valor y sentido prácticos a las lealtades y los intereses, siempre relativos y aún oportunistas, de los árabes.

Los sunníes quieren arrancarle a la mayoría chiíta los derechos y concesiones, que se les niegan demasiado tozudamente dentro de las reglas de la imperfecta y reciente democracia inorgánica existente en Iraq. Las elecciones primeras en Irak consagraron el derecho “democrático” de la mayoría chií sobre ellos. Y el llamado “resurgir sunní” del general Petreaus, está ya sin “estímulos”, ni funciones reales, extinguido y desaparecido. Sólo fue una táctica político militar efímera, buscando ahorrar vidas de los soldados estadounidenses. Y no buscando, siquiera parcialmente, una solución nacional para el enfrentamiento secular de los chiíes y sunníes iraquíes. Y los nuevos políticos democráticos no intentaron, ni tratan, pues, de fraguar una integración nacional superior, que supere las divisiones tribales y regionales. Que podría lograrse mejorando y superando las condiciones sociales y económicas de la vida en comunidades sociales primitivas, las tribus y clanes de siempre.

Las demoras del gobierno de restablecer los servicios o “utilities” a las poblaciones y comenzar la reconstrucción de las zonas de guerra son fundamentales en la aparición y el aumento del descontento sunní. La situación económica no ayuda a los gobiernos iraquíes. En febrero de 2018, la conferencia internacional reunida para colaborar a la reconstrucción del país tras la guerra contra el ISIS sólo pudo recaudar unos 30 mil millones de dólares de los 90 mil millones que se solicitaron en ella. Esta penuria y desidia en la colaboración ayudan mucho a que existan aún 2,5 millones de refugiados internos en Irak. La agitación política existente es otro factor en contra. Tras las elecciones de junio pasado, aún no se ha formado un gobierno de concentración. E incluso, las manifestaciones en el sur del país, en protesta por esto, han dejado unos 10 muertos.

Entre los chiíes existe ahora un sentimiento primario y difuso de victoria sobre el enemigo salafista (de origen sunní). El cual no es superado por un protagonismo de Estado, capaz de integrar a las tribus y limar y superar agravios, asperezas y contradicciones sociales. La corrupción, la codicia, el sectarismo y el egoísmo, epitomizados en “el Estado es Nuestro”, son males crónicos de los funcionarios iraquíes.

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EL GENERAL DE LA GUARDIA DE LA REPÚBLICA DE IRÁN QASSEM SULEIMANI ES EL JEFE DE SUS FUERZAS DE AL-QUDS.  TRAS LA MOVILIZACIÓN DE LOS CHIÍES IRAQUÍES POR ALÍ SISTANI, LOS INTEGRÓ EN UN CUERPO PARAMILITAR DE DEFENSA.  QUE DABA UN BARNIZ NACIONALISTA A LAS FUERZAS DE AL-QUDS QUE COMBATÍAN, COMO MERCENARIOS SECTARIOS, A LOS SUNNÍES REBELDES EN IRAK.

Al sur de la gobernación (nombre iraquí de la circunscripción política provincial) de Nínive, capital Mosúl, y del Kurdistán iraquí, capital Arbil o Erbil, se extiende una especie de luneta o romboide geográfico de casi 58 mil Km2, que alcanza hasta Bagdad, donde ya empieza el predominio religioso de los chiitas. Este territorio es árido, montañoso, sin alturas destacables, de clima desértico y de población poliétnica. Lo forman las tres gobernaciones de Diyala, capital Bakuba, Saladino, capital Tikrit, y Ta’min, capital Kirkuk. Predominan en él la estructura social de las tribus, con predominio de las sunníes, frente a las chiíes, y en Ta’min, con mayoría kurda, pero que está fuera de la Región Autónoma Kurda, que lo reclama para sí.

Conviven en ese territorio un crisol de creencias y razas: los musulmanes sunníes, chiítas y kurdos y los cristianos, en una vivencia social que no siempre fue fácil, especialmente desde el derrocamiento de Sadam Hussein al-Tikriti (de Tikrit). Que entre sus aciertos tuvo el mantener cohesionadas con mano de hierro a las distintas tendencias sociales centrífugas existentes en el país, pero permitiendo al país funcionar razonablemente. En efecto, en la década de los 80, durante la guerra Irán-Irak, los chiitas iraquíes permanecieron leales a su país. Tras su derrocamiento, no han surgido en el país ni la paz, ni la estabilidad, ni la democracia, ni la convivencia social, ni el funcionamiento deseable de la economía, ni el amor y el interés por una patria común (hecho que, en el caso del ejército iraquí, es demoledor y disolvente).

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QASSEM SULEIMANI EN CAMPAÑA EN IRAK. COMO JEFE DE LAS FUERZAS DE AL-QUDS, HA PARTICIPADO EN ENTRENAR, EQUIPAR Y APOYAR A TODOS LOS MOVIMIENTOS REVOLUCIONARIOS PRO IRÁN DE ASIA DEL SUROESTE, INCLUYENDO A HAMÁS Y A HEZBOLÁ.

Salvo Ta’min, las otras dos gobernaciones son las menos densamente pobladas de Irak, con la excepción de al-Anbar, al suroeste del país y limítrofe con Siria. En ellas, los asentamientos son principalmente poblados y aldeas. Y los caminos internos, que discurren entre alturas, son escasos y estrechos, lo que no facilitan su recorrido por las patrullas militares.

En el primer semestre de 2018, los grupos del EI han realizado numerosas y pequeñas acciones de guerra en las 3 provincias: sabotajes, secuestros y asesinatos selectivos. A finales de junio, 6 agentes de las Fuerzas de Seguridad fueron ejecutados por los guerrilleros, al negarse las autoridades a liberar a las mujeres encarceladas por su relación con el Estado Islámico.

En esta región, los pequeños grupos del EI se concentran para cumplir la orden lanzada a primeros de la primavera de 2018 por un portavoz yihadista de “sabotear la estructura económica de Irak y castigar a sus autoridades y colaboradores”. Pasan por aquí, también, importantes carreteras que unen el norte y el sur de Irak. Y donde los yihadistas pueden exigir impunemente exacciones a muchos vehículos que las cruzan, teniendo cerca sus refugios.

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LOS KURDOS IRAQUÍES COMBATIERON AL ESTADO ISLÁMICO Y QUIEREN UN REFERENDO DE INDEPENDENCIA PARA SU REGIÓN AUTÓNOMA.

Existen en este zona, áreas de entrenamiento y de refugio relativamente seguras para los guerrilleros desde la caída de Sadam Hussein. Una zona incómoda para los militares. Y fuera del alcance habitual de la mano dura, sin contemplaciones contra los rebeldes sunníes y sus “colaboradores” civiles, de las fuerzas sectarias regulares e irregulares chiíes.

A primeros de julio de este año, los militares realizaron una operación de limpieza en Ta’min y aseguran que ya está restablecida la seguridad de las comunicaciones entre Bagdad y Kirkuk. A mediados de este mes, fuerzas de la Coalición internacional apoyaron a los peshmergas y al ejército iraquí en la destrucción de una pequeña base del EI, ubicada en una zona montañosa cercana a Mosúl. Según, los EE UU, por boca del presidente, la batalla contra el ISIS en Irak está ganada en un 98 o 99%. Pero, desde Irak, este optimismo calculado se recibe con incredulidad y pesadumbre. Un notable de una tribu sunní de Kirkuk declaró hace poco: “Hemos perdido mucho dinero y muchas vidas en esta guerra. Y hace ya más de 12 años que vivimos en esta situación tan difícil”.

FINAL.

 

El Resurgimiento de la Insurrección sunní en Irak y Siria.

Cuando Mosúl, a finales de 2017, y poco después, Raqqa y Deir ez Zour, en la gran cuenca del Eufrates sirio, se perdían para el Estado Islámico, pocos esperaban la enconada y correosa resistencia que sus fuerzas yihadistas restantes presentan ahora en el Asia del Suroeste. La razón social que sustenta este Resurgir de los yihadistas salafistas es polifacética y compleja. Y reside en las contradicciones antagónicas étnicas, religiosas y sociales que se siguen planteando en ambos países. Así, el Daesh, revertido y adaptado a una guerra de guerrillas, está en condiciones de resistir durante un tiempo indefinido, con tal de que ellas se mantengan en Irak y Siria.

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OSAMA BEN LADEN CON AYMÁN AL-ZAWAHIRI, SU SUCESOR COMO JEFE LEJANO DE AL-QAEDA.

Si bien en los momentos de su máxima capacidad combativa (año 2015), los guerrilleros semirregulares del Estado Islámico eran unos 45 mil, divididos entre Irak y Siria, en estos momentos sus fuerzas reales son apenas entre una cuarta y una quinta parte de aquélla. Casi todos son ahora veteranos sobrevivientes de los combates y derrotas de estos años. Y tienen la determinación que les da su fanatismo religioso (el combate es para ellos una vía para cumplir la voluntad de Allah y alcanzar el Paraíso) y el estar perseguidos por múltiples enemigos en los dos países. Un signo de su decisión combativa y de su pulsión íntima de desamparo es el uso por muchos de ellos de un pañuelo rojo. Que era la prenda que llevaba Abu Dujana (o padre Dujana), un guerrero coetáneo del Profeta, cubriéndole la cabeza, cuando marchaba al combate. Y que indicaba su disposición a morir por el Islam.


La ONU aseguró en un reciente informe que el número de combatientes del ISIS en Irak y Siria oscila entre 20 y 30 mil y que entre ellos hay un número significativo de extranjeros. Por otra parte, el informe también destaca que miles de sus guerrilleros han conseguido trasladarse a Afganistán, donde el Estado Islámico mantiene un “emirato” cada vez más activo. Creemos que la ONU se refiere a “militantes”, no a muyahidines. Y en un movimiento guerrillero existen varios tipos de combatientes y auxiliares, con diferentes grados de implicación en la lucha armada, policía de retaguardia, sus comunicaciones y su variado apoyo.

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MUQTADA AL-SADR, JEFE DE MILICIAS CHIÍES IRAQUÍ. SU ASCENDENCIA NACIÓ DE SER SOBRINO DE UN FAMOSO CLÉRIGO CHIÍ, PERSEGUIDO POR SADAM.

El EI tiene que acostumbrarse a ofrecer al enemigo militar regular unos blancos pequeños y móviles, fugaces y casi súbitos. Los cuales, muchas veces, incluso reiteradamente, se escapan y escurren de las operaciones de búsqueda, bombardeo y cerco y aniquilación de los grupos y las patrullas militares, por su territorio o por el territorio en disputa.

Las fuerzas guerrilleras se esconden, dispersándose por pelotones en las poblados y aldeas de una zona. Y se reúnen desde varios destinos, para dar sus golpes de mano en las cercanías de ellos, empleando generalmente no más de 7 a 10 hombres. Solamente la dispersión, la astucia, el ocultamiento, el silencio, la paciencia, la precaución, el respeto continuo a la población civil cercana, la seguridad permanente, la concentración rápida, súbita e inesperada sobre un enemigo uniformado o una presa civil, puede garantizarles la supervivencia en un medio tan hostil. Estas cualidades operativas contrastan y difieren de la ostentación, la persecución de las minorías y disidentes, el control despótico de los civiles, la crueldad como instrumento general de sometimiento y de amedrentamiento, la imposición de normas morales y religiosas delirantes en sus bases, las deficientes seguridad y disposición combativa de sus unidades en las áreas de retaguardia, el expolio de los bienes privados y sociales (yacimientos arqueológicos y petrolíferos, bibliotecas, edificios públicos, edificios otras confesiones, propiedades de civiles), que emplearon durante el califato y su rápida implantación.

Sólo la propaganda elaborada, moderna y múltiple, como instrumento de catequización y de guerra psicológica contra los enemigos, se mantiene casi igual que antes, al menos cualitativamente, en esta fase guerrillera del movimiento yihadista salafista.

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AL-BAGDADI, EL CALIFA OCULTO. ¿REGRESARÁ TAMBIÉN COMO AL-MAHDI   -EL GUIADO POR ALLAH-   PARA RESTABLECER EL CALIFATO SUNNÍ ANTES DE LA RESURRECCIÓN?

El califato vuelve, derrotado y disperso, a equipararse operativamente con al-Qaeda. Sólo que Abu Baker al-Bagdadi, o el califa Ibrahim, su nombre de pila, no tiene ya el prestigio como yihadista de Osama ben Laden, el fundador de al-Qaeda (la Base, en árabe). De quien en su día Abu Baker se declaraba como verdadero sucesor y aún superador. Minusvalorando a Aymán al-Zawahiri, el médico egipcio “jefe” en la distancia y mediante instrucciones generales de la “Base” yihadista. Y que, en vida de ben Laden fue como su “consejero delegado”.

Uno de los temas recurrentes del ISIS que ahora, en esta etapa de semiclandestinidad, cobra actualidad e interés es el paradero de su califa al-Bagdadi. Señalamos que desde junio de 2014, en que apareció en un video, proclamando el califato universal islámico en la mezquita de al-Nuri en Mosúl, no se le ha vuelto a ver en público. Sólo existen sucesivos mensajes de audio transmitiendo sus instrucciones y consignas a distintos públicos. Tanto los EE UU como Rusia han manifestado en varias oportunidades su (casi) certeza de que el califa había sido alcanzado en alguno de los bombardeos selectivos, realizados por sus aviones, con el fin de liquidarlo. Habiendo precisado, además, que en algún ataque varios de sus seguidores cercanos y oficiales de su escolta habían perecido con seguridad.

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ALÍ SISTANI, EL PRINCIPAL CLÉRIGO DE LOS CHIÍES IRAQUÍES. PROCLAMÓ EN 2015 LA GUERRA SANTA CONTRA EL DAESH

The Wall Street Journal publicó hace poco una entrevista a Ismael al-Eitawi, uno de los presos del EI de mayor relevancia. Éste participó en un encuentro con al-Bagdadi en la primavera de 2017, en pleno reflujo de la marea yihadista salafista en el Suroeste de Asia. Era una reunión para decidir el plan de estudios que se debía impartir en las zonas del califato. Al-Eitawi se encontró con un califa muy delgado y con la barba encanecida. Al finalizar la reunión, al-Bagdadi fue el primero en abandonar el recinto. Y, aparentemente, no se le ha vuelto a ver por los testigos posibles a mano.

El gobierno de al-Assad. La situación del Estado Islámico en Siria.

Difícil lo tiene al-Assad para conseguir la pervivencia indefinida de su régimen presidencialista autoritario. Los países musulmanes no son proclives a la rebelión contra sus autoridades. Y les corresponde al dirigente y a su oligarquía, dar medios de vida a su pueblo. Bien, proporcionando ellos mismos empleo (administraciones, trabajos públicos y fuerzas de seguridad). Bien, protegiendo a los pequeños y medianos comerciantes, la casta del bazar, que forman el núcleo urbano de las clases “medias” del Islam. Bien, fomentando otros empleos, como los relacionados con el turismo y las peregrinaciones. Esto es más necesario cuanto menor sea el tejido industrial y financiero moderno de esa sociedad. Concretando, las autoridades deben brindar sosiego a la sociedad y controlar su coste de la vida. Mientras esto se cumpla razonablemente, se crea un flujo de lealtades y de sincero entusiasmo de las clases populares hacia sus gobernantes naturales. Que encarnan, de modo ideal y simbólico, el “nosotros”. Mientras esta simbiosis de dirigentes y pueblo se mantenga, éste esta dispuesto a defenderlos y a nutrir las fuerzas armadas. Pero nadie daría un paso por al frente por un “gobernante injusto”, porque es la negación y la corrupción de su esencia vital.

Socialmente y a medio plazo, el régimen de los Assad y su osamenta institucional del partido laico Baaz y sus paniaguados de la Guardia Republicana y de la Fuerza Aérea, los jefes y muchos oficiales del Ejército y de los altos cargos de la Administración, están acabados. Son demasiados sus desmanes, el tiempo de trituración aplicado a los sirios y las fracturas sociales causados a su pueblo heterogéneo. Lo cual no permite que el proceso revolucionario (de abrupto cambio de régimen y de estructuras políticas) tenga una marcha atrás asumible y permanente en Siria. Solamente, la presencia indefinida en este país desolado de las fuerzas combinadas rusas, las milicias de Hezbollah, los voluntarios chiitas iraquíes y las fuerzas iraníes de la Guardia Revolucionaria

A mediados de agosto de 2018, el EI lanzó una doble ofensiva convergente en la provincia de Deir ez Zour, al oeste de la frontera con Irak, atacando los pozos petrolíferos de Amar, uno de los yacimientos petrolíferos más importantes de Siria.

Tras la ofensiva lanzada por el Ejército Nacional de Siria (ENS)con el apoyo del fuego pesado aéreo de Rusia en la provincia de Deraa, situada en el triángulo situado al suroeste del país, entre los Altos del Golán y Jordania, al-Assad consiguió recuperar el control sobre el 90% del territorio de esa provincia. En respuesta, los combatientes del Estado Islámico atacaron en masa en la última semana de julio de 2018 el este de la limítrofe provincia de al-Suwayda, asaltando varias poblaciones y causando un elevado número de bajas entre la población drusa de la misma. Se habla de unos 250 muertos, centenares de heridos y decenas de secuestrados por los irregulares del Daesh, que los llevaron consigo al retirarse de los poblados, ante la ofensiva gubernamental realizada a primeros de agosto.

Las fuerzas drusas de Defensa Popular, aliadas pasivas del ENS, una especie de milicias locales de autodefensa y de escasa capacidad combativa, reaccionaron tarde al asalto de los yihadistas. Aunque fueron de las primeras en reocupar los pueblos de al-Suwayda abandonados por los salafistas del EI.

Se calcula que en esta zona del suroeste de Siria, que abarcaría parcialmente varias provincias al sur de Damasco, y cercana a la ciudad de Yarmuk, en su día sitiada largamente por los rebeldes al gobierno de al-Assad, hay en la actualidad entre 3 y 4 mil guerrilleros activos del EI. Cuya mayor capacidad es su maniobrabilidad y velocidad de actuación, como unidades de infantería ligera semirregulares, partiendo de despliegues extensos, que se concentran para atacar. Frente a un enemigo militar que avanza poco a poco, por pasos asegurados, y precedido por bombardeos de saturación de las posiciones yihadistas, que están generalmente en poblados llenos de civiles atrapados.

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AL-ASSAD Y PUTIN. ¿SE PUEDE PERMITIR RUSIA MANTENER Y SOSTENER UN ALIADO  ONEROSO COMO ÉSTE?

El Estado Islámico emitió un comunicado en el que presentó la incursión múltiple como “una victorias frente al “ejército nuseirí”. Que es un nombre árabe despectivo, dado a las fuerzas herejes alauitas y drusas de al-Assad y aliados; que, a su vez, son desviaciones ideológicas y rituales del chiismo, especialmente los drusos. Por cierto, durante la prolongada guerra civil siria, aún inacabada, los drusos se negaban habitualmente a enrolarse en el ENS, que sufrió una tremenda sangría frente a los rebeldes democráticos y sectarios, nacionales y extranjeros, de todas clases a lo largo de estos 7 años.

Hasta que, en el otoño de 2015, a raíz de la intervención abrumadora de Rusia, en forma de apoyo aéreo, fuerzas especiales y asesores, el ejército de al-Assad comenzó una remontada irreversible, hasta recuperar casi todo el terreno perdido frente a los rebeldes, que suponía el control de más de la mitad del territorio nacional. Y, sobre todo, comenzó a ganar la iniciativa, tanto estratégica como táctica, en las operaciones militares que desarrollaba. Aumentando también, con sus éxitos la oferta neta de reclutas para su depauperado ejército.

(CONTINUARÁ)

TEORÍA Y CRÍTICA DE LA «BATALLA MODERNA» Y SUS ACTUALIZACIONES. 2ª PARTE.

(CONTINUACIÓN)

La simultaneidad pretende conmocionar directa e inmediatamente a un máximo de escalones enemigos, hasta lo que permita la capacidad de combate propia. Pero no discrimina el objetivo según su importancia. Con lo que infringe el principio anterior y universal de la “economía de medios” (de los más aceptados como tal por los autores) y no crea un centro de gravedad de los esfuerzos propios. Su medio de acción es pura y llanamente la atrición, que exige un proporcionalmente muy elevado consumo de municiones y cohetes de los distintos tipos, ya que no se busca sólo la neutralización enemiga, sino su destrucción, mientras no huyan o se rindan. Con ello se compromete además la logística de mantenimiento de los equipos, que se trueca en parte por el suministro de municiones, además de exigirle un mayor esfuerzo en forma de un número más elevado de sustituciones de los tubos, etc.

Resultado de imagen de norman schwarzkopf GENERAL NORMAN SCHWARZKOPF, JEFE DE LAS FUERZAS DE LA COALICIÓN CONTRA SADAM HUSSEIN EN LA GUERRA DEL GOLFO. APLICÓ LA «AIRLAND BATTLE» GRACIAS A LA ABRUMADORA SUPERIORIDAD DE COMBATE QUE POSEÍAN AQUÉLLAS, FRENTE A LAS FUERZAS IRAQUÍES.

La simultaneidad da igual preferencia como objetivos, en un momento dado, a las reservas tácticas en profundidad y a los obstáculos al avance en las primeras “líneas” enemigas (observatorios, posiciones de combate de infantería, posiciones de fuego de las armas pesadas de infantería, posiciones antitanques en la zona de infantería). También la simultaneidad da igual preferencia a los objetivos que son explorados en la profundidad, que a los objetivos que flanquean nuestro avance en la ruptura, incluyendo un cerrojo antitanque, y que tienen capacidad de fuego de enfilada.

Esta simultaneidad exige una capacidad de combate tan grande o más que la del enemigo.Ya que la tarea principal de nuestras fuerzas de contención y de maniobra es golpear al mismo “tiempo” operativo toda la profundidad del despliegue atacante. Buscando conmocionarlo, deshacer su coherencia y deintegrarlo. Y los teóricos llaman “sinergia propia” al esfuerzo creado simultánea y linealmente por todo el frente y flanco y/o retaguardia enemigos. Esta sinergia es sumatoria y más bien magra. Y se enriquecería por la lucha operativa indirecta, por la acción sorpresiva, por la aplicación del esfuerzo sobre debilidades enemigas. Así sería una sinergia exponencial.

La simultaneidad sería realmente un principio táctico. Colabora en cómo realizar una batalla de ruptura, ampliando el contacto con el enemigo o en cómo aprovechar los alcances efectivos de las distintas armas de una defensa en profundidad, para batir las fuerzas escalonadas tácticamente de un atacante, buscando romper la continuidad de su esfuerzo por el aislamiento táctico entre sus distintos escalones. Su trascendencia en el nivel operativo es a través de que el planteamiento de la batalla lo sea y ocurre al conseguir en ella la decisión.

Por su parte, la complementariedad, al pivotar sobre el fuego (de armas pesadas de infantería, de tanques, artillería y aviación), no respeta el sistema de armas combinadas o interarmas. Que somete al despliegue enemigo a un esfuerzo centrípeto, derivado de acciones diferentes y complementarias, que tienden a colocar al enemigo en un “dilema táctico de indefensión”. Ya hemos indicado que el fuego para la destrucción de un objetivo es siempre muy oneroso (va en contra del pretendido ahorro presupuestario de costes) para el que lo aplica. Por lo difícil que es conseguir dicho efecto realmente. Si empleamos las maniobras de grupos interarmas será suficiente la neutralización o pérdida temporal de la capacidad de actuación del enemigo contra nosotros, mientras dura nuestro fuego sobre él.

Por otro lado, dada la lejanía de la mayoría de los objetivos enemigos de nuestra “capacidad de combate”, aquéllos son sólo alcanzables inmediatamente por el fuego pesado indirecto o por la aviación. Ello hace que se tienda a mercadear (intercambiando) nuestros elementos de movilidad y de choque (que incluyen los tanques y la infantería mecanizada) por los elementos de fuego pesado en el “mix” de nuestra capacidad de combate disponible. Esto se debe a que estos últimos producen el efecto deseado de destrucción simultánea, aunque no sea el más adecuado.

A favor de este intercambio de fondos para la defensa, está el hecho sicológica y políticamente preferido de que el fuego pesado preciso y el de saturación disminuyen las “interfases de acción” con el enemigo a las distancias cercanas y próximas. La existencia con una importancia más que proporcional de los medios de fuego pesado, tiende a favorecer y a procurar su empleo como un elemento de atrición del enemigo en las doctrinas y reglamentos.

Las dos últimas razones consolidan al fuego pesado como arma clave de las operaciones. Y su movilidad será su capacidad de situarse en posiciones sucesivas y/o efectivas muy rápidamente. Que es en realidad una movilidad táctica, medida a razón de Kms/día en avance.

Con ello, la movilidad operativa se verá perjudicada y el instrumento principal para la decisión en ese nivel será el de “sucesivos combates”, que no siempre serán deseados, buscados y trascendentes.

Es decir, la simultaneidad y la complementariedad apoyan desequilibradamente el empleo de la atrición o pura destrucción y favorecen indeseablemente la intercambiabilidad de los medios de movilidad (capacidad de movimiento operativo) y de combate y choque, con los de fuego pesado indirecto y/o aviación de bombardeo.

El Centro de Gravedad de las Acciones Combinadas.

Además, el principio de economía de medios y el de utilización sistemática de la sorpresa (como eficaz multiplicador de la capacidad de combate, incluso en la defensa, con posiciones escalonadas en las contrapendientes, contraataques y contrachoques oportunos, bolsas de fuego), se relacionan directamente con el principio de la concentración de medios y con el de actividad o movilidad en todas las operaciones (combates y movimientos, con mínimos tiempos de concepción y de ejecución para cada una). Empleando para que el mando orqueste todo ello, el “centro de gravedad del esfuerzo conjunto”. Que actúa siempre como factor de planificación, de actuación y de dirección de los sistemas interarmas.

Es decir, el centro de gravedad es el integrador principal de los principios de la guerra en la conducción y la ejecución de la misma, como una característica natural. El mariscal von Hindenburg inventó el adagio: “Una batalla sin Schwerpunkt (centro de gravedad) es como un hombre sin carácter”.

Resultado de imagen de von hindenburg MARISCAL VON HINDENBURG, JEFE DEL ESTADO MAYOR DEL EJÉRCITO ALEMÁN EN LA I GUERRA MUNDIAL.

En cuanto al principio de concentración de los medios, el llamado “esfuerzo principal” expresa un efecto de penetración en una dirección y un sentido dados, pudiéndose llegar a la ruptura y posibilitar una explotación. En él se concentran los esfuerzos interarmas de las unidades, incluso las aéreas. El esfuerzo principal se ejemplifica en la estrategia de martilleo de Foch en el frente occidental europeo, a partir del verano de 1.918. Para vencer la capacidad de combate alemana por pura erosión de la misma en todo el teatro de operaciones. Trasladándolo sólo de dirección, cuando la resistencia de un sector alemán era excesiva.

El centro de gravedad tiene un sentido más espacial y temporal, buscando una “convergencia operativa” de “esfuerzos relacionados” hacia un objetivo. No necesariamente contiguos, simultáneos o secuenciales, sino sinérgicos y resultantes en sus efectos y resultados. Y teniendo en cuenta la forma óptima de actuar de cada arma y servicio.

El centro de gravedad es más global u holístico, el esfuerzo principal es más sumatorio y acumulador. Los efectos del esfuerzo principal son más directos, predecibles y evidentes. Los del centro de gravedad son más sutiles e inesperados, al menos en los primeros estadíos de la acción militar.

TEORÍA Y CRÍTICA DE LA «BATALLA MODERNA» Y SUS ACTUALIZACIONES.

Los proponentes de la nueva doctrina militar del U.S. Army, la AirLand Battle sucesivamente modernizada desde 1976, se dicen creadores de una doctrina científica, basada en postulados racionales. A lo largo del tiempo, realizaron aportaciones a aquella el coronel John Boyd, William Lind, famoso por sus divulgaciones militares, el general Donn Starry, desde el Tradoc, Steven Canby, Philip Karber y otros muchos teóricos. Es siempre un trabajo prolongado y colectivo, donde participan individualidades destacadas y lúcidas, que resulta siempre convergente y fructífero. El TRADOC es el mando del Ejército de los EEUU, encargado de atender sus necesidades de formación, entrenamiento y doctrina. Formulando para ello los modelos y las recomendaciones y propuestas de doctrina y de reglamentos.

Imagen relacionada CORONEL JOHN R. BOYD

Se supone que este salto teórico cualitativo, establece y perfeccciona, no sólo un modelo científico para la guerra moderna, basada en el empleo del motor de explosión y en la electrónica, como factores novedosos. Sino que el mismo puede ser adoptado y seguido por el rival menos numeroso (en hombres, medios y sistemas). Y que su superioridad conceptual le permitirá a éste superar en campaña las deficiencias cuantitativas de un ejército menor. Y ello, independientemente de la forma de lucha que se plantee en el conflicto. Además, dicha doctrina militar científica, una vez fijados correctamente sus parámetros, podrá evolucionar y adaptarse a las nuevas exigencias de la guerra en el transcurrir del tiempo. Estableciéndose las nuevas variables operativas, para las diferentes situaciones bélicas.

Resultado de imagen de william lind ANALISTA WILLIAM LIND.

Partieron para ello de la llamada Central Battle, cuyas Operaciones se recogieron en el FM 100-5 de 1976. Y que mantenían al fuego pesado como su principal “argumento” de combate y empleaban magramente las maniobras de las fuerzas. Algunas de las cuales terminaban en ataque frontales o, al menos, esperados y recibidos por el enemigo. Es la vieja idea táctica de oponer fuerza contra fuerza. Donde cualquier avance o ventaja se logra a un elevado coste en bajas, tiempo y materiales. Como sucedió durante casi cuatro años en el Frente Occidental europeo durante la I Guerra Mundial. El concepto de la Central Battle se ofrecía para un ejército encargado de defender un gran territorio de importancia vital. Que en la práctica comprendía la Europa Central y Occidental. Por lo que resultaba que la cesión de espacio, por ejemplo en una defensa móvil o, incluso, retardante, era inaceptable “a priori”. Y para ello el ejército “defensor” debía desplegarse casi en la misma “línea o faja” fronteriza de los estados que estuvieran inmediatamente amenazados, o sea, los más orientales.

El ejército “defensor” no contaría para operar con un escalonamiento en profundidad, a cargo de sus grandes unidades sucesivamente desplegadas. Sino que su despliegue sólo contaría con el escalonamiento propio (interno) de sus Grandes Unidades, que estarían desplegadas cuasi linealmente en el borde del territorio a defender. Tampoco contaría con fuerzas móviles de contraataque, desplegadas en la profundidad. Sino que se utilizarían las reservas móviles propias de esa gran línea defensiva, para realizar localmente contrachoques tácticos contra las rupturas y penetraciones en la zona de defensa del atacante enemigo.

La defensa en posición de la totalidad de un enorme territorio, tendría como Tarea la de detener todos los ataque penetrantes de un potente enemigo. Que contaría posiblemente con una supremacía de medios. La defensa actuaría así como una extensa y delgada fuerza (ĺinea) de contención “estratégica”. La idea subyacente en la doctrina es que empleando las tácticas adecuadas sucesiva y únicamente, se podrían alcanzar los objetivos estratégicos propios. Y la razón (incorrecta, por corta de vista) era que las tácticas podían resolver combates sucesivos. Pero éstos, por sí mismos, sin la estrategia operativa no podían alcanzar la trascendencia, la guía, la influencia. Necesaria para conseguir los objetivos estratégicos de otro nivel de actuación.

La mentalidad táctica existente en el U.S. Army antes de la promulgación de la “Defensa Activa” suponía y se basaba en el empleo contra el enemigo y en toda la profundidad táctica y operativa de su despliegue del fuego pesado propio. Que era, de menor a mayor alcance, la artillería de campaña y pesada, los cohetes reactivos ylos balísticos de corto y medio alcance y la aviación de apoyo a tierra.

La “Airland Battle” definida en el FM-100-5 Operaciones de 1982.

Las premisas elaboradas por el colectivo de los teóricos, que contribuían a crear el concepto de dicha nueva batalla fueron: el engaño del enemigo, en relación a nuestras capacidades e intenciones en la situación planteada; la destrucción de la sinergia conseguida por el enemigo por la colaboración táctica u operativa de sus unidades; la acción propia simultánea en todo el despliegue operativo enemigo; la dualidad sinérgica propia de una fuerza de contención del avance, ataque o despliegue enemigo y de una fuerza de maniobra, encargada de la aplicación de flanco y/o de revés de nuestro ataque en toda la profundidad enemiga; deshacer la cohesión enemiga con ello; la conmoción de la totalidad de la fuerza enemiga empeñada; desmenuzándola en unidades inconexas, quizás fragmentadas, con escasas capacidades de combate y movimiento operativo. Así, se cambiaba el pensamiento militar desde la aproximación táctica y técnica vigente hasta entonces a la concentración del esfuerzo propio, empleando las maniobras exigidas por la estrategia operativa.

Resultado de imagen de mijail tujachevski MARISCAL MIJAIL TUJACHEVSKI, UNO DE LOS PRECONIZADORES SOVIÉTICOS DE LA «BATALLA SIMULTÁNEA Y PROFUNDA». SU PURGA POR STALIN EN 1937, POR CELOS HACIA EL EJÉRCITO ROJO, AFECTÓ NO SÓLO A LOS ALTOS MANDOS EN DESGRACIA. SINO ESTERILIZÓ Y RETRASÓ LA DOCTRINA MILITAR SOVIÉTICA MODERNA. 

La fuerza de maniobra penetraría en todo el despliegue enemigo, si éste era favorable para ello, por no estar preparado para una defensa fortificada; como sería el caso de un combate de encuentro. Y, en el caso del rechazo preparado, el ataque sería avanzando rápidamente por un “corredor libre” o “free corridor” fuera del despliegue enemigo, buscando un flanco y/o una retaguardia expuestos. Desde donde y a lo largo de ese “lado”, la fuerza de maniobra móvil, dotada con gran capacidad de combate y de movimiento, debería golpear simultáneamente a todo el despliegue enemigo “descubierto”.

Análisis de la “Airland Battle” en la práctica.

En el concepto de la Airland Battle y en las diferentes actualizaciones de la doctrina militar norteamericana, aparece claramente el llamado principio de simultaneidad. La simultaneidad aconseja batir al mismo tiempo a la mayor cantidad posible de fuerzas enemigas, escalonadas en profundidad, tanto en el ataque como en la defensa. Se justifica su aplicación en el aprovechamiento máximo de la potencia de fuego propia sobre el enemigo y considerando los diferentes alcances óptimos de los diversos sistemas de armas empleados. El factor eficaz de la simultaneidad es la tecnología moderna de detección, de precisión de tiro y de potencia de fuego. Como conmilitón de ella está el principio de complementariedad, que expresa que el movimiento y/o el choque pueden ser sustituidos, indefinida y casi totalmente, por el fuego. Con ello parecen buscarse dos finalidades: el ahorro de vidas, discutible si no es correcto el planteamiento o su aplicación, y adaptar los medios militares a los recortes presupuestarios crónicos de las democracias mercaderes.

(CONTINUARÁ)

LOS FACTORES TÁCTICOS Y LA SORPRESA MILITAR.

LOS FACTORES TÁCTICOS METT-TC DE LA MISIÓN RECIBIDA DEL MANDO CONDUCTOR.

La Misión (M) condiciona el empleo de la sorpresa, en cuanto define el “ambiente táctico”, por encima del componente meramente espacial, en que ésta se puede aplicar y donde se desenvolverá. El cumplimiento de la misión recibida determinará decisivamente las posibilidades de concepción y aplicación de la sorpresa. Al definir y expresar aquélla, el objeto de las acciones múltiples y convergentes de los esfuerzos y medios asignados por el mando superior a un jefe táctico. La detección por la exploración o las unidades de acción avanzadas de una posibleinterfase de acciónfavorable sobre el enemigo, no faculta per se al mando a apartarse del cumplimiento de la misión del jefe superior.

El Enemigo (E) es el objetivo esencial y principal de un mando. Y la sorpresa es un factor multiplicador esencial de sus potencialidades y medios, para cumplir la misión recibida y coadyuvar a ello. La sorpresa debe entonces buscar: la dislocación espacial o funcional del enemigo; o la merma económica de sus capacidades; o un cumplimiento más rápido y eficaz de la misión encomendada; o una ventaja posicional del propio despliegue, para maniobras propias inmediatas; o el ataque decisivo o el contraataque a las vulnerabilidades críticas o secundarias del enemigo, según el plan del mando superior.

El Terreno (T) y, por extensión, el espacio es el soporte esencial del “ámbito táctico” de la acción militar. Ésta lo debe emplear siempre en provecho propio, tanto en el ataque como en la defensa. En las maniobras rápidas, características de las sorpresas, se preferirá usar el terreno favorable a las armas empleadas, para que favorezca el ritmo o tempo y el impulso o momento de ellas.

Así, los tanques (cuyo modo de lucha es el ataque) se emplearán favorablemente en terrenos ligeramente ondulados y con gran dominio por las vistas, sin cortaduras, ni corrientes de agua o afloramientos rocosos importantes. Sin embargo, la sorpresa cabal puede necesitar el empleo de tanques en terreno difícil, no imposible, para ellos, con tal de que aquél no sea esperado por el enemigo. Incluso, empleando en la punta de avance menos unidades blindadas de las habituales, que, con la sorpresa, harían sentir con su presencia igual potencia de fuego y de choque.

Los terrenos dotados de cubiertas y/o ocultamientos y la noche y los fenómenos o meteoros atmosféricos (lluvia, nieve, granizo), que restan visibilidad y disposición combativa en los defensores, favorecen el movimiento al combate de los medios de la sorpresa. También permiten su ocultamiento temporal en zonas decididas de descanso y de partida. Los trozos de terrenos incómodos y/o desagradables facilitan el acercamiento final de los medios de la sorpresa: cunetas, bordes de las vías junto a las aceras, paredes verticales que sean practicables, sembrados, matorrales, humedales. A cambio de molestias y de tiempo en el avance, ganaremos en el empleo eficaz de la sorpresa.

En la defensa, se hará uso del terrano quebrado, con alturas ocultantes relativas y cubiertas para las pequeñas unidades (zonas urbanas y fabriles); apoyándose en parte en la pendiente posterior y en obstáculos naturales (ríos, manchas de árboles, etc.) paralelos al trazado de la posición defensiva; que dificulten o desvelen los grandes movimientos enemigos, rompiendo su impulso, y faciliten el rechazo desde posiciones propias favorables. El contraataque desde la profundidad de la zona táctica propia sobre el revés o el flanco de las puntas de avance enemigas, preferiblemente después de su empeño, será un empleo de la sorpresa muy eficaz. Las trampas de fuego (fire bags), los campos de minas dispersos y pequeños, los golpes de fuego desde los puntos de defensa y nidos de resistencia, retenidos hasta las distancias próximas con el enemigo, son sorpresas defensivas, pero más esperadas por el enemigo.

Basándose en las características del terreno y fijándose en las particularidades de alguna parte del ámbito táctico (enemigo, misión, terreno, oportunidad) se planeará y decidirá la sorpresa. Y se implementará su montaje despliegue, soporte y desarrollo, siguiendo un flujo suficiente, protegido y continuo.

Las Tropas (T) necesarias para ejecutar y cumplir la sopresa concebida y decidida, deben ser apropiadas para la misión por sus características. La sorpresa es una acción ofensiva sobre el enemigo, desarrollada inesperada, rápida y desconsideradamente, en general. El equipo de los hombres y el apoyo aéreo y artillero deben ser los necesarios y suficientes, conforme al plan decidido. Además de su entrenamiento general, los hombres deben recibir el entrenamiento específico, en función de las características de la misión y las acciones a desarrollar. Las características de obediencia e iniciativa, paciencia, resistencia y sobriedad, cualidades físicas, entrega y espíritu de grupo, compromiso con la misión tienen que ser las mejores en los hombres. Ya que ellos serán una parte importante de las acciones. Y actuarán como jefes y responsables de ellos mismos y de sus compañeros de misión, en determinados momentos.

Es importante un entrenamiento completo en tiempo real de la misión. Hay aparatos que fallan a las X horas de uso. La tensión sobre los hombres y sus esfuerzos sostenidos afectan a su confort y a su eficacia y rapidez de actuación. Con repercusiones en su disposición combativa, su alerta y la precisión de respuestas.

Muchas veces el fuego pesado se empleará para ocultar al enemigo nuestra sorpresa. La coordinación de distintas armas en una misma misión o sector, es un punto crítico de ésta. Por ejemplo, unidades de infantería, reforzadas por pelotones de ingenieros y apoyadas por unas secciones de tanques, cruzando un bosque no cerrado para alcanzar sorpresivamente una posición enemiga en la profundidad de su despliegue. Al actuar en un mismo sector de avance o ataque, la coordinación entre las pequeñas unidades debe ser ensayada y confirmada.

El Tiempo (T) de la misión es un factor decisivo de su éxito. Por un lado, debe ser el oportuno. Por otro, el tiempo debe ser suficiente y uniformemente acelerado en los “ciclos de acción” sucesivos del desarrollo de la misión. Para que la concentración, la secuencia o la simultaneidad de empleos y la contundencia de las acciones demuelan el objetivo humano al que se apliquen, una vez coneguida la sorpresa.

Es necesario considerar siempre que todas las acciones necesitan para ocurrir un tiempo planificado estimado más un tiempo complementario corrector. Éste dependerá del grado de complejidad de la misión: unidades, apoyo logístico, acciones demostrativas coadyuvantes, distancias a recorrer, dificultades de traslación, presencia e intención del enemigo, simultaneidad o secuencia de empleo, coordinación. Y se origina en los fallos que surgen en las actividades humanas cualesquiera y en los errores pequeños y medianos que se cometen por los jefes y hombres. Un error grave supondría que la sorpresa estuvo mal calculada o ejecutada y es un error operativo grave.

Los Civiles (C) no deben ser dañados en una misión sorpresiva. Incluso cuando el enemigo se mezcle y proteja en un ámbito civil, es posible definir y concretar un objetivo puramente militar. Para aislarlo, atacarlo y extirparlo con precisión y limpieza militares. Aquí es necesario el empleo de las armas orgánicas de la unidad terrestre atacante, que limitan los daños no deseados y concretan sus efectos en los blancos seleccionados.

Es de señalar que el fuego pesado indiscriminado aéreo y de artillería es un arma de resultados despiadados y desparramados para el empleo en medios urbanos. Su objetivo no es cegar, perturbar o neutralizar al enemigo. El fuego pesado excesivo e insistente busca destruirlo. Que es el objetivo más incierto y menos económico de todos. Tanto los soviéticos como los occidentales lo han empleado con profusión en las guerras civiles del Asia del suroeste. Su uso tiene como objeto destruir de lejos y previamente al asalto, las posiciones enemigas en los poblados. Evitando en lo posible que las fuerzas propias luchen a las distancias próximas con los rebeldes islamistas.